SAPIENCIAS Y ARTIMAÑAS DE SÓCRTAES, EL FILÓSOFO DE LA CALLE...

Sócrates, un filósofo que vivió en Grecia, fue uno de los primeros hombres en cuestionar las divergencias ideológicas de cualquier persona.

En este libro ya mencionado anteriormente, se hace referencia a la gran sabiduría de Sócrates, su principal cualidad era que pasaba la mayoría del tiempo, si no es que en su totalidad preguntando a las personas sobre cualquier acción, sentimiento, etc. y nunca se quedaba con alguna duda, además no se conformaba con la primera respuesta, seguía buscando por otros lados hasta conseguir sus objetivos.

A él no le importaba su aspecto físico ni su posición económica, decía que la belleza era interior en cualquier ser humano, ya que las demás cosas eran superficiales para él, solía decir que la única cosa de la que realmente somos dueños, de la cua no corre el riesgo de perderse al azar de los acontecimientos, es la chispa de la mirada, o bien nuestra alma o conciencia, este personaje se valía de su fanatismo en la filosofía para enfrentar cualquier insulto.

Respecto a los amigos, él pensaba que si realmente lo apreciaban, no importaría nada con tal de estar con él, ni la comida, ni el dinero, por mencionar algunas, y aquellos que aceptasen el nulo ofrecimiento de Sócrates, lógicamente serían muy pocos, serian ellos sus verdaderos amigos, de los cuales se contarían muy fácilmente con los dedos de las manos.

El que fracasa voluntariamente es el único que tiene mérito. La capacidad vuelve imperfecto al otro, al que falla, tropieza, desfallece, todo esto, referente a la capacidad de todo ser humano para pensar detenidamente antes de actuar, Sócrates decía que nunca había visto de cerca a un hombre que sea malo voluntariamente y esto conlleva a la siguiente conclusión: Un hombre que piense que lo que hace no puede hacer daño, es porque la maldad no es más que necedad.

Para Sócrates era muy fácil percatarse de las personalidades que habitan en Atenas, ya que para él, como se menciona anteriormente, la forma de vestir era superficial y cuando veía la riqueza de alguien, en este caso la de un hombre engalanado, con ropas de seda, la resumía como una manera de vestir muy útil para los actores que representan la tragedia, pero completamente inútil para la felicidad de la vida. En ese momento se dirige a un hombre con una vestimenta muy sencilla y agrega que su vanidad es conducida a través de los agujeros de su capa sin necesidad de tratar de mostrar lo contrario.

Menciona que sin duda alguna hay cosas más importantes que una vida llena de placeres y lujurias, ya que probando esto una vez será como un barril con agujeros el cual debe ser llenado a cada instante, resumido en que si uno vierte mucho, mucho es lo que se derrama, no hay nada mejor que llevarse la vida tranquilamente, sin diversiones, placeres innecesarios que solo atraen problemas y más problemas.

En mi opinión, podría pasar

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