Ensayo Sobre La Cultura

Gustavo Flaubert

Ahora que estamos en la promoción de la lectura, debemos darnos cuenta de que las nuevas generaciones desconocen por completo los autores que han sido clásicos dentro de la historia de la literatura, la universal y la mexicana. Hace poco, algunos me preguntaban extrañados sobre Carlos Fuentes al que se supone todo mundo debería de conocer, primero: porque es uno de los novelistas más importantes de México, segundo, por el gran escándalo que se hizo cuando un secretario de administraciones pasadas se quejaba porque habían dejado a su hija leer la novela de Aura a la que consideraba inmoral; tercero, por su reciente muerte. Y si eso pasa con Fuentes, qué no pasará con otros autores mucho más desconocidos como José Emilio Pacheco, por mencionar a alguien recién fallecido.

Pero en fin, a la mejor la culpa la tenemos los mismos que promocionamos la literatura que no hablamos lo suficientemente de ella o que no enmarcamos a los autores para que se puedan disfrutar ampliamente.

Hay que comenzar por alguien y lo hago con Gustave Flaubert, tal vez, para dejar descansar al romanticismo que es el estilo literario donde muchos nos quedamos estancados debido a que es muy dulce el sentimiento de amor en todos sus niveles, o sentirse revolucionario a la distancia, sin hacerse necesario comprometerse con una ideología dura como el marxismo o salir a pelear con enemigos que ya no existen; sólo en la demagogia barata.

Flaubert, se dice, es el padre del realismo, lo que sitúa a la literatura en su relación directa con la realidad. Es todo lo contrario a lo que significa el romanticismo, la expresión sin medida de los sentimientos, para circunscribirse en la descripción exacta de la realidad.

Su primera característica, es sumamente descriptivo y eso, a los lectores modernos, a veces les puede enfadar. El tiempo con que gusta referirse a los detalles puede parecerle a unos innecesarios en una época donde los ritmos del cine americano nos ha enseñado a vivir la vida de una manera rápida; lo cual nos ha acostumbrado al consumo de la acción continua sin detenernos a observar nada. El realismo es todo lo contrario, detenerse, observar y describir.

Debo de ser sincero, Gustave Flaubert no es el autor más descriptivo que conozco, su mérito es haber puesto la muestra. Para descripciones mucho más minuciosas podemos referirnos a Azorin , Español o a Thomas Man, Inglés, o al mismo Honorato Balzac que a través de 92 novelas (tenía programadas 132) describe a la sociedad francesa.

Flaubert significa muchas cosas más; el inicio de los juegos en la estructura de la novela que posteriormente va a ser explosión en los finales del siglo XIX y todo el XX. Los botones de muestra serían; el cambio de persona narrativa sin avisar. La novela de Madam Bovary al inicio está narrada en primera

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