La Columna De Hierro

La columna de hierro y las relaciones públicas

Por Arlin Jaime

“Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo”

Marco Tulio Cicerón

La columna de Hierro es una novela que aparte de mostrarnos la vida de Marco Tulio Cicerón y el esplendor del Imperio Romano, nos permite observar acciones, ideas, comportamientos que van relacionados con las Relaciones Públicas que hoy en día son de gran importancia para la sociedad, tanto personal como profesionalmente.

Primeramente nos habla de la infancia de Marco, en la que su padre decide que debe ser enseñado por un buen maestro para que se destaque y sea un gran abogado en el futuro. Debido a este suceso Arquías de convierte en su maestro y después en su amigo. Marco aprendió de filosofía, psicología, matemáticas y muchas otras ciencias que le sirvieron para conocer el panorama en el que vivía y para saber cómo manejarse ante cualquier situación. Los estudiantes de relaciones públicas, no puedes quedarse estancados en las lecciones que les son otorgadas por sus profesores en la universidad, es importante que estén al tanto de todo lo que ocurre a su alrededor, ver noticias, informarse sobre las nuevas estrategias de relaciones públicas, en fin saber de todo un poco para hacer de todo un poco, porque un buen relacionista público sabe qué hacer en momentos inoportunos e inesperados porque está informado y tiene capacidad de reacción en cualquier situación que se le presente, es así como podemos relacionar esta parte de la vida de Marco Tulio con el ejercicio de las relaciones públicas, que sin lugar a dudas se practica diariamente consciente o inconscientemente. “No basta con alcanzar la sabiduría, es necesario saber utilizarla” – Marco Tulio Cicerón

Siguiendo con la historia, la familia decide irse a vivir a Roma y que Marco acuda a una escuela donde pudiera tener contacto con otros jovencitos de su edad y que pudiera tener más relación para que no se quedara encerrado en la isla tan preciada de su abuelo. Para todo hombre, las relaciones humanas son sumamente importantes porque siempre se está en contacto con alguna otra persona y no es algo que se pueda evitar. Las relaciones públicas se encuentran directamente ligadas con las relaciones humanas, ya que se dedican a gestionar la comunicación entre dos personas para llegar a un fin en común. Las Relaciones Humanas son las que se encargan de crear y mantener entre los individuos relaciones cordiales, vínculos amistosos, basados en ciertas reglas aceptadas por todos y, fundamentalmente, en el reconocimiento y respeto de la personalidad humana. Como Marco Tulio Cicerón dijo alguna vez: “La amistad es un acuerdo perfecto de los sentimientos de cosas humanas y divinas, unidas a la bondad y a una mutua ternura”. Además de las relaciones humanas, podemos tomar la amistad como importante en las relaciones públicas o mejor llamarlo como contacto, alguna persona con la cual tengas confianza o confíe en ti y que tenga el aprecio para enseñarte su forma de ver la vida o en todo caso un punto de vista diferente al tuyo, alguien de quién aprender diferentes opiniones, en el caso de Marco Tulio fue Noé Ben Joel, que se dedicó a enseñarle sobre su religión, la forma de pensar de su familia, así como sus conocimientos sobre actuación, oratoria y administración que fueron de gran utilidad para Marco Tulio, al momento de ejercer como abogado.

Analicemos más a fondo su relación y aprendizaje con Noé Ben Joel, él fue uno de los primeros que le dijo que sería un buen abogado ya que su tono de voz era persuasivo y capaz de llegar a tocar los sentimientos de las personas. Le enseño las bases de la actuación, como los cambios de tono de voz, expresar los sentimientos, aunque no los estuviera sintiendo de verdad, la postura que debía tener de acuerdo a la situación, que se describe que la postura de Marco Tulio siempre fue muy erguida, en fin todo este aprendizaje le fue de mucha ayuda cuando empezó a ejercer como abogado. “No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable”- Marco Tulio Cicerón.Y al igual que un abogado “actúa” en la corte, los relacionistas públicos deben saber hablar, comportarse y actuar dependiendo el panorama en el que se encuentre. Los relacionistas públicos somos actores y debemos aprender a conseguir lo que necesitamos a cómo de lugar, ya que básicamente de eso dependerá su trabajo, es así como el saber controlar la voz, expresar sentimientos, mover sentimientos de otras personas con nuestro pensamiento, puede ayudar a persuadir para completar nuestro objetivo. “El que seduce a un juez con el prestigio de su elocuencia, es más culpable que el que le corrompe con dinero” – Marco Tulio Cicerón. Sin embargo aunque esta frase no apruebe la persuasión, es una aptitud que un buen relacionista pueda ejercer con excelencia.

Siguiendo con su papel de abogado, su maestro Scaveola sabía muy bien como “persuadir” al jurado y a los Senadores, porque un buen abogado de informa y conoce perfectamente a su contrincante. Aunque no esté bien visto por la sociedad el chantaje puede ser una manera muy efectiva de conseguir lo que quieres y necesitas, acción que ejercía muy bien Scaveola y que enseñó a Marco aunque este se reusaba a utilizarla. Un buen relacionista público se encarga de conocer perfectamente a sus aliados y a sus enemigos, para saber por dónde puede hacer la mejor jugada para salir victorioso. Aunque lo que es mejor es la persuasión, hay situaciones en las que es necesario el triunfo y la única manera es haciendo que tus enemigos se conviertan en tus amigos, si es que se puede llamar de esa manera. Sin embargo otra buena estrategia es enfocarte en apoyar a los grupos más grandes, como en el caso de Marco los “marginados”, ya que ellos son la masa dominante aunque no lo saben, sin embargo son también los más ignorantes, por lo tanto los más persuasibles y aquellos que te van a apoyar por apoyarlos a ellos. Un caso actual es el de Andrés Manuel López Obrador, un excelente actor que utilizó la estrategia de voltear a ver a los que más necesitan y son ellos los que lo apoyan ahora.

Otro punto muy importante a destacar es el discurso. Cicerón es fundamental y básicamente un orador; tanto por formación como por actividad, Cicerón es un orador que ejerció de político gracias al apoyo que le prestaron siempre sus cualidades y su formación oratoria. Desde sus comienzos en la vida pública todo su itinerario va estrechamente ligado a sus discursos. La oratoria representa en el mundo empresarial una de las armas más importantes al momento de cerrar un negocio. Desde la antigua Grecia era utilizada por los grandes reyes como un arma de persuasión para mantener en control a los pueblos. Sin embargo, muchas veces falla. El concepto o la idea pueden ser buenos, pero si no hay una voz activa que sepa enunciarlas, difícilmente se concreten los objetivos. Todos los días, empleados y gerentes de una empresa están obligados a hablar ante sus superiores, pares, clientes, proveedores o frente a un auditorio. Pero cuando llega el momento, también llegan los miedos y la inseguridad, provocando muchas veces fracasos a nivel profesional y personal. Es aquí donde el trabajo del relacionista público entra en juego. Las palabras no son sólo sonidos que se emiten. Debe haber coherencia, convicción y seguridad, transmitiendo tras cada mensaje una estrategia para cumplir con los objetivos propuestos. Hablar con claridad, con elocuencia, con interés, y saber persuadir, son algunos de los factores que hacen a un buen orador. La eficacia deja de ser un lujo, para convertirse en una necesidad. Dentro del arte de comunicar, no podemos dejar de lado uno de los pilares más importante: La Comunicación No Verbal. Muchas veces menospreciada o poco clara, la comunicación no verbal ocupa un 92% de la comunicación en su totalidad. Dejando apenas un margen del 8% a la verbal. Es aquí donde podemos ver cómo la cualidad de orador de Marco Tulio Cicerón combinada con las enseñanzas de su buen amigo Noé Ben Joel, se juntan para dar fuerza al discurso y completar los objetivos que se tenían planteados.

El discurso es muy importante en cualquier ámbito, y por ello es que los relacionistas públicos se dedican a perfeccionar discursos políticos, empresariales, incluso personales para que tengan el impacto deseado y sean útiles. “El objetivo de la oratoria no solo en la verdad, sino la persuasión”.-Thomas Macaulay

Ya se habló mucho de Marco Tulio Cicerón, hablemos ahora de Helvia, la madre de éste. Ella era muy reconocida en su casa por saber administrar los bienes de manera proporcionada, sabiendo cuánto podía gastar para cada cosa y cuánto podía invertir en otra, en pocas palabras era una excelente administradora, tanto de tiempo como de dinero. Pocos saben que las relaciones públicas de derivan de la administración pero igualmente se apoya de ella. Un buen relacionista público tiene la capacidad de organizar eventos y realizarlos con el monto monetario que le sea destinado, es por ello que se encargan de realizar una aproximación de costos del evento, pidiendo presupuestos y gastando sólo lo necesario para que el evento sea un éxito. Pero la creación de un evento no sólo depende del dinero sino también de la administración del tiempo, un buen relacionista tiene como cualidad la puntualidad y de igual modo el manejo del tiempo y la entrega de resultados en tiempo y forma. “Aquel que prepara las cosas que tiene que hacer durante el día, y luego se atiene a ese plan, lleva consigo el hilo que le guiará a través del laberinto de una vida ocupada. Pero allí donde no se traza plan alguno,

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