La verdad sin calzones

La verdad sin calzones

Crónicas de los submundos

Gabriela Quevedo Vanegas

Jorge Edy Rojas Parra  

Institución educativa técnica san José

Ibagué Tolima

2022  

La verdad sin calzones

Crónicas de los submundos

AUTOR

Juan Guillermo Valderrama Santamaría

Gabriela Quevedo Vanegas

Jorge Edy Rojas Parra  

Institución educativa técnica san José

Filosofía

Grado 11-2

Ibagué Tolima

2022  

La historia contada en este libro comienza en la ciudad de Medellín más exactamente en el barrio Aranjuez contando la historia de un joven llamado Jaime Jaramillo Escobar, quien desde su corta edad de empezó a vivir en un mundo de descontrol  emocional, espiritual y físico.

Rodeado por una familia  ejemplar un padre tradicional paisa trabajador, conocido por toda la gente que habitaba la ciudad, dicho padre quien sufrió a causa del descontrol que su  hijo empezó a llevar desde la corta edad de trece años en la tienda de barrio que empezó a frecuentar con la excusa de tomar una gaseosa lo cual no era cierto, más bien era cerveza que tomaba para no desentonar con los amigos de barrio. Dicha costumbre que tomo de llegar a las seis de la tarde para tomar su gaseosa se volvió más frecuente por no decir que todos los días y en diversas horas ya que encontró la forma de ganar dinero con los consumidores de droga del barrio y dirán que porque en  esa tienda, pues quiero contarles que según relata Jaime la propietaria de la tienda una señora de contextura gruesa de baja estatura y con el delantal blanco que acostumbraban llevar las señoras avanzada edad para guardar su dinero, era la mal o bien llamada “gibara” del sector y que al ser Jaime tan popular en el barrio y al no querer ser descubierta le ofrece trabajar con ella llevando los encargos a sus amigos con eso dejaba su tienda de tener tantos jóvenes de mal aspecto y olor en su tienda.

Jaime habla con sus amigos y ellos confían ya en que él les lleve la droga y su rutina se vuelve sentarse en la tienda a esperar que el cliente más frecuente y el que más gasto hacia silbara para que el fuera por unos “cosos” como le pedían para que llevara la droga específicamente bazuco, Jaime que ganaba unos pocos pesos y que como tal no los necesitaba ya que su padre era reconocido por tener una empresa bien constituida familiar de pesebres ye imágenes religiosas la cual no les daba un estatus de millonarios pero si de una familia de estrato medio en la ciudad, por lo tanto Jaime no necesitaba de hacer este “trabajo” para poder vivir.

Al contar su historia el inicia con los relatos que acabe de escribir para continuar diciendo como era su vida antes tocar fondo en los aspectos que antes mencione, describe como fue expulsado de varios colegios al no ser un alumno fácil, ya que era indisciplinado y a nivel académico ni se diga no había nota buena en sus asignaturas mas bien malos comportamientos y afán por ser igual o peor que los llamados chachos del colegio, para eso era que asistía y para enamorarse de cuanta compañera diera rienda suelta a  sus halagos. Termino enamorándose de una crespa como el la llama morena de cuerpo espectacular la cual accedió a ser su novia y por supuesto a la cual debía deslumbrar con sus detalles para conservarla a su lado y viera que no fue cualquier pelagatos con el que sometió, por eso continua con su “trabajo” y visitas a la tienda de barrio donde hasta el momento nunca había probado los tales “cosos” que vendían y el entregaba mano puerta a puerta. Una noche sentado en la mesa esperando que lo llamaran el cliente frecuente de la doña recibió el llamado del señor quien pidió una y otra vez sus “cosos” durante toda la noche Jaime se quedaba hasta tarde ya que ganaba bien según sus cuentas pero esta noche fue algo inusual ya que el cliente pidió durante la noche y parte de la madrugada haciendo que la curiosidad de Jaime se despertara y le preguntara que sentía con esa droga que hacía que lograra gastar tanto dinero, el cliente le dice que la sensación no se la va a describir para que él no quiera probarlo y lo saco de su casa donde le llevo la droga, por supuesto esto causo aún más curiosidad en él y se fue para la tienda contando el dinero que ya había ganado y con la firme convicción de probar un coso para no quedarse solo con la respuesta que le dio el cliente, hay empezó el carme de este joven quien probo el bazuco sin pensar que ese sería el principio de lo que el mismo llama su desgracia.

Después de ese día no volvió a la tienda como trabajador de la dueña de la tienda si no como cliente compraba la droga sin que la señora fuera para el por temor a que su padre se diera cuenta  porque como conté antes él era conocido por todos y al ser el, su mensajero pues ella no sospecharía nada. su vida escolar fue de mal en peor ya que no asistía si cada que se percataba que habían pasado ya muchos días y podrían llamar a su papa, pero esto no le funciono9 un viernes que decidió no consumir si no ir al colegio al llegar se encontró con su padre de frente y con el rector quien ya le había dado parte de la inasistencia frecuente de su hijo, ya no podía hacer nada para que su padre no supiera y no se decepcionara mas de el por sus continuas faltas en todos los colegios de los cuales ya lo habían echado, de repente el padre llora diciéndole que ya sabía que estaba haciendo también en la tienda del barrio y que se arrepentía de darle la libertad que por ser hombre se debía dar según los hombres paisas, bueno esto creído solo por ellos según mi opinión.

Continúa Jaime contando que después de esto su padre decide enviarlo a un lugar en Colombia más exactamente en el putumayo, donde un primo que tenía  una carnicería para que trabajara y recapacitara de lo mal que estaba llevando su vida y tomara un rumbo diferente, mientras termina el periodo vacacional de mitad de año y que cuando volviera hubiera cambiado de modo de pensar, pero esto resulto peor y digo peor porque estuvo peor la cura que la enfermedad ya que al lugar donde llego los jóvenes de su edad tomaban, consumían y lo peor era que el que no tuviera sexo con prostitutas no era hombre, y por supuesto el no se podía quedar atrás ya hora co9n un sueldo que le daba su primo que no se comparaba con lo poco que ganaba en la tienda del barrio.

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