Rebelion en la granja
Juan Antonio Alvarez ElizaldeReseña24 de Septiembre de 2015
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Rebelión en la granja.
Me pareció una lectura bastante interesante porque deja al descubierto, o mejor dicho, nos recuerda nuestra vida cotidiana, como es que la elite, a través de las promesas y las ilusiones, motiva al pueblo a que apoyen sus propuestas haciéndoles creer que es lo mejor y que es lo que quieren, y cuando los recursos discursivos no convencen del todo y hay un grupo que se opone, la elite recurre a la censura por medio del uso de la fuerza y encubren ese acto, diciendo que los opositores son un mal que afectaría a la sociedad.
Uno de los sucesos que más llamó mi atención dentro de la lectura es la cuestión en la que los cerdos continuamente modifican los mandamientos, agregando excepciones, las cuales permiten a los marranos llevar a cabo actos que anteriormente estaban prohibidos, y que al final los convierten en seres superiores, eliminando todos los demás mandamientos y dejando solo uno.
Lo que comenzó como una lucha de iguales en contra de un poder superior y malvado que tuvo como desenlace la afirmación de ‘la unión hace la fuerza’, poco a poco se fue deformando hasta convertirse en un sistema totalitario donde solo una elite puede gozar del nuevo orden social mientras que todos los demás son sometidos cada vez más sin ninguna posibilidad de revelarse ante el nuevo gobierno.
En lo particular, me parece que el libro puede ser una analogía de la historia de México, ya que varios de los cambios que han sido producto de guerras y combates, comienzan de la misma forma, un grupo está inconforme con el gobierno que tienen y comienzan a reunirse para propagar sus ideales y derrocar al poder actual, una vez que lo logran se crea un nuevo orden social en el que el pueblo sigue siendo pueblo y aquellos que comenzaron la movilización terminan siendo lo que en algún punto fue lo que se quería erradicar.
Uno de los personajes que cautivo mas mi atención fue Boxer, el caballo, fiel y trabajador, el cual me hizo pensar en toda la gente ‘ignorante’, la cual cree en todo lo que el gobernante dice, no cuestiona, solo trabaja y cuando tiene alguna duda o algo que es dicho contradice lo que piensa, abandona lo que cree y adopta lo que le es dicho, sujetos que se parten el lomo día a día para que el cambio sea posible y puedan tener una mejor calidad de vida, pero que cuando tienen alguna lesión, el sistema los abandona y le dicen al pueblo que sí lo van a ayudar.
Por otra parte se encuentra Monses, el cuervo, que al inicio del texto se menciona es un chismoso y que es el consentido del señor Jones; cuando el cuervo habla acerca de lo que ha visto en los cielos, lo que hace es crear un escenario utópico entre los que conforman a la granja, considero que lo que hace es lo mismo que la Iglesia, dar consuelo a las masas, diciéndoles que hay algo que mejor que lo que tienen, algo a lo que todos quieren llegar, y que en parte genera una resignación colectiva, ya que ‘algún día les tocara gozar’.
Otra manera de hacer que los individuos se sometan ante el poder es, como se menciona en la lectura, recordando periódicamente los acontecimientos que cambiaron el rumbo de la sociedad y marcar que con el nuevo sistema se vive mejor y, en el caso de no vivir mejor, de que ya no están bajo el yugo de un ser despreciable; aunque los animales trabajaban más que antes, ya no obedecían al señor Jones, eran seres ‘libres’.
Al final, como ya mencionaba más arriba, George Orwel nos narra cómo entre los humanos y los cerdos ya no había diferencias y es cierto, los individuos que se encuentran e poder son deformados al punto de convertirse en aquello en lo que en algún momento llegaron a detestar y estar en su contra y los únicos que se dan cuenta de ese cambio es la sociedad que esta fuera de las altas esferas.
Orwel, George. Rebelión en la granja. Ed. Planeta México. México. 2007
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