Resumen de la obra “El diablo de los números”

ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA

“PEDRO DE ALBA” PLANTEL 9

Resumen de la obra “El diablo de los números”

MAESTRO: Mario García Rocha

MATERIA: Matemáticas IV

Grupo:

ALUMNO:

INTRODUCCIÓN

El diablo de los números es una maravillosa obra que habla sobre Robert, un joven que como muchas persona, odia las matemáticas ya que le parecen aburridas, molesta porque no las acaba de entender especialmente por culpa de su profesor el señor Bockel, quien se la pasa comiendo mientras los niños hacen cálculos, además de odiar sus sueños que además siempre son pesadillas que se repiten y que lo atormentan ya que baja por un tobogán sin fondo o un pez gigante lo engulle hasta que una noche,pero en vez de esas típicas pesadillas a las que Robert ya se había acostumbrado conoce a un pequeño diablito que se hace llamar el diablo de los números, quien le ayudara en las matemáticas para que Robert pueda comprenderlas y entender que no son tan difíciles como parecen, que todo se puede hacer con el 1, que los números son infinitos o que no se necesita una calculadora, la importancia del número cero, que los números pueden ser de primera, entre otras lecciones.

Durante 12 noches El diablo de los números le enseñará que las matemáticas pueden ser sencillas y maravillosas a través de diversos acertijos y divertidos escenarios, sin embargo a final de cuentas son solo sueños que desafortunadamente no pueden ser recreados en la vida real

DESARROLLO

Robert es un niño al que no le gustan las matemáticas, principalmente porque al

igual que muchas otras personas se les hacen complicadas o no las entienden. Está

cansado de siempre quedar como el tonto cada vez que sueña, más que sueños,

son pesadillas en las que a veces era tragado por un pez gigante, excepto cuando

deseaba algo fuertemente como esa bicicleta que tanto quería, pues sus sueños lo

engañaban haciéndole creer que estaba en el sótano esperando a que la

encontrara, por supuesto que solo era un sueño y dicha bicicleta jamás aparecía en

el sótano.

Así es como Robert se convierte en un niño cansado de soñar y que odia

las matemáticas, hasta que una noche en vez de bajar por un tobogán, ser tragado

por un pez o encontrar un bicicleta soñada en su sótano se encuentra en una

pradera con hierba tan alta que le llega a los hombros y a la cabeza; mirando a su

alrededor encuentra un anciano del tamaño de un saltamontes, se hace llamar el

diablo de los números a lo que Robert reacciona de manera negativa y escéptica

pues en primer lugar asegura que tal cosa como el diablo de los números no existe

y recordemos que le fastidia todo lo que tenga que ver con números y matemáticas

principalmente por culpa de su profesor de matemáticas un hombre que solo puede

pensar en comer. El diablo de los números escucha las quejas de Robert y le revela

que hacer cuentas es algo que muchos matemáticos prefieren no hacer para no

perder el tiempo y que para eso está la calculadora, resulta que a Robert no le dejan

usar calculadora en su escuela pero eso no es lo que importa porque el diablo de

los números pretende ayudar a Robert a deshacerse de su odio por las matemáticas

a lo que él se muestra renuente y el diablo de los número no tolerará que un niño le

hable de manera refunfuñona a un diablo como él.

El diablo decide comenzar la lección de Robert explicando que sumando de uno en uno se puede llegar a cualquier número y que los números son infinitos, Robert no cree que los números sean infinitos y el diablo enojado le pregunta ¿cuántos chicles se han comido ese día en todo el mundo?, Robert no sabe cómo contestar la pregunta con exactitud pues tan solo contando los que se han comido sus amigos imaginando los que se han comido en toda Alemania le resulta abrumador pero el diablo de los números alega que incluso si se supiera la cantidad total de chicles que se han comido en el mundo, se podría simplemente sacar otro comérselo, sumando uno a la cuenta, explicando así que no hace falta contarlos todos de uno en uno, simplemente saber que se pueden conseguir más, de esta manera Robert no tiene otra opción más que

admitir que ciertamente los

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