RESEÑA DEL LIBRO: “HAY QUE TENER MÁS HUEVOS QUE ESPERANZA”
dearspaceEnsayo1 de Noviembre de 2021
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN
DERECHO ADMINISTRATIVO
TRABAJO OBLIGATORIO:
RESEÑA DEL LIBRO “HAY QUE TENER MÁS HUEVOS QUE ESPERANZA”
FECHA: 08 • ABRIL • 2021
MAGAÑA AGUILAR ELSA MARLEN
RESEÑA DEL LIBRO:
“HAY QUE TENER MÁS HUEVOS QUE ESPERANZA”
MÓNICA BORDA
INTRODUCCIÓN
RESUMEN:
En la vida se enfrentan conflictos importantes; el dolor, la frustración y el desencanto pueden hacernos creer que los sueños están lejos de cumplirse o que son inalcanzables. Sin embargo, todos tenemos potencial para lograrlo a través de la constancia y el trabajo duro.
El libro tiene como objetivo identificar las emociones que detienen el crecimiento, así como las que también las impulsan. Es importante ser consciente de lo que sientes, piensas y cómo te percibes; aprender a conocerte para no repetir los errores y caer en las trampas emocionales.
Se presentarán las dos caras de una emoción para identificar en cuál nos encontramos. Primero se mostrará el lado negativo, después se brindarán consejos, estrategias y ejercicios para cambiar y abandonar los efectos nocivos y así, posteriormente, se dará la cara positiva de esa emoción, sus beneficios y cómo podemos integrarla en la vida cotidiana.
No implica cambiar quién es uno, sino en saber cómo reaccionamos a ciertas situaciones. Las emociones positivas y negativas son la postura que tomamos ante la vida, reconocerlas significan un potente motor de cambio.
OPINIÓN:
Parece ser que el libro va a proponer diferentes acciones con las que podremos controlar las diferentes emociones que se presentan día a día. De acuerdo con su planteamiento, podría ser de gran utilidad para nuestro autocontrol y para aprender a sobrellevar de una mejor forma las problemáticas que llegan a presentarse.
CAPÍTULO 1. LA VIDA NECESITA HUEVOS
RESUMEN:
“Solo necesitaba huevos para hacerlo. No había de otra”, uno puede quedarse en su zona de confort y esperar un mejor momento o, bien, creer en uno y lanzarse. Enfrentar el miedo y no dejar que lo invada a uno. Perseguirlo uno mismo y no él a uno.
Un aspecto importante, es que no bata con tener esperanza para que las cosas sucedan, es necesario tener huevos y actuar. Conocer nuestro potencial, vencer las ideas y emociones cómodas que solo te estancan y a superar el miedo a transformarte.
La formación es fundamental, pero lo más importante es atreverse a subir al escenario de tu vida. No hay otra forma, más que decidirse a actuar, porque si nos quedamos esperando el momento correcto, quizá no llegue jamás.
La esperanza es un sentimiento positivo y además es precioso porque nos impulsa. Suena muy bien, pero ese sentimiento solo acompaña, no resuelve las situaciones. Su tarea es animarnos, no salir a diario a trabajar para realizar nuestros deseos.
Echarle huevos a la vida, implica aspectos sutiles, pero decisivos, que únicamente están en nuestras manos y no depende de nadie más:
- Conocernos, aceptarnos, querernos y defender con asertividad lo que nos importa.
- Saber que no podemos controlar todo lo que sucede, pero sí podemos elegir nuestras actitudes frente a ello.
- Aprender a vivir conectado con nuestra parte más auténtica.
El secreto está en salir de nuestra zona de confort. ¿Qué es? Es un estado mental que nos impide cambiar y evolucionar. Es decir, la comodidad que hemos construido a lo largo de los años hace que nos sintamos seguros porque creemos que tenemos todo bajo control, de esa forma, la rutina se vuelve complaciente y dejamos de tomar riesgos.
No se debe confundir una vida estable con llevar una rutina negativa y conformista. La primera es un territorio creativo y de oportunidades; en la segunda, te dedicas a actuar en piloto automático. Se dejan de sentir las emociones incómodas, pero se terminan sustituyendo por otras dañinas como la pasividad, la apatía y el vacío existencial.
Detrás de la zona de confort hay miedo, suele relacionarse con la incertidumbre y la inseguridad. Nos asusta lo que ignoramos y lo que puede pasar.
La incertidumbre es positiva y cuando la incorporas a tu vida, el se acaba porque en verdad quieres estar ahí. Lo importante es qué quieres realmente, donde te quieres parar y qué lugar quieres ocupar en tu vida.
Cuando asumes tus metas y te haces responsable, entonces armas un plan de acción para lograrlo. Es una especie de ruta a seguir para llegar a tu destino.
La receta es:
- Identificar tu meta: ¿qué quiero? ¿qué busco? ¿cuál es mi sueño?
- ¿Qué necesitas saber? Identificar las conductas generales que ayudarán a lograr la meta.
- ¿Cómo lo vas a hacer? Identificar las acciones que tomarás.
- ¿Con qué cuentas? Considerar los artículos, herramientas, dinero y demás cosas para ejecutar el plan.
- ¿A quién necesitas? Se refiere a las personas que contribuirán o facilitarán el proceso.
- Plantea las tareas que debes realizar: Platear las conductas diarias que seguirás. Es importante numerar las acciones que debes tomar y ser especifico.
- Ejecuta: Sacar los huevos de la canasta y usarlos para hacer realidad lo que buscas.
Tú eres tus emociones y por eso es importante que las conozcas, lo que sientes influye en lo que piensas.
OPINIÓN:
Es importante como es primer capítulo plantea lo que es la zona de confort y cómo nos encontramos dentro de esta sin darnos cuenta. Así como, los diferentes puntos en los cuales podemos trabajar para salir de ella.
En este mismo capítulo, nos plantea la autora una dinámica con la cual podemos comenzar a realizar un plan de acción para acercarnos a lo que uno está soñando. De esta forma, tomar las medidas necesarias para dejar de lado lo que impide que nos desarrollemos. Es decir, confrontar a nuestro enemigo interno.
Me ha parecido un capítulo interesante y con puntos muy asertivos sobre las limitantes que nosotros mismos nos ponemos, ya que no debemos esperar milagros, sino actuar y buscar las oportunidades que deseamos.
CAPÍTULO 2. DESESPERANZA O ESPERANZA
RESUMEN:
Cuando estamos sumidos en el abismo emocional de la desesperanza, perdemos de vista las oportunidades y damos por sentado los recursos personales con los que contamos para salir adelante: seres queridos, trabajo, ciertas habilidades o, incluso, la oportunidad de ayudar a otros a superar el sufrimiento.
La propuesta es darle al dolor un sentido positivo, decidir qué actitud quieres tomar ante los momentos difíciles de la vida, aquellos que salen por completo de tu control; observar y colmarlos de elementos positivos.
Muchas veces se inicia el camino de la transformación con gran confianza, pero ¿qué suele pasar después? Nada. No ocurre lo que buscamos porque nos hace falta un ingrediente fundamental: la acción.
Las expectativas son historias que nos contamos sobre lo que queremos que suceda y tienen que ver con una palabra: la ilusión. Un elemento psicológico muy poderoso que crea la imagen en nuestra mente de cómo y dónde queremos estar, alimentándose poco a poco de sueños y energía y, por eso, es tan doloroso cuando no se cumple.
La decepción es la puesta de entrada a la desesperanza. ¿Qué es ese sentimiento? Es cuando crees que todos tus esfuerzos han sido en vano, donde uno mismo se dice que sin importar lo que se haga, los resultados no van a llegar. Entonces nos vendamos los ojos y dejamos de ver los aspectos valiosos que nos rodean.
Si te resignas a vivir de este modo, empiezas a alimentar una actitud negativa de queja. Lo peor es que cuando fomentas ese estado de ánimo solo provocas que llegue a tu puerta más de lo que no quieres.
¿Cómo puedo acabar con esa tristeza, con la apatía, el estrés y la indecisión? Solo acepta la situación. Es el primer paso que necesitas para salir del círculo de negatividad en el que estás encerrado. Cuando aceptas lo que estás viviendo, dejas de pelear con lo que te sucede y eso es fundamental para iniciar el cambio que buscas.
El segundo paso, es el cambio de actitud. Se trata de estar abierto y, por lo tanto, tener disposición para enfrenar lo que se presente. Es fundamental tener muy presente que la actitud es una decisión. Importa porque esto influye en tus acciones y, en especial, en tu manera de responder a los desafíos de la vida.
Es importante no confundir la ilusión con la esperanza. La primera es una idea, una historia que nos contamos sobre lo que debería suceder basada únicamente en nuestros deseos.
La esperanza es la llama que nos mantiene vivos en los momentos difíciles, nos permite mantenernos de pie emocionalmente cuando sentimos que nuestras certezas se derrumban.
No podemos cambiar la realidad, pero nuestra actitud puede modificar cómo la percibimos. O te ríes o lloras. Cuando vives con esperanza hay todo un mundo positivo dentro de lo negativo.
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