UNA ESCUELA PARA CADA ESTUDIANTE

UNA ESCUELA PARA CADA ESTUDIANTE

Nelson Beaudion.

De este libro se leyeron tres capítulos de los cuales cada uno era muy interesante ya que nos presentaba un trabajo ideal para un docente y ya que nosotros estamos en nuestra formación nos servirá. Dentro de la lectura estaba un frase que creo explica mejor el trabajo ideal que menciono y decía “podemos ser faros de esperanza para nuestros alumnos y apoyarles en su intento de dar lo mejor de sí mismos”.

Con lo anterior podemos abordar el primer capítulo el cual nos decía que dentro de un salón de clases se tenía que crear en, un primer lugar un ambiente de optimismo y confianza estando apegados a las necesidades de los alumnos y no tanto a régimen de los contenidos, es por ello que mencionaba los alumnos tenían que trabajar con una estructura que se adapte a ellos y no ellos a la estructura esto para lograr un aprendizaje innovador. Debemos darles armas para que descubran su personalidad y estilo para convertirse en ellos mismos no limitándolos ya que muchos docentes creen incapaces a sus alumnos. Los alumnos deben sentir que son la parte importante de su propio aprendizaje y que sus logros sean sensaciones de agrado que recuerden siempre ya que esto le traerá posteriores aportaciones mayores. A todo lo anterior se le llama aprendizaje en el servicio según el autor.

En el capítulo tres nos decía que todas las personas pueden nombrar a una persona que ha tenido impacto espectacular en su vida y que lo más recomendable es que el maestro sea esta persona para que su aprendizaje obtenido sea para toda la vida ya que para progresar el autor mencionaba que tenía que existir un vínculo emocional con los alumnos, como ya lo mencione no dejando de lado necesidades e intereses de ellos. Nos hacía mención que el docente es muy importante para sus alumnos porque es el quien tiene gran influencia en sus vidas al facilitar apoyo, estímulo y retos que formen el crecimiento y la creatividad. El docente debe mantener el interés de los alumnos siempre es por ellos que se consideran obligaciones a los puntos que mencione anteriormente. El docente tiene que intentar ante todo no hacer daño, es decir cuidar la forma de decirles las cosas y proyectar la idea de que el trabajo duro parezca fácil, ser animador, guía e ir más allá del currículo y establecer relaciones interpersonales.

En el último capítulo el cinco, nos mencionaba varios principios para ser un docente excelente y a continuación se los expongo desde mi punto de vista no requiere de explicación ya que por sí solos se entienden:

1. Tener capacidad resolutiva.

2. Ser persona reflexiva.

3. Ser riguroso en las tareas.

4. Actuar con respeto.

5. Responder

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