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MUERO CONTENTO

Lucía LopardoTrabajo11 de Noviembre de 2019

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                                                          Trabajo Practico

  • Resumir la lectura que propone Ramírez sobre “Muero Contento.” Explicar como es su modo de leer, tomando en cuenta los conceptos de Ludmer.

El protagonista del cuento “Muero Contento” es el sargento Cabral, figura mítica de la historia argentina: es el soldado que sacrifico su vida para salvar al general San Martin durante la batalla de San Lorenzo. Según el propio San Martin, las ultimas palabras del joven habrían sido: “¡Viva la Patria! Muero contento por haber batido a los enemigos” atribuyéndole gloria, heroísmo, sacrificio patriótico e inmortalidad. El título evidentemente irónico del cuento anuncia el tono: Cabral es un jovencito perdido entre el humo y el ruido de la batalla, completamente desorientado y desamparado, que no tiene ganas de morir, y que se encuentra salvándole la vida a su jefe por pura casualidad. Desde la primera página, el lector entiende que el personaje podría difícilmente identificarse con un héroe que pretendía morir “contento” por la patria. La evolución narrativa imita el movimiento de una pérdida de identidad, una especie de despersonalización, movimiento exactamente inverso a lo que pasa con la mitificación. Después de sacar al jefe de debajo del caballo, el joven soldado clavado por una bayoneta enemiga entiende rápidamente que se va a morir.  Es de notar la condescendencia algo cariñosa del narrador omnisciente hacia el personaje. Su punto de vista contribuye a desolidarizar al lector de Cabral lo cual impide por completo el tipo de identificación que se suele hacer con una figura de héroe. Marcando la distancia entre el discurso fijado por la Historia, y lo que bien podría ser lo que pasó verdaderamente, sin olvidar que lo importante más el hecho de emitir una duda sobre lo demasiado fijado e indiscutible/indiscutido. Finalmente, el mito queda desintegrado.

Antes de comenzar a explicar el modo de leer que opto Cecile Ramírez sobre la lectura “Muero Contento” proponemos aclarar que al hablar de “modos de leer” nos referimos a ciertos códigos de lectura que elige una persona para desarrollar ideas sobre un determinado corpus concreto, es decir sobre algún texto, un autor, una obra, o alguna corriente, para ejercer sobre él una lectura con un objetivo específico. Josefina Ludmer, escritora y crítica literaria, explica en su libro Clases 1985. Algunos problemas de teoría literaria, que para construir los modos de leer hay que hacer dos preguntas, cada una de ellas desdobladas: ¿Qué se lee? (¿Cuál es el material? y ¿Con qué sentido?) Y ¿desde dónde se lee?  (¿Cuál es lugar del crítico? y ¿sobre qué practicas literarias se basa?)

A partir de estas dos concepciones propuestas podemos observar, por un lado, que Ramírez realiza una critica sobre el corpus literario de Martin Kohan sobre el sargento Cabral. Tomando como base el lenguaje específico y su significado del autor al que se le debe su crítica, une al personaje del cuento en sí, las relaciones sociales y morales que hay entre esta figura y las distintas miradas que tiene la sociedad sobre este, creando un discurso para fundamentar su crítica literaria y la desarticulación de las figuras míticas. Ramírez le otorga un sentido al corpus literario leído, realiza una critica basada en la interpretación y en el significado concreto del lenguaje utilizado por Kohan para  describir como en ese texto se habla sobre otro relato donde se cuenta la historia de una figura mítica por una acción no intencional, sin embargo lo que se quiere dejar en claro es la posibilidad de generar dudas sobre aquello que suele ser demasiado indiscutible o glorificado, se utilizan recursos narrativos para la desmitificación de las grandes figuras acompañados por la ironía para una posible desconstrucción del mito; por otro lado el lugar que ocupa Ramírez como critica esta basado en dos funciones: por una parte se dispone desde el crítico como interprete, según Ludmer el crítico interprete se ubica como mediador entre un corpus considerado difícil, hermético y/o problemático y le da su interpretación para difundirlo; por otra parte toma la posición del critico como lector privilegiado, que es aquel que publica una lectura, que desencadena una escritura de una lectura y por lo tanto los debates.

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