La Concepcion

IMPORTANCIA DE LA ESCUELA Y EL ALCANCE DE LAS MISMA COMO PARTE FUNDAMENTAL EN LA CONSTRUCCIÓN DE UN PAÍS CON OPCIÓN DE FUTURO, QUE CAPACITE, VALORE Y MEJORE LA CALIDAD DE VIDA DE LOS NIÑOS QUE ATIENDE DESDE EL NIVEL PREESCOLAR

Desde hace un tiempo se ha planteado una nueva función educadora del Estado, una pedagogía integral, mediante la cual se redefina y se impulse real y efectivamente la participación consciente y democrática de todos; la escuela, directivos, maestros, padres, familiares, representantes, niños, vecinos, autoridades y organizadores civiles locales (de salud, deportivas, culturales, sociales, económicas, políticas, etc.) que con sus conocimientos y experiencias se aboquen, en una relación dialógica, a la elaboración del proyecto pedagógico de la escuela que se requiere, en el marco de una pedagogía compenetrada con la realidad cultural y social de los actores claves del proceso educativo.

Asimismo, la escuela debe ser el escenario para la participación y convivencia democrática, el lugar donde de igual forma se plantee y se discuta la problemática educativa y la comunitaria, en busca de las soluciones pertinentes. Propone un inédito espacio pedagógico integral y necesariamente sinérgico, en el cual el preescolar no sólo sea el sitio para que los niños pasen algunas horas de su tiempo.

En relación a lo antes mencionado, surge la necesidad de discernir sobre la importancia de los grupos comunitarios como medios de participación, reales y efectivos, de la población que conforman el entorno social y cultural de los planteles preescolares en las zonas más vulnerables por su fragilidad no sólo socioeconómica sino también jurídica. Hasta ahora se les ha pedido su concurso para la toma de decisiones políticas –procesos electorales- que obviamente les ha afectado.

Por tanto, es válido y pertinente facilitar e instrumentar su intervención en las políticas educativas del Estado, en el nivel que les compete, los centros preescolares, ya que allí asisten sus hijos, y como padres o representantes son ellos los primeros educadores, entonces hay que incorporarlos a las aulas, acompañando al docente en el hecho educativo.

Se plantea así, hacer de la educación preescolar el medio institucionalizado, donde el niño prosigue su proceso para crecer, para aprender a aprender, aprender haciendo, aprender para la vida, para ser más responsables y democráticos, en fin, un espacio donde la solidaridad de docentes, padres, familia y comunidad; sean el marco que brinde seguridad afectiva y de convivencia a los niños para su feliz y exitosa inserción social.

Es importante mencionar que para lograr esto es necesario el adiestramiento, capacitación, promoción, fortalecimiento, consolidación y reconocimiento de las organizaciones civiles comunitarias, como cuerpos sociales actuantes, capaces de insertarse en el quehacer educativo, no en condiciones subalternas –pues siempre ha sido así- sino con igualdad de derechos, deberes y responsabilidad, con injerencia en la toma de decisiones dentro el ámbito escolar y educativo, en un claro ejercicio de la democracia participativa, en el cual no sea un invitado a “participar” sino un participante que conoce y asume su papel significativo como sujeto fundamental en el proceso pedagógico de la educación.

La acción comunitaria en la perspectiva de la educación preescolar, conduce a la puesta en práctica de acciones conducentes a:

-La formación, adiestramiento y capacitación de los padres, familia, representantes y otras personas vinculadas, para que reconozcan y asuman la importancia de la educación preescolar para los niños, a objeto de garantizar la racional participación de estos actores en el proceso educativo y formativo de los niños menores de seis años que están a su cargo.

-Promover,

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