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Las mejores Cartas a un joven sin dios


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2015  •  Resúmenes  •  3.283 Palabras (14 Páginas)  •  290 Visitas

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Cartas a un Joven sin Dios

Angustia Juvenil

Las punzantes dudas… sobre si existe Dios.

¿Qué pude hacer un joven como tú, a tu temprana edad, si siquiera tener la clara decisión de qué estudiar, de a qué dedicar tu vida, con esa constante y cosquilleante inquietud permanente sobre la idea de Dios…?

¿Incidirá esa falta de fe religiosa en el rumbo a tomar?

Yo no creo que los seres humanos nazcamos con un destino programado desde nuestra gestación, por obra del azar o de una caprichosa divinidad que atribuye aptitudes e ineptitudes, apetitos y desganos.

Las cosas que hasta un segundo antes me habían parecido arbitrarias se llenan de sentido profundo, se simplifican extraordinariamente y al mismo tiempo se ahondan.

A pesar de que no lo conocía ni de vista, sintió por él una fe ciega, como la que sienten los creyentes por los dignatarios de su iglesia.

La angustia tiene manifestaciones insospechadas, según se la asuma.

“Si el hombre fuese un animal o un ángel, no sería nunca presa de la angustia. Pero, es a la vez un animal y un ángel y por tanto, a causa de su doble identidad, se angustia, vive angustiado, y cuanto más hondamente se angustia, tanto más grande es un hombre”.

Si no luchas contra la angustia, si logras abandonarte a ella y mantener tranquilamente la conciencia de estar angustiado, si puedes a cada momento ubicarla, reconocerla, merecerla, si hasta logras reconciliarte a ella de alguna forma, entonces quizá estés a salvo de sus efectos más nocivos y se vuelva tu aliada.

Hay lugares para todo, como hay gente para todo.

“Los diablos sólo se telegrafían”

El reto del ateísmo

¿Y si no estuvieras llamado a la fe religiosa y, a pesar de ello, necesitaras darle sentido a tu existencia a través de otro rumbo, porque intuyes que sólo ese sentido te permitirá sentirte realizado, de acuerdo contigo mismo, con tus semejantes y con las reglas morales que te impongas, sin la miserable sensación de vagar en la niebla, dando palos de ciego?

¿Y qué piensa de a gente que aún hoy se dice creyente?

Esa fe me parece una supervivencia. Creo que hubo una época en la que era “normal” creer en Dios, en el siglo XVII por ejemplo.

El hombre pude salvarse por su acción. La acción te define, porque conlleva una ética, sin remedio.

Sigo creyendo que este mundo no tiene un sentido superior. Pero sé que hay algo en él que tiene sentido, y es el hombre ante su prójimo. Porque ese encuentro le da sentido a todo.

Al no poder echar raíces en mi corazón, vegetó en mí durante algún tiempo y después se fue.

Yo había encontrado mi religión: nada me parecía más importante que un libro. En la biblioteca veía un templo.

¡Pero si Dios no existe!

¡Pero entonces si existen los fantasmas!

“Mira, el cielo no responde”

“Ante una creación que tortura a los niños, regreso mi boleto”

El materialismo

“Nada de lo humano me es ajeno”

El ateísmo es un producto de la Iglesia misma y su fanatismo.

Ninguna persona con tres dedos de frente y mínimamente ilustrada podía creer ya en ese Dios justiciero y vengativo, que no vino a traer la paz sin la guerra, que no se tentó el corazón para ahogar como gatos a los ejércitos del malvado Faraón y que exigió a Josué que pasara a cuchillo a los habitantes de Jericó, por más que, en general, al Nuevo Testamento y a Cristo en particular se le rescatara en un sentido puramente humano y, para muchos, hasta político.

“Todo Dios y su Santa Madre”

El auténtico ateísmo, en cambio, no sólo niega la pluralidad de los Dioses o un Dios personal, sino cualquier forma de trascendencia espiritual y hasta de un “otro” mundo.

La religión… es sólo un atavismo a superar.

“Que el alma sobreviva a la muerte es tan absurdo como que un reloj roto en mil pedazos siga dando las horas”.

Fuera de la naturaleza y del hombre nada existe, y los seres superiores que nuestra fantasía religiosa inventa no son más que el reflejo fantástico de nuestro propio ser.

Dios fue mi primer pensamiento, la razón el segundo y el hombre como tal el tercero.

¿Puede haber algo más atractivo que lo prohibido?

¿Puede esa Iglesia, hoy en pleno siglo XXI, darle refugio y consuelo religioso a un joven tan angustiado y confundido sobre la idea de Dios…?

Si regresara Cristo a la Tierra habría que volver a crucificarlo inmediatamente, antes de que empezara a desmantelar la rica y poderosa institución que se levantó en su nombre.

Marx: Cambiar al mundo

Al mundo sólo lo cambiaremos actuando sobre él.

El infierno está sembrado de buenas intenciones, mejor dicho, de buenas y variadas interpretaciones filosóficas.

La verdad le ocurre a una idea. Se convierte en verdadera, es hecha verdadera por los acontecimientos.

La verdad es un proceso: el proceso de su verificación

Si lo divino existe, está en relación directa a nuestra actitud hacia el prójimo y su abstracción es relativa.

Si durante tu juventud encuentras alguna forma de refugio en un sentimiento religioso, ya nunca te abandonará, por más que luego lo conviertas en opuesto, o sea en antirreligioso.

Hay que fundir pensamiento y acción y mostrar cómo el hombre es un ser en constante transformación.

La enajenación es para Marx una forma de vida pasiva hacia el mundo y hacia un mismo.

El hombre necesita algo más.

El ateísmo es el humanismo conciliado consigo mismo por la eliminación de la religión. El comunismo, es el humanismo conciliado consigo mismo por la eliminación de la propiedad privada.

La religión es el opio para el pueblo.

El esclavo que ha tomado conciencia de su esclavitud y se ha puesto en pie para luchar por su liberación, cesa de ser esclavo.

A Dios se le cayeron las barbas.

Nietzsche: la nostalgia de Dios

¿No oís el rumor de los sepultureros que entierran a Dios?

Los Dioses también se descomponen ¡Dios ha muerto! ¡Dios está muerto! ¡Dios permanece muerto! ¡Y nosotros le dimos muerte! ¡Cómo consolarnos nosotros, asesinos entre los asesinos!

¿Tendremos que convertirnos en dioses o al menos parecer dignos de los Dioses?

¿De qué sirven éstas iglesias si no son sino los sepulcros y los monumentos de Dios?

La muerte de Dios significa la gran catástrofe. Vacío desolador: el mar plenamente agotado. Un espacio vital sin esperanza: el horizonte borrado. La plena oscuridad: La Tierra desenganchada del Sol. Se abre el caos, el frío y la noche interminable del nihilismo.

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