Juan Salvador Gaviota

Juan Salvador Gaviota

Esta novela que de primera vista podría parecer simplona, resulta a ser una metáfora sobre los sueños, la libertad, constancia, la amistad y perseverancia, historia que pone de manifiesto la importancia y enfoque de la actitud mental, la fortaleza al defender los propios principios, el amor, la paciencia, la búsqueda del conocimiento y la renuncia al placer o satisfacción inmediatos. El vencerse a sí mismo conduce a un autoconocimiento que resulta en mayor control personal así como el conocimiento máximo. Juan Salvador se conduce en tres senderos que lo conducirán a la superación de su naturaleza de pájaro mediocre y del montón, a saber: la búsqueda de su auténtica naturaleza, el hambre de conocimiento y el compartir, eso que ha aprendido.

Tres senderos, angostos y en ocasiones llenos de contradicciones dudas, dolor y frustración, que al conjugarse producen un nuevo lenguaje para entender al mundo y aprovecharlo al máximo, la vida. Esta novela o fabula hace una maravillosa analogía de las gaviotas en contraposición con nosotros, los humanos, seres capaces de realizar un sinfín de tareas de una forma promedio no somos particularmente excepcionales en ninguna, mediocres en todas, mas siempre con el potencial de llegar a lo sublime. Así es nuestra vida humana, que en ocasiones nos conformamos en ser como una más de las gaviotas “carroñeras”, pese a tener alas, fuerza, negamos el llamado del espíritu; Espíritu que nos llama a ser libres, romper las ataduras de las necesidades más inmediatas y emprender el viaje de alcanzar un ideal.

Juanes Salvadores Gaviotas, hora es de iniciar el viaje, no importando que no tengamos “una carta de navegación” que nunca será certera, ya que el futuro lo moldeamos día a día.

Juan es una gaviota más de la bandada, con una forma de pensar diferente. Más el de solo conseguir cobijo y sustento, prefiere volar y disfrutar de ello, .pasando gran parte del día volando y experimentando nuevas formas de hacerlo, explorando sus límites y encontrando su carácter. La bandada decepcionada por no apegarse al estándar lo segrega condenándolo por diferente echándolo al exilio

Juan vuela aparentemente sin rumbo, aprendiendo cosas nuevas cada día, picados increíbles, piruetas, vuelos rasos… Un día dos gaviotas con alas relucientes vienen a Juan. Juan las pone a prueba con vuelos que él había aprendido, ellas le responden con lo mismo en un perfecto orden. Como quien juega a “Simón dice” Ellas le guían el camino hacia una nueva casa, el cielo. Donde había otras gaviotas como él. Ahí encuentra a sus iguales

En el cielo encuentra mucho de que aprender, a un instructor llamado Rafael, que a la vez era su amigo. Un día, Juan fue a donde la Gaviota Mayor: Chiang que pronto se iba a trasladar a otro mundo, para

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