Robinson Cursoe

ROBINSON CURSOE

¿CÓMO LOGRAR TRASCENDER CON UN SOLO PROTAGONISTA?

El libro del cual se hará a continuación este ensayo sobre “La aportación del protagonista en el desarrollo de la historia” es un gran clásico de la literatura en todo el mundo, llamado Robinson Crusoe. Tal libro fue publicado en 1719 por el británico Daniel Defoe, siendo considerada esta obra como la primera novela inglesa.

A través de la lectura de distintos tipos de textos literarios nos podemos ir dando cuenta de la extensa variedad de temas y formas de escribir existen, siendo cada una de ellas interesantes por cierta razón en particular. Existen desde cuentos cortos que nos dejan alguna enseñanza, hasta las grandes sagas que se vuelven religión para muchos lectores alrededor del mundo. Esta ocasión nos tocará revisar lo interesante y trascendental que una novela puede ser solamente creando a un protagonista el cual conviva con algunos personajes secundarios pero de manera muy superficial; es decir, la aportación del único protagonista en el desarrollo de la historia.

Creemos con gran certeza que esta novela es trascendental y de culto por varias razones, como: la excelente descripción y la capacidad de las palabras para trasladarte al escenario y los eventos a través de la imaginación, la fácil comprensión porque está escrita en primera persona creando un ambiente en el cual parece que le están hablando al lector, y por último la secuencia de eventos contados en la novela que hacen de esta una obra magnífica.

LA MAGIA DE LA DESCRIPCIÓN

Dentro de la novela “Robinson Crusoe”, se nos relata la historia de un joven, que teniendo una familia acomodada se decide por irse a explorar y vivir aventuras extraordinarias. Sin el consentimiento de sus padres, un día se embarcó con lo cual comienzan sus aventuras y así mismo, el inicio de esta gran novela. Todas las aventuras que vivió se nos relatan de una manera tan descriptiva, por ejemplo cuando se embarca hacia Londres, cuando se queda atrapado junto a los demás del barco en una tormenta, cuando relata su vida como esclavo y luego su paso por Brasil antes de naufragar en una isla él solo.

Toda esta sucesión de eventos que se nos van presentando a lo largo de la vida de Robinson Crusoe nos hacen trasladarnos de manera mágica a lo relatado, ya que la narración es muy detallada y aún así de simple comprensión para todos. Daniel Defoe, el autor, logró el traslado de los lectores de manera muy magistral, y aquí está un fragmento de la novela para comprobar lo que postulamos.

“A cada ola temía desaparecer, y cada vez que el buque se sumergía en medio de las olas, creía iba a parar al fondo del mar para no volver a salir de él. Durante esta tribulación hice muchas veces el voto de que si el Señor me sacaba de tan amargo trance, y yo podía poner de nuevo el pie en tierra firme, no volvería a embarcarme jamás y tornaría al momento a la morada de mis padres para dejarme guiar en adelante por sus consejos y no exponerme otra vez a semejantes peligros.” (Defoe, 1719, p. 4)

Como se pudo leer anteriormente, la descripción es excelente al igual que la capacidad de las palabras para trasladarte al escenario y los eventos a través de la imaginación, algo importantísimo en un libro que solamente tiene un protagonista y que pudiera caer en un texto sin profundidad y aburrido.

LA CLAVE ESTÁ EN LA PRIMERA PERSONA

La segunda argumentación de porque el protagonista aporta algo importantísimo al desarrollo de la historia es el hecho de que toda la novela está escrita en primera persona. Esto da la impresión de que es el mismo personaje el que nos está contando sus aventuras y vivencias, algo que es muy interesante y te atrapa dentro de la historia.

Esta es una buena técnica usada por varios autores para poder reflejar los sentimientos y pensamientos de los protagonistas, haciendo que los lectores se interesen más por los personajes, ya que se humanizan, se vuelven casi reales y esto hace más

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