Resumen del artículo de saens ripoll.

Los personajes que inventa Ruiz Zafon siempre tienen algo enigmático. Por eso son tan atractivos, porque no son criaturas planas. No se dedican a oficios comunes, en general. Encontramos magos, inventores, feriantes, escritores, pintores, artistas,Todos unidos por una sensibilidad

hacia lo artístico. Muchas de las mujeres tienen habilidades musicales o tocan el piano o son cantantes de ópera. Los hombres son los que crean los artilugios, relojes imposibles, máquinas extrañas, seres quiméricos, autómatas que cobran vida... Hay, por lo tanto, toda una corte de criaturas sorprendentes que se relacionan siempre con el mal y son, por así decirlo, los ayudantes de las sombras. Por ejemplo el mago Caín

Hay un tipo de seres que están en to-

dos los libros de Ruiz Zafón, pero de una manera distinta a como nos los imaginamos nosotros; son, por así decirlo, el negativo de lo que siempre nos contaron.

Nos referimos a los ángeles que en ningún momento, en las páginas leídas, son buenos o nobles; más bien se comportan como el ángel caído o como verdaderas

apariciones de pesadilla. Son o reales o figuras del decorado; pero siempre causan espanto, desazón, miedo

Ruiz Zafón concede mucha importancia a los decorados y a ellos dedica sus

mejores descripciones. En sus obras

siempre hay una casa abandonada, siniestra, que esconde un secreto, o una

casa aún habitada llena de recovecos y

de misterios. Son los escenarios del mie-

do, de la fantasía, del dolor, del amor.

La casa que van a habitar los Carver

es, en apariencia, normal, pero entre sus

paredes habitó una familia marcada por

la desgracia. Son siempre casas muy

grandes, llenas de habitaciones:

Otros son los escenarios que maneja

Ruiz Zafón. Le gustan los pueblos y

ciudades con mar

suele centrar episodios de sus novelas en

cementerios, poco conocidos —el de

Sarria— o más conocidos —el de Mont-

juïch— e, incluso, simbólicos, como El

Cementerio de los Libros Olvidados eYo

La sombra del viento. Gusta también

de estaciones de tren que en todas sus

obras aparecen, ya sea como punto de

llegada o de partida,

sus persona-

jes, parece tener de la infancia es demole-

dora, porque no la ve como un periodo

inocente y feliz, sino como una época de

sombras y dolorosas sensaciones. De he-

cho, sus personajes no han sido niños fe-

lices.

Vida y muerte van unidas en las histo-

rias que nos cuenta Ruiz Zafón y, mu-

chas veces, la muerte es liberadora, tien-

de un manto de consuelo sobre esos

seres consumidos por sus miserias

Son historias que tienen una lectura

aparente que después cambia por com-

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