Recensión - Bestiario (Julio Cortazar)
sebiche1925Ensayo26 de Julio de 2021
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Recensión literaria:
Bestiario (1951) de Julio Cortázar.
Editorial Sudamericana
Bestiario es el primer libro de cuentos publicado por el argentino Julio Cortázar y se compone de ocho escritos que resultan independientes entre sí y que se reparte a lo largo de 165 páginas. En dichos relatos se recogen elementos realistas de la sociedad argentina de los años 50 los cuales se mezclan con elementos fantásticos que rompen con la cotidianidad de la obra, dotando al relato de una atmósfera que mezcla lo extraño con el terror, y que en algunos casos puede llegar a ser confuso.
El primer ejemplar que aparece en la obra corresponde a Casa tomada. Esta obra resulta de fácil lectura ya que no comprende de un léxico mayormente complejo, además su realismo casi inalterable permite una lectura más fluida. Dentro de este cuento se relata la historia de dos hermanos que viven en una gran casa que les correspondía a sus antepasados. La rutina que ambos hermanos llevaban dentro de la casa era casi monótona, sin embargo, esta cotidianidad se ve progresivamente afectada por extraños sucesos, lo que hace que los personajes comiencen a perder progresivamente la casa donde vivían.
A continuación, se presenta el cuento Carta a una señorita en Paris. El narrador de la obra relata a lo largo del capítulo su experiencia cuidando la casa de una mujer (Andrée), quien se encontraba de viaje en París. La casa se caracterizaba por tener un orden casi enfermizo sin embargo, ciertos elementos fantásticos que se insertan en el cuento rompen con la naturalidad del lugar y del relato.
Lejana es el tercer cuento del libro, el cual se centra en una mujer (Alina Reyes) que tiene conflictos respecto con su otro yo. La mujer mediante la escritura en su diario íntimo va relatando las experiencias que siente cuando su otro yo se hace presente en su imaginación. Sin embargo ese imaginario se vuelve realidad lo que da un giro inesperado en la vida del personaje.
Luego se da paso al cuarto cuento denominado Ómnibus, que cuenta la historia de dos jóvenes que se ven intimidados por extraños comportamientos por parte de los pasajeros de un ómnibus, llevándolos progresivamente a la desesperación. Pero la única forma de escapar de dicha situación tormentosa es llegar a su destino.
Cefalea y Circe son dos obras que continúan con la composición de la obra. En la primera, un grupo de criadores de mancuspias se esmeran por cuidarlas a fin de obtener ganancias, sin embargo, estás traen consigo una serie de enfermedades que terminan teniendo graves consecuencias para los cuidadores, quienes no se ven en condiciones de continuar con el cuidado. En la segunda, se presenta un cuento que rompe con lo fantástico, dando un tinte más realista. Mario es un hombre que desde su niñez se encontraba enamorado de Delia, una mujer mayor que él. La mujer tenía mala reputación debido a la repentina muerte de sus novios anteriores, lo que hace que Mario, al comenzar una relación amorosa con ella, devele la misteriosa vida de la mujer y los enigmas que oculta.
Las puertas del cielo es el penúltimo cuento del libro Bestiario. La muerte de Celina no pasa inadvertida para Mauro y para Marcelo, quienes recuerdan constantemente a la figura de la mujer de modo nostálgico. Sin embargo, un suceso sobrenatural hará que los personajes comprendan que la mujer alcanzó finalmente “las puertas del cielo”.
Por último, el cuento homónimo es el que aparece al final de la obra y cierra el ciclo de cuentos de Cortázar. La historia se centra en la familia Funes, quienes subordinan su vida al tránsito de un tigre por todo su hogar. Progresivamente, la familia comienza a descomponerse en el ámbito moral, lo que cambia con una trágica situación.
En mi opinión, me parece que algo llamativo a considerar de la lectura de Bestiario de Cortázar es cómo se presenta en algunos de los cuentos como Casa Tomada, Ómnibus, Cefalea, Carta a una señorita en París y Las puertas del Cielo la dualidad civilización/barbarie que fue postulada en 1845 por Sarmiento en su obra Facundo. Sin embargo, dicha dualidad está aplicada a un nuevo contexto: el populismo argentino de Perón.
Antes de comenzar con el análisis, resulta necesario aclarar las terminologías que serán utilizadas. Para comprender la concepción de barbarie que se denota en dicha obra es necesario generar una analogía con lo que expresa Sarmiento (1874) dentro de su obra Facundo: “La barbarie y la violencia bajaron a Buenos Aires más allá del nivel de las provincias” (p.24). Con lo expresado anteriormente es posible inferir que la barbarie es símbolo de violencia, de lo no civilizado, y esa violencia es aquella que se comienza a insertar dentro de lo urbano. La barbarie entonces, correspondería a las personas provenientes del mundo rural (lo periférico), aquellas que no tienen un acceso sofisticado a estudios y costumbres occidentales como si lo tienen las clases aristócratas. Por otra parte y en contraste, aparece la terminología de civilización. Sarmiento (1874) dentro de su obra relaciona lo civilizado con lo europeo (o con lo derivado de lo europeo) y con lo urbano: “El hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la vida civilizada, tal como la conocemos en todas partes: allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción, alguna organización municipal, el gobierno regular” (p.27). Esta noción de civilización representa el orden y las ideas ilustradas.
Como punto de partida de esta recensión se utilizará el cuento Las puertas del cielo. Como se mencionó en la sinopsis del comienzo, los cuentos al ser independientes unos del otro, me permitieron una mayor flexibilidad en la elección de los relatos a fin de otorgar una mayor organización al producto. Ahora bien, la elección de este cuento para el comienzo de la recensión se debe a que en este Cortázar presenta de manera más clara la dualidad civilización/barbarie, principalmente a través de la figura de Marcelo quien es el narrador de la historia. Este personaje es un reconocido abogado que suele frecuentar lugares de Buenos Aires que le permitan estar en contacto con otras personas de otra índole social. En una de sus salidas con Mauro, a quien invita al “Santa Fe Palace” para que olvide por un instante la muerte de Celina, critica a los individuos que atestan el lugar:
“Me parece bueno decir aquí que yo iba a esa milonga por los monstruos, y que no sé de otra donde se den tantos juntos. Asoman con las once de la noche, bajan de regiones vagas de la ciudad, pausados y seguros de uno o de a dos (…) Además está el olor, no se concibe a los monstruos sin ese olor a talco mojado contra la piel, a fruta pasada, uno sospecha los lavajes presurosos, el trapo húmedo por la cara y los sobacos, después lo importante, lociones, rímmel, el polvo en la cara de todas ellas, una costra blancuzca y detrás las placas pardas trasluciendo. También se oxigenan, las negras levantan mazorcas rígidas sobre la tierra espesa de la cara, hasta se estudian gestos de rubia, vestidos verdes, se convencen de su transformación y desdeñan condescendientes a las otras que defienden su color. Mirando de reojo a Mauro yo estudiaba la diferencia entre su cara de rasgos italianos, la cara del porteño orillero sin mezcla negra ni provinciana, y me acordé de repente de Celina más próxima a los monstruos, mucho más cerca de ellos que Mauro y yo” (Cortázar, 1951: pp.130-131)
Cortázar a través de esta descripción realizada por Marcelo nos revela explícitamente sesgos de dicha dualidad. Esta descripción resulta ser una crítica despectiva hacia un grupo de personas que se encuentra en el lugar donde yacían los personajes Marcelo y Mauro. Esto permite categorizar a Marcelo, que es quien emite el juicio, dentro de lo civilizado y lo intelectual (cabe recordar que es un abogado) mientras que las personas que confluyen en el interior de la milonga son la barbarie, ya que son quienes provienen de “regiones vagas de la ciudad”, es decir, del interior y rompen con el orden de las urbes.
Del mismo modo que en Las puertas del cielo, en el cuento Ómnibus también Cortázar hace referencia la dualidad civilización/barbarie. Durante el viaje el viaje en ómnibus, dos jóvenes son intimidados por extraños comportamientos del chofer y su guarda como también de los demás pasajeros por el simple hecho de no llevar un ramo de flores en su mano:
“notó que el muchacho parecía inquieto, miraba a un lado y al otro, después hacia atrás, y se quedaba sorprendido al ver a los cuatro pasajeros del asiento posterior y al anciano del cuello duro con las margaritas (…) de adelante tiraban las miradas del guarda y las dos chiquilinas, de la señora de los gladiolos, hasta que el muchacho se dio vuelta para mirarlos como aflojando. Clara midió su acoso de minutos antes por el que ahora inquietaba al pasajero” (Cortázar, 1951: p.57)
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