Salvese quien pueda

¡Sálvese quien pueda!

“ Desde que un estudio de la Universidad de Oxford pronosticó que 47% de los empleos corren riesgo de ser reemplazados por robots y computadoras con inteligencia artificial en Estados Unidos durante los próximos 15 o 20 años, no he podido dejar de pensar en el futuro de los trabajo” (Oppenheimer, pag. 11)  El fenómeno de la automatización es hoy en día la mayor amenaza a los trabajos en el mundo. El periodista argentino Andrés Oppenheimer, nos relata en este libro el gran problema que tiene la sociedad por delante, los robots.  Dicho fenómeno no es nuevo, pero nunca antes se había dado tan aceleradamente.  El avance de la tecnología ha venido destruyendo empleos desde la Revolución Industrial, pero los humanos habían podido crear nuevas fuentes de trabajo. Ahora, el crecimiento tecnológico es cada vez más rápido. Esto hace que ya no se tenga tiempo para contrarrestar la perdida de empleos.

Oppenheimer, se dedicó a viajar a distintos lugares del mundo como Inglaterra o Japón para preguntarle a los expertos qué opinaban del asunto. Además vio con sus propios ojos el cambio que poco a poco se empieza a notar. Se dio cuenta como en los países más desarrollados el uso de nuevas tecnologías, robots, inteligencia artificial y algoritmos están haciendo el trabajo que antes muchas personas hacían. Pero, a diferencia de los humanos, son más eficientes y menos costosos.

Uno de los mejores ejemplos que representa este fenómeno es Kodak. La empresa que se dedicaba a la industria fotográfica tenía 140 000 empleados se fue a bancarrota por Instagram, que solo tiene 13 empleados. Pero está empresa supo anticiparse y aprovechar la fotografía digital.

Otro ejemplo es Blockbuster, la compañía de alquiler de películas. En su apogeo, llego a tener 60 000 empleados. Pero, se fue a la quiebra por no saber competir contra Netflix, una pequeña empresa que en sus inicios solo tenían 30 empleados.  En el mundo laboral, hay empleos que han desaparecido o que han ido disminuyendo conforme el paso del tiempo. Tal es el caso de los ascensoristas, operadoras telefónicas y obreros de maquinas manufactureras.

En este ensayo se hablará sobre los temas más importantes, a mi parecer, del libro “¡Sálvese quien pueda!”. Además daré mi punto de vista en algunos puntos y claro, en las conclusiones.

El libro comienza en la Universidad de Oxford, Inglaterra. En donde el autor entrevistó a Carl Benedikt Frey y Michael Osborne, investigadores de la Oxford Martin School. Estos investigadores ingleses publicaron un estudio en el año 2013 donde creían que el 47% de los empleos podría desaparecer en un tiempo de 15 a 20 años, todo por la automatización.

El estudio contiene un ranking de 702 profesiones con sus respectivas probabilidades de ser eliminadas.

El algoritmo que utilizaron Frey y Osborne rankea las ocupaciones con la mayor probabilidad de desaparecer hasta la que tiene menor probabilidad. Es decir, el primer puesto comienza con los telemarketers, que tiene 99% de probabilidad y luego van disminuyendo.

Los primeros que aparecen en el ranking son los vendedores por teléfono, como lo mencione antes,  bibliotecarios o agentes aduaneros.

Por lo general, los empleos que se verán más afectados son los que tienen que ver con almacenar información, desde los oficinistas hasta las áreas de ventas y servicios.

“ la novedad de la tecnología es que ahora puede reemplazar labores rutinarias de oficina, de la misma manera en que desde hace mucho ha venido reemplazando las labores manuales rutinarias en las fábricas” (Oppenheimer, pag. 21) Como bien dice Osborne en la entrevista, los empleos  con mayor grado de simplicidad serán los primeros en desaparecer.  Así que mientras más complejo sea un trabajo será más difícil que se automatice, por ende es menos probable que desaparezca.

Un problema con los empleos del futuro es que serán más complejos. Como mencioné anteriormente, los trabajos más simples serán los primeros en desaparecer. Pero, el problema es que con la educación y habilidad que tienen las personas que ejercen dichos trabajos, no podrán o será más difícil acceder a los nuevos empleos. Simplemente porque no tienen las cualidades que se necesitan. La gente con altos niveles de estudios o habilidades estarán listas para cambiarse de trabajo si así lo necesitan, mientras que los que están menos capacitados corren el riesgo de ser reemplazados por completo.

Después, Andrés viajó a Japón. En donde se encontró muy sorprendido al llegar a un hotel de la cadena Henna. Este hotel es el primero en el mundo que es operado totalmente por robots. Al llegar a la recepción, Oppenheimer se encontró con dos robots con forma de dinosaurio que le dieron la bienvenida. Estos robots tenían en sus manos unas tabletas, en donde primero introdujo el idioma que deseaba. Luego, le pidieron una identificación , lleno un formulario y finalmente termino su registro. El siguiente paso es recoger la llave de tu cuarto y listo.  Una vez en su cuarto se encontró con otro robot. Su nombre era Tapia y algunas de sus funciones eran activar música,  encender la televisión o subir y bajar la temperatura del aire acondicionado.

En la cafetería/comedor del hotel tampoco había humanos. Había una maquina con imágenes de comida que tu podías seleccionar y al hacerlo esta misma maquina te preparaba tu orden. Según el autor la comida no fue de su agrado, pero sin duda es algo totalmente nuevo e innovador el cero uso de personas. Después, te cuenta que si hay personas en el hotel. Dos empleados para ser exactos, uno es el gerente y otro el encargado de cualquier imprevisto con las maquinas.

Este modelo de hoteles parece que va en aumento en Japón y no tardará mucho en expandirse a diferentes partes del mundo.  Y cómo no hacerlo si los costos salariales disminuyen considerablemente con solo dos empleados por hotel. El hotel Henna cuenta con una capacidad de 100 habitaciones, manejada por robots que trabajan 24 horas al día, no toman vacaciones y no piden aumento de sueldo. Será muy difícil que otras compañías hoteleras se resistan a estas tentaciones.

Pero la industria hotelera no es la única en donde los robots están haciendo presencia. Hoy en día los robots están en todos los ámbitos posibles y no solo eso. Con la inteligencia artificial  y el cloud cumputing, “la nube” como todos lo conocemos, los robots ahora pueden acceder a la experiencia de otros robots para aprender y no cometer los mismos errores. Por ende con el pasar del tiempo son más y más eficientes.

Otro ejemplo de lugares en donde los robots hacen casi todos son los restaurantes, en especial los de comida rápida.  Oppenheimer también nos cuenta su experiencia en un restaurante de sushi en Japón. La verdad es que es muy similar al hotel. Con base en tabletas tu puedes pedir una mesa y seleccionar tus platillos y con una banda los platos llegan a la mesa. También dice que este modelo de restaurantes está empezando a verse en Estados Unidos. Las cadenas como McDonalds están colocando pantallas táctiles en la entrada de los establecimientos para que los clientes puedan ordenar su comida. Pero, ellos han mantenido los mostradores con cajeros humanos para que te atiendan si no quieres usar las tabletas. Lo que me sorprende es que, el autor  menciona que hay personas, en especial jóvenes, que prefieren hacer cola para ordenar en las pantallas a ordenar con el cajero.  Si analizamos esto, los cajeros tenderán a desaparecer ya que las nuevas generaciones prefieren el uso del celular o tabletas a interactuar con personas.

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