Entre lineas
medinabyInforme31 de Agosto de 2015
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Introducción
A continuación se presentará un informe de lectura del libro “Entre Líneas. Teorías y Enfoques en la enseñanza de escritura, la gramática y la literatura” cuya coordinadora es Maite Alvarado, docente e investigadora de la UBA, especialista en didáctica de la escritura y autora de numerosos libros destinados a niños, estudiantes y docentes universitarios.
Este libro reúne una serie de artículos, no solamente de la autora nombrada anteriormente, sino también de Gustavo Bombini, Laiza Otañi, María de Pilar Gaspar y Marina Cortés.
Para confección de este trabajo se tendrán en cuenta diferentes puntos que servirán de guía en la elaboración del informe: los enfoques en la enseñanza de la escritura, qué lugar ocupa la literatura en el curriculum escolar, el canon literario a partir de los 80, su perdida en su autonomía, la cuestión didáctica, etc. Asimismo, la postura de la gramática hoy en la escuela, cómo se considera la gramática en la era de las comunicaciones, los finales del romance entre la escuela y la gramática, los marcos teóricos y las prácticas de enseñanza para trabajar los textos, entre otros.
Por último, se elaborará una breve conclusión de los temas desarrollados.
Desarrollo
En su presentación, Maite Alvarado sostiene que los artículos que componen este libro se hallan destinados a exponer y discutir algunos temas vinculados con la enseñanza de la lengua y la literatura que pueden resultar de interés para los docentes y futuros docentes. En todos ellos se ha intentado otorgar al lector un amplio panorama de los problemas y las propuestas que cado uno de esos temas convoca. Más allá de las diferencia, los autores1 coinciden en la relevancia que adjudican, para la formación docente, al conocimiento de las teorías y los enfoques disciplinarios que inciden tanto en la práctica de la enseñanza y en la confección del currículum o espacio curricular. Asimismo, los autores convienen en el valor que le conceden al conocimiento histórico de la asignatura, de los problemas que se han planteado y las respuestas que les ha dado en distintos momentos, y en el valor que revisten los fundamentos por medio de los cuales se han defendido o no los enfoques y prácticas y se han confrontado teorías y concepciones de la enseñanza.
Por último, la autora manifiesta que se ha intentado producir un material accesible para los docentes y que puede ser utilizado por los estudiantes de nivel terciario y universitario que cursan la carrera docente o, simplemente, se hallan interesados en temas relacionados con la enseñanza de la lengua y la literatura.
Desde esta perspectiva, organizó su libro: “Entre Líneas. Teorías y Enfoques en la enseñanza de escritura, la gramática y la literatura” en cuatro capítulos. En el primero de ellos, bajo el nombre de “Enfoques en la enseñanza de la escritura” la autora comienza realizando una revisión histórica acerca de los distintos procedimientos que se han empleado para la enseñanza de escritura. Para ello, muestra pensamientos de distintos lingüistas, filósofos, escritores y maestros; a través de fragmentos de ediciones que los mismos han legado al mundo. Es decir, que se trata de enfoques o modos de pensar y encarar la enseñanza de la escritura.
A medida en que se avanza en la lectura de este capítulo, se aprecia que hace un paralelo del tema en cuestión, entre hechos sucedidos desde la antigüedad, con el planteamiento de la retórica aristotélica en la escritura, hasta 1992 con la incorporación de proyectos para hacer que los jóvenes compongan. Establece los dominios de la escritura. Además, aclara que a partir de 1980, se utiliza el término “escritura” no para la caligrafía sino para composición o redacción. Es por eso que, da a conocer las diversas variaciones de la acepción “composición”.
Por otra parte, Maite Alvarado (a través de un itinerario histórico) muestra las confrontaciones de la escuela tradicional conservadora con la progresista inclusora y sus resultados de acuerdo a los métodos utilizados en la escritura.
En primer lugar, señala el punto de quiebre con la pedagogía tradicional exponiendo el pensamiento de Martha Salotti y Carolina Tobar García, de que el texto prima a la gramática y que ésta se debe enseñar en función del mismo. Además, la propuesta didáctica de estas autoras está centrada en la voz del niño y en su subjetividad, propiciando un cambio significativo en el ejercicio de composición. Sin embargo, lo novedoso de la propuesta está en que no se postula como didáctica de la composición ni de la expresión escrita, sino como una didáctica de la lengua, con fundamentos lingüísticos; pese a lo cual, se rebela contra el predominio de la gramática y erige en su lugar el reino de la expresión, o, en términos más actuales, de la enunciación.
En segundo lugar, muestra el cambio mencionando a Julio Iglesias, quien da importancia a la circulación y socialización de los textos realizados por los niños, dentro de la misma escuela, en otras escuelas, en la comunidad e inclusive traspasando fronteras nacionales. Es por eso que, la idea del autor es que los niños tienen que escribir sobre lo que conocen, sobre su ambiente y su vida personal, con los giros expresivos de su lengua cotidiana. Además, cita a José Martí para consolidar la explicitud de su pensamiento: “Para escribir una cosa hay que saber de ella mucho”. Y que el primero luego agregó: “y de lo que los niños saben mucho es de lo que viven”.
En suma, Julio Iglesias propone subordinar la reflexión gramatical a los propósitos de la expresión. El lugar para los aprendizajes gramaticales es, por lo tanto, el momento de revisión o “puesta a punto” de los textos que se realiza en clase. Allí se pone en juego una “gramática vivencial”, simplificada y cercana al sentido común. Esta gramática viva que actúa a partir de la lectura de los textos escritos por los niños, en respuesta a dudas, necesidades, etc. Pero, la corrección de los textos no busca ajustarlos a una norma neutra, sino respetar sus particularidades y resolver aquellos problemas que afecten a la comprensión.
En tercer lugar, expone el Taller de escritura2 de Gloria Pompillo, quien combina en su propuesta de taller, técnicas surrealistas y oulipianas con consignas inspiradas en la Gramática de la Fantasía de Gianni Rodari3. Pero no se trata de un método para enseñar lengua, ni de un método para enseñar a redactar. Pompillo propone crear un espacio para la producción literaria en la escuela a través de un sistema de trabajo que se articula en cinco momentos.
Por último, la autora cierra este capítulo planteando que quizás la ausencia más significativa en los enfoques para la enseñanza de la escritura de los últimos años sea la experimentación con la lengua, bajo la forma del juego, la poesía, el disparate y el humor. Es por eso que, el predominio de un enfoque comunicativo en la enseñanza de la lengua ha subordinado la reflexión gramatical a las prácticas de comprensión y producción de textos con distintas funciones. La preocupación por trabajar con una diversidad de clases textuales y por promover un desempeño competente en distintas situaciones comunicativas, ha eclipsado el valor que tiene el conocimiento de los niveles inferiores que tiene el texto. Ese conocimiento, que se obtiene de la manipulación reflexiva, hace a los usuarios más seguros y más libres, a la vez que tiende un puente hacia la literatura. En este sentido, la literatura y la gramática aportan herramientas para promover prácticas de escritura que propicien el pensamiento crítico, la invención, el conocimiento de la lengua, sus límites y sus posibilidades, además de la eficacia en la comunicación.
Por otra parte, en el segundo capítulo, Gustavo Bombini se refiere a la “Literatura en la escuela”. Como señala en su introducción, el lugar de la literatura en el curriculum escolar se presenta como una cuestión siempre controvertida. Qué clase de conocimiento es el conocimiento literario, qué tipo de experiencia promueve en los alumnos, cuál es el sentido de enseñar literatura en la escuela, cuáles son los modos más apropiados de enseñarla y aprenderla. A estas y otras cuestiones de importancia el investigador intentará dar respuesta.
La pregunta por la autonomía de la literatura se presenta como un interrogante central a la hora de pensar en la relación entre escuela y literatura. La literatura como práctica cultural autónoma, ocupa un lugar tradicionalmente relevante en el currículum escolar y esta recolocación supone diversas maneras de introducirse la literatura en la escuela, variados saberes propuestos como conocimientos escolares sobre la literatura y distintos modos de ser leída.
No obstante, se podría postular que es en los años ochenta cuando se registra el gran proceso de autonomización de la literatura en la escuela primaria. A partir del surgimiento de una literatura infantil o literatura para niños, parece definirse nítidamente un campo artístico específico en el que se consolidan las distintas instituciones del campo literario.
No sólo se trata de que el surgimiento de esta literatura marca una ruptura con la literatura retorizante de intención didáctica y plena factura escolar, sino que se propone un conocimiento articulado sobre la lectura directa de los textos, a la vez que reconstruye las condiciones de circulación y consumo de este objeto específico.
Según Mite Alvarado, la inclusión de la literatura infantil en la escuela supone una modificación en las prácticas de lectura
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