Ensayo

ENSAYO

 El hecho de que sea en los pueblos donde se posibilita en el desarrollo, y que dependiendo de él los ciudadanos encuentran estrategias para salir adelante, y colocar todo su empeño, ganas y fuerzas para que sus recursos sean explotados; pero siempre se encuentran, dependiendo de si  aportan solo la mano de obra son los dueños de las tierras, con condiciones ventajosas que siempre son impuestas por los dueños del capital.  Al dueño de la tierra le entregan unos porcentajes que bajo ninguna circunstancia le alcanzan para mejorar sus condiciones de vida y mucho menos para capitalizarse y poder emprender empresas solidas con recursos propios, es lo que hace que la mayoría de personas se pregunte si América latina ha recibido ayuda de los grandes colonizadores, entendiéndose por grandes colonizadores, aquellos que ocuparon nuestro territorio, no para beneficio nuestro si no de ellos.  

Los países que conforman América Latina y que están diseminados por todo el continente americano desde el sur en la Patagonia hasta la América Central, siempre vivieron saqueados por los grandes imperios, para llevarse sus riquezas a cambio del adoctrinamiento. En palabras del propio autor, Eduardo Galeano, América Latina ha vivido una oleada de desmanes en aras del desarrollo, que es la que siempre ha pretendido, pero que realmente la han llevado a la explotación inmisericorde de sus recursos naturales de las riquezas que hay en sus suelos extensos y vastos para convertirlos en materias primas de los países potentados y de los grandes procesos de industrialización que ellos desarrollan.

Son muchos los argumentos que plantea el libro sobre la forma inmisericorde como han sido saqueados y explotados los recursos naturales que abundan en los vastos territorios de América latina y todos de una u otra forma explican las razones que llevaron a los españoles, en primera instancia, a adueñarse de la gran cantidad de oro que abundaba en casi todos los países americanos

Las materias primas,  en este caso el oro, los diamantes, las esmeraldas, los rubís, entre otros muchos y diseminados por todo el territorio, y  que eran indispensable para la orfebrería, la talla de figuras de adorno que eran requeridas continuamente, especialmente por los nobles de la corona española y quienes ostentaban el poder, se convertían en el eje sobre el cual estaba fundamentada la explotación de las tierras que habían descubierto y que según lo pretendido estaban dispuestos a continuar saqueándola.

No se sabe a ciencia cierta quienes perdieron más, si los dueños de las tierras donde se encontraban los grandes yacimientos, y que ellos no sabían la forma  explotar, porque no tenían ni las maquinas especializadas para hacer las extracciones ni las vías de comunicación que les permitieran llegar a los sitios exactos donde se encontraban, que eran demasiado inhóspitos, o los conglomerados de indígenas y pobladores que se ocupaban de las extracciones y que casi siempre dejaban enterrados sus sudor y su trabajo.

 Al obrero de a pie, es decir a aquel que solamente ponía su trabajo, o mano de obra le quedaba  el desgaste, el sufrimiento, pues tuvo que trabajar de sol a sol en los socavones, muchas veces poniendo en peligro su propia vida por unas pocos pesos, que al final solo le sirvieron para apenas subsistir y mantener a la familia, cuando lo que recibían les alcanzaba para hacer un medio mercado de subsistencia y que por lo general era racionado.

En palabras de Adam Smith, el descubrimiento de América Latina había elevado el sistema mercantil a un grado de esplendor y gloria que de otro modo no hubiera alcanzado jamás, y como no reconocerlo si los países europeos o el bloque de los países que se beneficiaban eran , para no decirlo de otra manera diferente, todos y lograron fundamentar sus economías sobre la base de las materias primas que se recogían en sobreabundancia y que eran transportadas para que ellos las procesaran.

Lo irónico de todo esto  es que antes no alcanzábamos a comprender del todo, la proporción ni la dimensión en que fueron excavadas las innumerables minas que hay en todo el vasto territorio latinoamericano, explotados hasta dejar solo socavones vacíos y con la ruina, porque son territorios arrasados en los que únicamente quedan las secuelas que no son otras que el deterioro y el hambre y la pobreza de los pobladores, es que todo se lo dividen los grandes monopolios y las multinacionales, que son las que en últimas terminan adueñándose hasta de los propios territorios .

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