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NARRATIVA AREQUIPEÑA Y OSWALDO REYNOSO DÍAZ

Carlos PortillaEnsayo3 de Diciembre de 2018

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NARRATIVA AREQUIPEÑA

Y

OSWALDO REYNOSO DÍAZ


INDICE

INTRODUCCIÓN        3

1.1. Definición        4

1.2. Contexto histórico social        5

1.3. Características        6

1.4. Aporte Literario        7

1.5. Representantes        7

1.6. Etapas        9

1.6.1. Etapa inicial        9

1.6.2. Etapa contemporánea        10

OSWALDO REYNOSO DÍAZ        11

2.1. Sinopsis biográfica:        11

2.2. Producción literaria.        12

2.2.1. Los inocentes        12

2.2.2. En octubre no hay milagros        12

2.2.3. Arequipa lámpara incandescente        12

2.3. Los inocentes        13

2.3.1. Resumen        13

2.3.2. Análisis literario        14

2.4. Trascendencia        14

2.5. Aporte literario        15

2.5.1. Forma        15

2.5.2. Fondo        15

2.6. Apreciaciones críticas de las obras literarias de Oswaldo Reynoso        15

CONCLUSIONES        17

REFERENCIAS        18


INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de investigación, se analizará la narrativa arequipeña, como también la vida del autor Oswaldo Reynoso; el análisis de este autor con el objetivo de entender en qué contexto y que mensaje busca transmitir el autor con tan esplendida obra. El trabajo consta de dos capítulos en la primera profundizaremos la narrativa arequipeña desde la publicación de la primera novela, Sor María de Belizario Llosa daremos un recorrido a través de la historia y de los autores; luego en el segundo capítulo nos enfocaremos y analizaremos la narrativa de Oswaldo Reynoso Díaz, quien para Willar Díaz fue el primero en iniciar la literatura contemporánea, fue el puente y cambio hacia una literatura contemporánea.

Realizamos esta investigación para conocer más profundamente los autores arequipeños y tener una noción de las obras arequipeñas que poseemos, valorar estas obras y estudiarlas más, incluso hasta antes de esta investigación no conocíamos algunos autores y creo que este trabajo tiene esa finalidad conocer más los autores y sus obras.

Por último, este trabajo tiene en especial dos objetivos, la primera la de adentrarnos más en nuestra literatura arequipeña, conocer a nuestros autores y sus obras más representativas; el segundo es para aprobar de manera satisfactoria el curso de literatura regional y nacional. Para englobar todas las partes del trabajo, se culmina con cuatro conclusiones.


LA NARRATIVA AREQUIPEÑA

1.1. Definición

Según la RAE la narrativa es “un género literario que está constituido por obras literarias como las novelas o cuentos” (http://dle.rae.es/?id=QGmJhdD) considerando también a un determinado autor, época o lugar. Considerando este concepto podemos decir que la narrativa arequipeña nació a mediados del siglo XIX, teniendo entre sus referentes a Mariano Melgar y se ha caracterizado por tener estrecha relación con las formas sociales o incluso políticas, pero con una inclinación popular y principalmente mestiza o “indígena”.

Según Cáceres T. (2018) La literatura arequipeña “tiene entre sus rasgos definitorios, la Arequipeñidad, como esencia fundamental de su regionalismo”. Otros renombrados historiadores destacan estos rasgos no solo dentro de la sociedad sino también la encuentran presente en sus manifestaciones literarias.

La narrativa arequipeña y su identidad tienen comienzo en los inicios libertarios en el siglo XIX, vale destacar también la importancia de Mariano Melgar como referente, gracias a la calidad de su lírica, su ejemplo y el valor que le da a los temas que en esa época estaban tomando papel. Acontecimientos revolucionarios que hicieron que Arequipa sea considerada una constante fuente de hechos políticos y de una mala relación entre el gobierno y la capital, esto se puede ver reflejado en la literatura de la época donde se hace eco a los acontecimientos sociales a modo de reflejar la realidad por la cual se está atravesando y como consecuencia la concepción de posturas críticas. Obras como Lelia de Ernesto Noboa y Jorge el hijo del pueblo de María Nieves y Bustamante presentan como fondo la histórica revolución de 1858, estas y otras obras nos muestran el espíritu rebelde y heroico de los arequipeños y a la vez su decisiva participación en lo que podría ocurrir en el Perú.

En el siglo XX, junto con los pensamientos modernistas, empiezan a surgir a nivel nacional diferentes grupos provincianos, con intentos políticos de descentralizar el país. Arequipa no fue ajena a estos grupos es por eso que nace el “Aquelarre”, ideado por el poeta Percy Gibson Moller, quien se encargaría de reunir jóvenes de esa época, 1916, para hacer una evolución grandilocuente de la lira. Incluso María Nieves y Bustamante, reconoció su labor, dicho grupo se mantuvo activo hasta 1919.

Cáceres, T. (2018) afirma que “En el caso del grupo Aquelarre, la prédica de sus cultores era dotar a Arequipa de un sentido práctico a un pueblo que solo arrastraba una vida de lamentaciones y desgarramientos descomunales, además de una literatura melancólica”. También encontramos la generación del 50 que surge a raíz de un hecho social político, la “última gran revolución de Arequipa”, los integrantes de este grupo tienen como finalidad reafirmar el regionalismo apelando a formas poéticas tradicionales que se habían olvidado, como el yaraví, romances o baladas; teniendo entre sus representantes a Cesar Rodríguez Olcay, Belisario Calle, Renato Morales, Jorge Bacacorzo, Carlos de la Riva, entre otros. En 1950 aparecen otros jóvenes que dan realce a la poesía pero sobre todo a la narrativa; autores como Mario Vargas Llosa, Oswaldo Reynoso, César Vega Herrera, continúan con el legado de los escritores del siglo XIX pero además entregan narraciones donde describen conflictos sociales y políticos de la realidad peruana.

A inicios de los noventa se dio una gran efervescencia por la narrativa, esto se dio gracias al nacimiento de grupos literarios como los Claraboya, Solitarios, Paria, los cuales sacudieron a Arequipa con sus propuestas, teniendo entre ellos a escritos como Juan Pablo Heredia, Fernando Rivera, Goyo Torres, entre otros. Sin embargo, la temática de la narrativa arequipeña se renovó, dejando las características regionalistas y el reflejo de la sociedad y sus problemas. Ahora “la literatura se ve como un ejercicio libre de creación, cuyas reglas válidas son la imaginación, el talento creador y la capacidad de fabular, más allá de los registros sociologistas y costumbrismo telúrico de generaciones pasadas” (Literatura en Arequipa, 1995 – 2005, p.46). Además, se los espacios marginales, ignorados por la prosa, son llevados a la ficción y se trabajan nuevas propuestas, se da construcción a un nuevo personaje arequipeño que reemplaza al characato o loncco de antaño, la narrativa arequipeña se moderniza.

1.2. Contexto histórico social

En los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX han sido marcados por acontecimientos de diversa índole, entre ellos tenemos la incorporación de la modernidad, avance tecnológico, y la presencia de ideas que expresan inquietudes intelectuales y populares produciendo cambios significativos en la fisionomía de la ciudad.

En el año de 1896 se instala el Observatorio Astronómico y llega a Arequipa el primer fonógrafo. En 1897 se presenta la primera función de cine, ese mismo año se funda el colegio de San José y al año siguiente el de La Merced, además de la primera escuela nocturna para obreros. En el año 1900 se instala la Sociedad Patriótica de Artesanos y se forma la Liga Municipal Independiente que tiempo después se convertiría en una sección arequipeña del Partido Liberal del Perú, dicho movimiento representaría la vanguardia ideológica y política, algunos autores como Juan Carpio Muñoz, la describen como ideología socialista y liberal; teniendo a intelectuales Mariano Lino Urquieta (1867 -1920) y Francisco Mostajo (1874 - 1953) como líderes políticos.

En 1904, se abre el estudio fotográfico Max T. Vargas y se funda el Centro Geográfico, al año siguiente aparece el diario El Pueblo y la revista Juventud; en 1906, se celebra por primera vez el primero de mayo y se abre la Escuela Normal de Mujeres, en 1907 se forma el Ateneo de Arequipa donde figuran escritores como Augusto Aguirre Morales y Renato Morales de Rivera; el siguiente año se funda el Centro de Instrucción y el Estudio de Bellas Artes donde aparecen las revistas Prisma y Albores, que son seguidas en 1909 por Arlequín, Arequipa Ilustrada y Sucesos.

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