Hipocresía Y Decadencia Estamental En Los Primeros Tratados Del Lazarillo De Tormes

Hipocresía y decadencia estamental en los primeros tres tratados del Lazarillo de Tormes

Introducción

El Lazarillo de Tormes es una novela autobiográfica, la primera edición data de 1554, casi finales de la Edad Media. Consta de siete tratados, presentados en forma epistolar, es decir, en forma de una carta. El manejo del tiempo es interesante pues la carta es escrita por un Lázaro adulto que cuenta sus aventuras, o más bien desventuras, desde su infancia hasta el presente en el que escribe la carta. El sentido de esa carta es para defenderse, al parecer, de una especie de juicio/caso. Como mencioné anteriormente el Lazarillo de Tormes cuenta con siete tratados, pero para este ensayo solo analizaremos los tres primeros, que describen la estructura social de España en la época.

La Real Academia Española define la palabra “estamento” como: estrato en una sociedad, definido por un común estilo de vida o función social. Entonces una sociedad estamental se rige bajo un tipo de organización que se basa en la distinción de roles y condiciones de la población entre cada uno de estos estamentos. Los estamentos son 3: El pueblo, sector que se compone de la población carente de privilegios económicos y jurídicos; el clero: abarca al sector de las órdenes religiosas en la sociedad (sacerdotes, diáconos, clérigos, etc.”; y finalmente la nobleza: aquellos que tenían un título de nobleza, por ejemplo: el escudero.

Nobleza (escudero) ----------

Iglesia (clérigo) -------------

Pueblo (ciego) ------------

En los primeros tres tratados de la novela, Lázaro nos habla sobre las relaciones directas que mantuvo con cada uno de los estamentos anteriormente menciones (estamento por tratado, empezando de abajo hacia arriba). Siguiendo el consejo de su madre de “arrimarse a los buenos”, después de dejar a su primero mozo: el ciego, busca amos, como si escalara socialmente, es así como en el tratado segundo se hace mozo del clérigo y en el tercero, del escudero. A través de las experiencias de Lázaro es posible identificar una crítica que hacía el autor (desconocido) hacia la sociedad de ese momento, sobre todo con el estamento clerical y el de la nobleza. En este trabajo pretendo analizar y explicar cómo se expresa la crítica social a través de las historia de Lázaro, el hambre y los malos tratos que sufrió y que nos hablan la cuestiones de apariencia frente a lo que éstos estamento representaban en realidad. También, junto con el análisis anterior, explicaré en un breve apartado cómo, en esta aparente ascensión de amos que tiene el Lazarillo, lo que realmente hay es una decadencia; es decir, entre más sube en la pirámide de los estamentos sociales, peor le va.

Tratado primero

En este primer tratado, Lázaro habla sobre su familia y de cómo terminó en manos de su primer amo: el ciego. El ciego es un representante del estamento social más bajo de la pirámide, el estamento del pueblo. Durante el tiempo que Lázaro sirvió al ciego aprendió, desde un primer momento, que la realidad es muy distinta a como quisiéramos que fuera. Que el mundo es cruel y que la única persona en la que se puede confiar somos nosotros mismos. Con la treta de hacer que el niño Lázaro se asomara por la boca del toro le enseña una de las lecciones más valiosas en la vida. La gente lo va a engañar y él debe de estar atento siempre, desconfiado. Le muestra la luz acerca del mundo no con palabras en un discurso muy sabio, sino proveyendo la misma experiencia.

El ciego es el primer amo de Lázaro, y su más importante maestro. Con él inicia su proceso educativo, y a su lado aprenderá las lecciones más crueles pero también las más trascendentes de su vida. Él es su verdadero mentor, pues a su lado aprende que para sobrevivir en la vida debe disimular, engañar y mentir.

Se preguntaran por qué hago tanto hincapié en el aprendizaje que Lázaro tuvo con el ciego si este es un ensayo acerca de la crítica social. Pues bien, todas esa enseñanzas son importantes porque son, para Lázaro, las armas con las que se enfrentará al mundo o más bien a las personas de este mundo. Estas personas no son como usualmente nos hacen pensar que son. No son buenas, generosas o están dispuestas a ayudarte, son lo contrario. El autor lo sabe pues lo ha vivido como una experiencia real y es así como hace una crítica a los valores y cualidades morales de las personas. La crítica es tanta que en la historia con el primer amo de Lázaro no intenta dejar una especie de moraleja, porque quizá la gente ya está incapacitada para cambiar; sino que en este tratado dota de un mecanismo de defensa a Lázaro para sobrevivir entre la gente corrompida que no va a cambiar. Y también sin dejar de considerar que dentro de la enseñanza de Lázaro, no solo aprende a estar atento y saber cómo realmente funciona el mundo, sino a ser un miembro activo de la sociedad y a actuar de la misma manera en la que los demás lo hacen: mediante engaños, y apariencias. Lo que expliqué anteriormente se ve claramente reflejado al final del primer tratado. Ya que Lázaro aprendió lo que necesitaba saber del ciego, se vuelve un miembro activo de la sociedad, lo engaña y se va a buscar su propia conveniencia.

Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás medio muerto y hendida la cabeza.

-¿Cómo, y olisteis la longaniza y no el poste? ¡Oled! ¡Oled! -le dije yo.

Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y tomo la puerta de la villa en los pies de un trote, y, antes de que la noche viniese, di conmigo en Torrijos. No supe más lo que Dios de él hizo ni curé de saberlo.

Tratado segundo

En este tratado, Lázaro relata cómo, después de que dejó al ciego se fue a Maqueda donde conoció a un clérigo que lo hizo su mozo. El Clérigo de Maqueda es el primer representante del estamento social del clero, que aparece en la historia; y aunque en un principio no lo pareciera, resultó ser peor que el ciego. Como el mismo Lázaro escribe en elos primeros párrafos de este tratado:

Escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno, con

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