La conquista de la felicidad

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La conquista de la felicidad        (Bertrand Russell)

La conquista de la felicidad, es un libro que contiene en sus líneas principios filosóficos. El libro se divide en dos partes «Causas de la infelicidad» y «Causas de la felicidad», en la primera parte el autor nos hace un diagnóstico sobre las causas de la desgracia de las personas en la vida moderna, mientras en la segunda parte, el autor nos muestra  lo que para él son las causas de la felicidad y como está según él, es una conquista, no un regalo divino, y por tanto, tenemos que esforzarnos por alcanzarla.

• Primera parte: Las causas de la desgracia.

Capitulo I. ¿Por qué es desgraciada la gente?

 (Página 31)

En la primera parte el autor Russell intenta explicarnos, en líneas generales, por qué es desgraciada la gente. Nos plantea una comparación entre los hombres y los animales, nos hace saber que los animales son felices teniendo solo salud y comida, pero resulta que para  los hombres solo esto no les es suficiente para tener una vida feliz (sentirse realizado), la infelicidad proviene tanto del sistema social con el cual interactúan como de la psicología individual de las personas, como pueden ser: la educación, en el miedo, la posición social. etc.

[pic 6]El libro señala a tres tipos de individuos que buscan la felicidad a través de una disciplina externa, estos son:

• el pecador: entendiendo este concepto como la persona que vive abstraído en la conciencia del pecado y en continua contradicción consigo mismo como herencia religiosa o familiar de la que no logra desprenderse a lo largo de su vida.
• El narcisismo: consiste en el hábito  de sentir una admiración excesiva y exagerada, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades.
• El megalómano: comprendiendo a ese como un trastorno de la personalidad, caracterizado porque la persona que lo padece tiene ideas de grandeza, de manera que puede mentir, manipular o exagerar algunas situaciones o a las personas, a fin de conseguir sus objetivos.

Capitulo II. La desgracia Byroniana.

(Página 41)

Aquí el autor nos propone un tema bastante complejo. El autor nos habla de la “desgracia Byroniana”, sentimiento propio de las capas altas de la sociedad, quienes habían llegado a la conclusión que nada tiene valor en esta vida. Esta opinión, según el autor, provoca cierta desconfianza ante el resto de la sociedad, ya que la gente piensa que alguien que se alegra de sus propias desgracias no puede considerarse desgraciado. Todo esto para el autor no es relevante ya que el opina que todo el mundo puede ser feliz sea cual sea su situación sentimental en ese momento.

 “desgracia Byroniana”: “Y, por lo tanto, yo ensalcé a los muertos, que están más muertos que los vivos que todavía viven.”

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Capítulo III: Competencia.

(Página 58)

La competencia entre los seres humanos es uno de los grandes problemas que impiden que el ser humano sea feliz ya que siempre está pensando en que hace o que tiene el otro que el mismo no tienes o no hizo. Todos los seres humanos, tiene que luchar diariamente con otras personas que intentan “pisotearle” intentan a  toda costa demostrar, que son mejores que los demás o más sobresalientes, esto viene ocurriendo desde siempre el hombre es un animal con un espíritu competitivo muy arraigado y esto es un verdadero problema para aquellas personas que no son capaces de aguantar la presión.

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Capítulo IV: Fastidio y Excitación.

(Página 67) y (Página 68)

Este capítulo lo he dividido en dos párrafos.

Lo contrario al aburrimiento es la excitación. El aburrimiento nos causa horror y para evitarlo han inventado el alcohol, las drogas, la guerra e incluso señala Russell- la mitad de los pecados de la humanidad han sido cometidos por huir de él.

Es en la infancia en donde debiera enseñarse a los hombres a disfrutar los momentos de tranquilidad, los mayores placeres en la niñez son los que el niño descubre solo gracias a su inventiva e imaginación, así al crecer tiene la capacidad de soportar una monotonía provechosa.

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Capítulo V: Fatiga.

( Página 81)

Este tema es muy actual ya que vivimos en una sociedad trabajadora en la que, a veces, sentimos que trabajar menos que los demás es pecado; creemos que debemos llegar rendidos a casa para sentirnos mejores personas, para poder demostrar a todos que hemos realizado nuestro trabajo, todo esto por supuesto es una tontería ya que, no es mejor persona el que más horas y días trabaja, sino el que mejor realiza su trabajo y el que se siente orgulloso de lo que hace y lo hace con gusto. Todo este exceso de trabajo físico y emocional produce la denominada fatiga que, como bien indica el autor, solo se puede apaliar con el sueño.

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Capitulo VI: Envidia.

 (Páginas 91-92)

La envidia es un sentimiento conocido y sentido por todo ser humano. Nadie se conforma con lo que tiene, por mucho que posea, siempre añora y envidia todo lo que tienen los demás, ya sea su vecino, su jefe, o la portera todos creen ser peores que los demás y por ello quieren ser como ellos. Luego están las personas que lo tienen todo, y lo saben, y por ello quieren suscitar las envidias de los demás, cosa que les encanta; aunque ellos también, en el fondo, envidian a alguien.

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Capitulo VII: El concepto del pecado.

 (Página 103)

Se conoce como pecado a la transgresión voluntaria de la ley divina o de alguno de sus preceptos. Por otro lado, el pecado es visto como todo aquello que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido, por ejemplo; la violación de alguna ley o norma.

Este concepto estaba mucho más arraigado hace unos años que ahora, antiguamente se llevaba mucho más a rajatabla eso del concepto de pecar. Este fue uno de los grandes inhibidores de la sociedad ya que había muchísima gente que se sentía frustrada por no hacer algo que le apetecía o sentía, por ser considerada como un pecado.

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