Salvese quien pueda

Introducción

La tesis principal de la obra es la desaparición de los empleos, que aumenta de manera exponencial conforme avanza la tecnología y se desarrollan supercomputadoras y robots que puedan sustituir en un futuro no muy lejano a el 47% de los empleos que existen, según una investigación de Oxford. La creación de nuevas empresas tecnológicas que dan lugar a estos cambios cada vez será más habitual y por ende acabaran terminando con su competencia convencional, como Blockbuster y Netflix. Esta transición tendrá lugar en los próximos 15 a 25 años.

Este breve ensayo tratará de mi opinión y punto de vista acerca del futuro que se nos avecina como profesionistas, pues es de alta importancia que nos planteemos un plan de acción para poder adaptarnos a estos cambios.

Desarrollo

Es bien sabido que para la mayoría de los negocios resultará más atractivo invertir en robots automatizados que hagan las mismas labores que los humanos, pues significaría un aumento importante en las ganancias tener empleados que trabajen las 24 horas del día, no pidan aumentos y tampoco tengan vacaciones. Entonces es aquí donde entran las siguientes preguntas; ¿nuestra profesión será reemplazada por la tecnología? ¿Cuáles deberían ser nuestras próximas acciones por tomar si no queremos que ocurra esto?

Aunque los empleos afines a la ciencia no son mencionados en el libro como otras profesiones, es conveniente que sigamos preparándonos con esta premisa en mente y no estancarnos en lo convencional pues no estamos exentos de sufrir el cambio que se avecina. Procurar mejorar como personas y desarrollar siempre que se pueda nuevas habilidades que nos conviertan cada día en una persona difícil de remplazar es clave.

Algunos trabajos afines a la química podrían ser automatizados en un futuro, tales como el análisis clínico, el control de calidad o incluso la enseñanza de asignatura. Por eso que yo creo que la forma de adaptarnos en el futuro es seguir innovando e interconectar la química con las nuevas tecnologías. Apostaría que aquel profesional de nuestra facultad que pueda llegar a tener la capacidad de estar innovando constantemente sobrevivirá a los cambios que se nos avecinan, incluso podría ser parte del diseño de una nueva era de la química.

Otro punto que me gustaría resaltar es la educación. Andrés Oppenheimer le dedica un capítulo completo a desarrollar cuál es su predicción sobre el futuro de los maestros. Me parece que lo importante es analizar qué tan pedagógico sería la educación frente a un robot, el argumento fuerte del autor es que el robot tendría mucho tiempo disponible para interactuar con el alumno, a diferencia de un maestro que no tiene ese recurso tan valioso. Sin embargo, en esta contingencia nos hemos dado cuenta de que no es tan sencilla la estrategia pues las personas necesitamos interactuar unas con otras. Entonces resulta evidente que ni los maestros ni el sistema convencional desaparecerán por completo, pero es hora de ir pensando que una educación en donde una computadora juegue un papel fundamental va a llegar y tenemos que estar preparados.

Conclusión

Por último, he de decir que comparto la postura del autor. Los resultados a muy muy largo plazo de esta transición tecnológica serán muy benéficos para la raza humana, pues seguramente se verá reflejada en la productividad y calidad de los servicios que se proporcionen, también se reducirá la violencia y el descontrol. Sin embargo, la transición será desoladora para muchas personas y se abrirá una brecha social enorme, sin duda podría llegar a ser tormentoso.

Si existe algo en lo que nunca seremos remplazados es en nuestra capacidad como seres humanos de sentir y pensar, es fundamental alimentar esa parte y las artes son una de las mejores maneras de hacerlo. Nuestro juicio y la calidez humana son factores que nunca podrán ser remplazados

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