Resumen y comentario de la lectura de El hombre light
Karla AmayaResumen1 de Marzo de 2016
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(Resumen y comentario de la lectura de El hombre light, una vida sin valores, de Enrique Rojas)
XV. LA FELICIDAD COMO PROYECTO
Este penúltimo capítulo de la obra se enfoca hacia el tema de la felicidad y Rojas (2012) comienza concibiéndola como “la aspiración más completa del hombre”, en cuanto a que es la “vocación fundamental del hombre” y la inclinación primaria a la que se dirigen sus esfuerzos. El objetivo de la felicidad tiene dos claves para el hombre: 1. Haberse encontrado a sí mismo; y 2. Tener un proyecto de vida. Dicha felicidad consiste sobre todo en la “ilusión” y en contar con un programa de vida atractivo; dicho proyecto debe ser personal y en su creación hay que tener en mente la distinción entre “desear” y “querer”: el deseo se mueve en el plano del sentimiento o emoción sin más; el “querer” es un acto de la voluntad, una lucha por alcanzar el objetivo. Asimismo, la noción de “sentido” presenta tres connotaciones: 1. Contenido; 2. Dirección; y 3.Unidad. Rojas (2012) también sugiere combatir dos peligros en la consecución de objetivos: 1. El de la “dispersión” (falta de profundidad; y 2. El del “compromiso” (comprometerse sólo con lo que puede llevarse adelante). Y, finalmente, para desarrollar ese proyecto vital se requieren las siguientes condiciones: orden, constancia y voluntad (pp.143-146).
A continuación, en el presente capítulo, el autor escribe acerca de lo que denomina la “Tetralogía de la felicidad” y que consiste en: encontrarse a sí mismo, vivir de amor, trabajar con sentido y poseer cultura como apoyo. El ser humano no puede vivir sin amor en el corazón porque es “animal amororum”, ese amor también es tendencia hacia la persona amada (que también puede ser la persona de Dios) y también puede traducirse como amor al trabajo bien hecho. De manera similar, la “cultura” tiene como aspiración fundamental la “libertad” y ayuda a que la vida del hombre sea más humana. Por su parte, la “felicidad” es comparada en este texto con un rompecabezas en el que siempre falta una pieza y por ello consiste básicamente en “ilusión” como su nota prospectiva (pp. 146-148).
En su siguiente tema, el autor sostiene que “El hombre feliz tiene paz consigo mismo” y escribe acerca de dos tipos de felicidad: la del hombre apolíneo, fundada en el orden y el equilibrio; y la dionisíaca, la del que busca sensaciones nuevas, movimiento, actividad. Aunque entre una y otra se dan muchas concepciones diferentes de felicidad, pero en todas priva la búsqueda de la libertad, en ello se necesita no decaer en alcanzar la meta propuesta, aspirar a los valores eternos (paz, armonía con los demás, encuentro con el otro, educación para la libertad y la convivencia, aspiración a la trascendencia y al amor auténtico). En ese contexto “la felicidad es un resultado” como “experiencia subjetiva de encontrarse bien consigo mismo” (pp. 148-150).
Dando continuidad al tema del amor, el autor ahora se refiere la felicidad como “conjunto de pequeñas ilusiones” en tanto que la felicidad como un absoluto no existe, la felicidad debe construirse de pequeñas ilusiones, o como indica el autor: “la felicidad consiste en una mezcla de alegrías y tristezas, de luces y sombras, pero dotadas de amor”; ello implica que hay que prestar atención a la vida afectiva, ya que el hombre “light” ha descuidado su lado afectivo al interesarse en el hedonismo y la permisividad; a ello se suma también la angustia que también introduce el subjetivismo y el individualismo (pp.150-152).
El autor concluye este capítulo haciendo énfasis en el tema: “Sin un norte moral la lucha por la libertad cae en el vacío”, argumentando que “sin unos criterios morales objetivos, la lucha por la libertad no tiene sentido”; esto se pone de manifiesto sobre todo al confrontar las aspiraciones del hombre “light” quien pareciera construirse para sí mismo una religión y una moral “a la carta” de acuerdo a lo que le convenga en el momento. Si bien el hombre es llamado a la libertad, la genuina libertad se fundamenta en la verdad y en el amor, en ese sentido el autor propone que “la salida para dejar de ser persona “light” está en el paso de la inmanencia a la trascendencia, dejar el individualismo y el materialismo” (pp.152-155).
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