Texto Expositivo

LA PORFIRIA Y EL MITO DEL VAMPIRO

La leyenda

Un vampiro es, según el folclore de varios países, una criatura que se alimenta de la sangre de otros seres vivos para mantenerse activo. Los vampiros son personajes que pertenecen exclusivamente al mundo de la ficción, como por ejemplo el más famoso de todos ellos: Drácula que fue creado por el escritor Bram Stoker y que ha generado numerosas adaptaciones cinematográficas que va del terror al humor. Está inspirado en un personaje real: Vlac Tepes, un príncipe rumano del siglo XV, cuyo sobrenombre Drácula provenía de su padre Vlac Dracul.

Aunque este príncipe era muy sanguinario, no era un vampiro, pero la literatura y el cine lo utilizaron como modelo, ya que se dice que bebía la sangre de sus víctimas.

La enfermedad

Algunas de las características que se atribuyen a los vampiros parece que están inspiradas en la porfiria, es decir un grupo de extrañas enfermedades que se caracterizan por la acumulación en el organismo de grandes cantidades de porfirinas, o sea, un grupo de químicos que ayudan a formar muchas sustancias importantes en el cuerpo, como la hemoglobina (la proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno en la sangre).

Las porfirinas se acumulan en la piel, los huesos y los dientes. Algunas de estas porfirinas sufren una reacción química por la luz, lo que da lugar a nuevos compuestos que destruyen los tejidos cercanos y, como consecuencia, la piel se recubre de ampollas y los huesos se corroen. Esto, en fases avanzadas, puede llegar a provocar grandes mutilaciones en las que orejas y nariz aparecen como corroídas, los labios deformados o las encías descarnadas dando como resultado un espectáculo tan grotesco como propicio para que parezca una leyenda.

Esta enfermedad suele provocar además un enrojecimiento de los dientes haciendo que el aspecto del enfermo se aleje cada vez más del estereotipo de ser humano para acercarse más al monstruo.

Otra de las características típicas de los vampiros es el horror a los ajos, también puede estar relacionada con esta enfermedad. Parece que los ajos contienen una sustancia química que puede provocar que el efecto de la luz se haga más intenso y se agrave la dolencia.

No se conocen muchos casos de porfiria y es muy difícil de diagnosticar pese a haberla padecido personas tan ilustres como es el caso del Rey Jorge III, Van Gogh o la hija de Isabel Allende* , a la que la escritora dedicó su libro Paula, donde cuenta lo traumático de la enfermedad.

Extraído y adaptado de Wikipedia.com

*Isabel Allende es una escritora célebre de origen chileno que tiene publicadas

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