Según Hebreos: Un Reino inconmovible

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BOSQUEJO

I.        Ficha bibliográfica        1

II.        Ficha formato        1

III.        Recensión        2

A.        Introducción        2

1.        Acerca del libro        2

2.        Acerca del autor        2

B.        Presentación del libro        3

C.        Comentario personal        14

1. Ficha bibliográfica

Nombre del autor:  David Gooding

Título del libro:  Según Hebreos: Un Reino inconmovible

Editorial: Andamio

Título original: Unshakeable kingdom

Copyright Original:

Lugar de Impresión: España        

Introducción:

Fecha de Publicación:

Nombre de los Traductores:

1. Ficha formato

Número de Páginas: 309

Número de Mapas:

Número de láminas:

Número de gráficos:

Número de Ilustraciones:

Medidas del Libro: PDF

Tipo de Encuadernación: PDF

1. Recensión

1. Introducción

1. Acerca del libro

El autor hace uso de un lenguaje claro y sencillo, lo que facilita su comprensión y asimilación. Nos ofrece un visión panorámica de todos los temas que trata, y estos nos ayuda a tener una visión mucho más completa.  

1. Acerca del autor

David W. Gooding es profesor emérito de griego del Antiguo Testamento en Queen's University, Belfast y miembro de la Royal Irish Academy. Él ha enseñado la Biblia a nivel internacional y ha dado conferencias sobre su relevancia para la filosofía y las religiones del mundo. Ha publicado estudios académicos sobre las narraciones de la Septuaginta y el Antiguo Testamento, así como exposiciones de Lucas, Juan 13–17, Hechos, hebreos y el uso del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento.

1. Presentación del libro

Los Hebreos:

En la carta a los Hebreos vemos claramente la gran obra de Cristo en la cruz por nuestras vidas, la importancia de ser personas maduras espiritualmente y cimentadas verdaderamente en la sana doctrina. El estado espiritual de los hebreos no era la mejor, y muchas veces en nuestra vida podemos experimentar crisis en relación a nuestra fe. De hecho, considero que es cierto que es relevante congregarse, pero no podemos aplicar la falta de asistencia a las iglesias, únicamente por falta de madurez espiritual, ni hacer un dogma o una regla universal para todos los creyentes que no asisten.

Del mismo modo que cada creyente debe responsabilizarse de acudir a la iglesia, y ser edificados, es responsabilidad del cuerpo de Cristo ayudar a aquellos que dejan de hacerlo, y antes de emitir un juicio o exhortación, pedir dirección al Espíritu Santo para ser sabios a la hora de ayudar a otros. Es cierto que es cuestión de madurez en muchos casos. Sin embargo, experimenté una situación que me permitió ser más empática a la hora de valorar la inmadurez de otros, desde una posición superior, tendremos la razón, pero no estaremos siendo personas compasivas y empáticas. Con esto no digo que hay creyentes que dejan de acudir por motivaciones erróneas.

Mi experiencia no fue nada agradable, deje de acudir a la iglesia durante unos dos meses, quizás fue por causa de inmadurez a la hora de procesar una situación en que otras personas me señalaron de forma muy dura por venir de un contexto familiar, donde mujeres habían sido producto de trata de mujeres. Me tomó mucho tiempo salir del sentimiento de acusación y vergüenza. Sin embargo, valore en gran manera a un líder de oración que se acercó en mi inmadurez para procesar los daños que se pueden generar como en cualquier familia de la fe, y guiarme a congregarme nuevamente. Por esta causa, elogio la manera tan paternal, aunque determinada, en la que Pablo se dirige a sus lectores.

Desde mi punto de vista, Pablo no solo era un gran teólogo, sino que era un sanador. Me explico en la mayoría de sus cartas Pablo no solo ve la fuerte crisis de su audiencia, ni los errores, sino que busca que haya sanidad en aquellas raíces que están dañadas para que puedan dar el fruto esperado, su actitud pastoral es digna de imitar, pues no deja de tener autoridad por mostrar afecto, y lo más importante cercanía. En una sociedad cristiana llena de distancias entre los unos y los otros, podemos ver a un Pablo cercano, dispuesto a compartir sus propias miserias. Esto es lo que da verdadera autoridad a un creyente, no solo el hecho de tener la gracia y dones para compartir la palabra de Dios, sino que, con una actitud humilde y empática, se puede ser mucho más efectivo.

Por otro lado, también nos encontramos con aquellos cristianos que, siendo maduros, caen en una inmadurez que le lleva a remover doctrinas fundamentales en la fe. En este aspecto, hemos de señalar, que las apariencias nos engañan muchas veces, y que no conocemos el estado espiritual, ni de relación con el Espíritu Santo que cada persona desarrolla, de cara al público las personas suelen vestir sus mejores galas ¿A quién se le ocurriría presentarse sucio? La realidad es que muchos creyentes vuelven atrás, y no lo notamos, porque es un proceso interno, en que su propia naturaleza pecaminosa afecta a su vida espiritual. En todo esto el enemigo muchas veces no hace nada, más que valerse de aquellas debilidades que no afirmamos en la presencia de Dios.

Siempre he tenido una gran carga por aquellos que Gooding señala como los que han vuelto atrás, intentando comprender cuál fue su proceso interno, errores y falta de madurez. Pero, por otro lado, considero que como iglesia de Cristo es nuestra responsabilidad generar un ambiente de confianza, donde exponer aquellas áreas en nuestra vida de inmadurez, y que no sea un motivo de vergüenza, o temor al qué dirán. Dios aprecia más un corazón contrito y humillado, que aquellos que lo hacen superficialmente.

La audiencia de Pablo corría el riesgo de volver al judaísmo y a toda la esclavitud que ello conllevaba. Nuestros jóvenes, familias, hombres y mujeres, también corren el riesgo de volver atrás por causa de la inmadurez. Pero no se trata de identificar el problema, para eso somos buenos la mayoría. Sin embargo, pocos están dispuestos a ser la respuesta que el Espíritu Santo use para alcanzar aquellos que han vuelto atrás. Pablo fue un hombre guiado por el Espíritu, cuando somos guiados por él, podemos ser efectivos y con la autoridad, y gracia ser un puente para aquellos que se han apartado.

También es importante comprender tal y como dice el autor es que muchas personas no son creyentes genuinos, es decir hay más cristianos nominales, que personas convertidas verdaderamente, y en ese aspecto el discipulado es un factor fundamental.

Afirmación de la deidad de Cristo

Pese a la tradición, y las muchas enseñanzas del autor a sus destinatarios, vemos las diferentes situaciones a las que los hebreos tuvieron que enfrentarse, muchos años de tradición, pero en cuanto venían las dificultades sus convicciones eran sacudidas. Por esta causa, Pablo les recuerda las bases fundamentales de su fe, a fin de fortalecer aquello que está débil.

Los destinatarios estaban enfrentando duras tormentas espirituales y necesitaban ser reafirmados en la doctrina que habían recibido, por esto Pablo no les trata de forma dura, sino con un corazón realmente compasivo. Estaban dudando si Jesús era verdaderamente el hijo de Dios.

La clave de nuestra fe es Cristo, no podemos dudar de él y de aquello que él hizo en la cruz, y mucho menos de su identidad como hijo de Dios. El eje central de nuestra fe es que Dios nos hablado por el hijo, él es la respuesta a la existencia del hombre. Esta realidad es muy aplicable a nuestro contexto, donde la gran mayoría de científicos, pensadores y teólogos, han puesto en duda la veracidad de la condición filial de Cristo.

La mayoría no conciben el hecho de que Jesús haya sido engendrado por María de forma divina, y menos aún que Dios sea su Padre. No obstante, creer en Jesús es cuestión de fe, no de demostración de su existencia. Muchos cristianos entran en este conflicto, he conocido personas que lo hacen, debido a que intentan llegar a Cristo por medio de la razón, y aunque es cierto que Jesús no nos ha dado una fe absurda y sin lógica, es necesario “creer”, y para creer en algo que yo no veo. Tal como dice Gooding, Dios es su propia evidencia. Y la fuente última de todo.

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