Los hijos de la Malinche, perspectiva propia.

-El laberinto de la soledad-

“Los hijos de la Malinche”

-Octavio Paz-

En este ensayo Octavio Paz intenta demostrar que los mexicanos somos imprevisibles, y nos da a conocer una frase que resulta interesante desde el comienzo, peculiar frase que es conocida por todo mexicano: “Viva México hijos de la chingada”, misma frase que para muchos resulta ofensiva y poco apropiada, sin embargo al paso de la lectura ésta toma un sitio verdaderamente importante, Octavio Paz hace referencia con esta frase primeramente a la identidad del obrero, diciendo que éste carece de dicha  identidad, puesto que se le define como un vil instrumento que las compañías pueden remplazar con facilidad,  esto hace dar una pequeña conclusión a Paz, nos hace notar que si está es nuestra definición de obrero, la mayoría de los trabajadores son obreros lo que nos deja ser una sociedad sin rumbo puesto que el obrero no conoce el verdadero resultado de su trabajo.

Enseguida marca el significado de la palabra Chingar, Octavio intenta expresar con varios ejemplos el significado de la palabra haciendo alusión a como se usa. Que significa, y cuando la usamos y porque, caso que resulta un tanto tedioso, sin embargo todos esos ejemplos son resumidos en una frase del mismo autor, para el mexicano es “chingar o ser chingado”, ésta nos lleva a analizar el papel del macho, famoso “macho mexicano” que es únicamente una máscara que impide ser chingado, es aquí donde entro en total acuerdo con Paz, ya que es en esta parte donde queda claro que para que el hombre no sea chingado debe tener una faceta bien puesta de macho mexicano, y es algo que sencillamente es inevitable, porque aunque alguno quiera ser neutral alguien va a querer ser el chingón y como no te puedes dejar chingar tú también te vuelves chingón y a fin de cuantas todos en México somos chingones no guste o no y el que no literalmente se chinga o mejor dicho se lo chingan.

Por último, al término de este ensayo Octavio Paz hace referencia a la malinche, la cual fue una india que se entregó a Hernán Cortez para ayudarlo, y cuando éste ya no la necesito la olvido, Paz nos dice entonces que Cortez se la chingó, así que todos somos hijos de la Malinche, lo que nos hace a todos unos “hijos de la chingada” y también chingones.

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