ORNAMENTACION Y DELITO – ADOLF LOOS

ORNAMENTACION Y DELITO – ADOLF LOOS

Ornamentación y delito es una crítica a la ornamentación y las artesanías de las cual él no estaba conforme ya que era un retraso a la evolución de la humanidad. Por ello, Adolf Loos indica que era un enorme daño, y las devastaciones que ocasiona la ornamentación a la evolución de la estética, además de que era un delito a la economía donde se pierde el trabajo, el dinero y el recurso humano.

Adolf Loos indica que "El impulso de ornamento de uno y de todo a su alcance es el antepasado del arte pictórico. Es el bebé hablando de la pintura ... la evolución de la cultura marcha con la eliminación de la ornamentación de los objetos útiles". Explicando el así que ornamento resultaba obsoleto para algo cotidiano además de usando indebidamente ya que el uso de la mano de obra ya no se pagaba como era debido, esto debido a que el ornamento o era propio de esa época, además de ser un retroceso o degeneración al ornamentista.

El ornamento era una carencia que tenía como consecuencia la disminución del tiempo del trabajo. Por lo cual el ornamento era una fuerza de trabajo y material desperdiciados.

¿Por qué Adolf Loos critica a la ornamentación?

Loos comenta que “El primer ornamento que nació la cruz, tuvo un origen erótico, La primera obra de arte, la primera actividad artística que el artista pintarrajeo en la pared, fue para despojarse de sus excesos. Una raya horizontal: la mujer yacente. Una raya vertical: el hombre que la penetra. El que creo esta imagen sintió el mismo impulso que Beethoven compuso la novena sinfonía”. Loos fue un observador y precursor de su tiempo además de las manifestaciones culturales, de ahí también rechaza al ornamento por motivos económicos, indicando que era un mal uso de la mano de obra, explicando así que la ornamentación era una forma de desperdiciar dinero y que esto desfavorece a los sectores primarios productores de la ornamentación.

E. Chao (2006), en la publicación de “El arquitecto sin adornos” menciona ha “ornamento y delito” de la cual comenta que él defiende la sobriedad, ataca las formas decorativas gratuitas y se manifiesta en favor del progreso sujeto a las técnicas del trabajo dentro de la sociedad.

En 1893 embarca para visitar la exposición Universal de Chicago y permanece tres años en EE. UU, país en el que vivió de trabajos eventuales como albañil, entarimador y dibujante. En 1896 regreso a Viena donde en 1908, se realiza el VIII Congreso Internacional de Arquitectura y la I Exposición de Arte, cuando Adolf Loos realiza su conferencia: “Ornamento y delito” origino gran tumulto y escándalo. Aquí Loos critica al gobierno y lo acusa de volver a los ciudadanos “atrasados”, poniendo como desarrollo a un país como “América”. Dado que en ese momento ve a la ornamentación como algo atrasado. Que el ornamento era un símbolo ya pasado. Y que era un signo de degeneración estética y moral.

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