Juan Salvador Gaviota

Propósito personal, estilo de vida

Es difícil de entender algunas actitudes de las personas hoy en día, nos preguntamos por qué actúan así, por qué hacen eso y no encontramos alguna respuesta coherente. Las personas están acostumbradas a obedecer órdenes o mandar. Pero la mayoría de las veces no tienen un sentido de por medio, lo hacen más que nada porque así lo dice el protocolo que hay que seguir. Richard Bach, autor del libro “Juan Salvador Gaviota” nos cuenta de una gaviota entre miles que quería surgir.

Juan Gaviota es una gaviota distinta a cualquier otra gaviota común y corriente existente. Él quiere algo más, quiere llegar más allá de sus capacidades de gaviota común, quiere superar los límites de sus capacidades con el fin de llegar a lograr a la perfección lo que a él más le gusta, volar.

A pesar de la negativa respuesta por parte de su bandada de gaviotas, en donde se encontraban entre ellas sus padres, que nunca supieron apoyarlo y querían que fuese una gaviota común sin intereses mayores ya que no debía salirse de sus condiciones limitantes de gaviota, Juan nunca se rindió, el mantenía su visión de progreso y sabía lo que podría llegar a ser si seguía y seguía practicando con perseverancia. Pero aunque ese era su mayor deseo de ser libertad, era muy ambicioso. Cuando conoció a la gaviota mayor quien le enseñó a volar de distintas maneras superándose día a día, se dio cuenta del error que estaba cometiendo, que siempre van a haber limitaciones en cuanto a la velocidad que alcance en su vuelo, siempre va a llegar a una velocidad máxima que luego no podrá superar y se frustrará, el creía que eso era libertad, pero luego entendió que la libertad iba de la mano con aceptar y vivir. La libertad se dio cuando él decidió partir de su bandada y volar, cuando se dio cuenta de que la vida era más que ir a buscar comida y depender de los pescadores, que había algo más allá y que era alcanzable siempre y cuando dedicara tiempo e invirtiera energías para conseguirlo.

Éste es un reflejo de la sociedad de hoy en día, la gente está muy acostumbrada a lo obvio, a lo lógico en cuanto a nuestras acciones. Cualquier persona que actúe o tenga una visión distinta de la vida es mal visto, incluso si se viste o tiene un estilo distinto. Esto es por la poca tolerancia y el egoísmo existente en nuestra sociedad en la que estamos inmersos.

Las bandada de gaviotas de la cual fue exiliado Juan, actúa en masa, al igual que la sociedad de hoy, actuamos en masa y no nos damos cuenta de lo que estamos perdiendo, porque no ganamos nada, es tan solo una mala costumbre que nos hace ser a todos iguales, lo que al fin y al cabo nos hace perder nuestras opiniones y nuestra esencia que es lo que nos hace ser únicos en este mundo y en esta vida.

Lo que más le tiene temor la gente es ser distinto, querer algo diferente para nuestra vida porque sabemos que es lo que nos va a llenar y hacer ser felices. Esos son los riesgos que vale la pena tomar, y si algo se pierde seguir intentando ya que la vida nos llena de herramientas y depende de uno, de cada persona si las aprovecha o no. La gente que surge lo hace porque quiere surgir y sabe que puede llegar más lejos, siempre y cuando mantenga bien su punto de vista y no se rinda a pesar de la envidia que siempre rodea el ambiente.

Cuando la gente le encuentra un sentido a lo que hace, al igual que Juan al momento de querer volar y ser libre, encuentra su propia libertad. Esa libertad está dada por la decisión y la voluntad de cada uno al decir “Yo quiero hacer esto”. Sin encontrar un sentido a lo que hacemos es como vivir sin un propósito. Con este argumento nos podemos dar cuenta de que hay que darle algún sentido a las cosas que hacemos, con el objetivo de aprovechar lo que tenemos, vivir sin miedos, sin límites, haciendo lo que nos gusta y nos apasiona tanto como el vuelo

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