Y POR ESO ROMPIMOS. Oirás un ruido sordo y hueco en la puerta principal, la que nadie utiliza
scarletthhEnsayo6 de Marzo de 2016
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Querido Ed:
Oirás un ruido sordo y hueco en la puerta principal, la que nadie utiliza, cuando golpee el suelo las bisagras producirán un traqueteo porque es algo muy importante y pesado. Joan será la que lo escuche, levantará la vista de lo que sea que este cocinando, irá a ver de qué se trata, pero no al instante por miedo a que la cacerola se derrame. Tu Ed probablemente estés sudoroso, bañándote o acostado en la cama con el corazón destrozado, o eso espero. Tú ni siquiera sabrás por qué ha sucedido.
Es un hermoso día soleado, de esos en los que piensas que todo saldrá bien, no es el día adecuado para esto, que salíamos cuando estaba lloviendo entre el 5 de octubre y el 12 de noviembre pero, ahora es diciembre, el cielo está radiante y lo tengo todo claro. Te voy a explicar por qué rompimos, Ed… y la maldita verdad es que, te quise demasiado.
Esta caja la encontré en el sótano cuando nuestras cosas ya no cabían en mi buró, también las puse allí, porque a mi madre le gusta husmear mis secretos, la guardé dentro del closet. Cada uno de los recuerdos del amor que compartimos, los tesoros y despojos de esta relación, voy a tirar la caja entera de nuevo en tu vida, Ed, cada objeto tuyo y mío, en tu porche. Te quise y te devuelvo tus cosas, las saco de mi vida igual que a ti.
Te contaré la historia completa para que la entiendas, incluso, quiero que la comprendas, tu nunca fuiste capaz de ver las películas que surgían en mi cabeza y por eso, Ed, rompimos.
Escribí mi cita favorita en la tapa de la caja, una de Hawk Davies, una verdadera leyenda. La camioneta de la tienda del padre de Al, traquetea y por eso algunas veces la letra me sale temblorosa. Llame a Al esta mañana y le pedí que me hiciera un mandado con la camioneta de su padre, él me respondió que no encontraba las llaves y yo le dije que estaban en su chamarra, cosa que acerté. También le dije que le devolvería las cosas a Ed, tras un profundo suspiro, Al me respondió que estaba bien y que lo esperara 5 minutos.
Al es una persona buena de verdad, Ed. Fue en su fiesta de cumpleaños, donde tu y yo nos conocimos, aunque no es que él te hubiera importado, él no tenía ninguna opinión sobre ti y no te invitamos ni a tu grupo de amigos. Ese día salí temprano de la escuela para ayudarle con las preparaciones de la fiesta, cociné aquel enorme pastel de chocolate negro muy amargo que no pudimos comer, tu simplemente te presentaste sin invitación acompañado de Trevor, Cristian y todos esos para esconderse en un rincón y no tocar nada, excepto 9 botellas de cerveza scarpia´s bitter black ale, Ed, tu ni siquiera le deseaste feliz cumpleaños al anfitrión.
Recuerdo las estrellas brillando con destellos punzantes y nuestro aliento des condensado por el frío, traías la chamarra del equipo y yo el suéter de Al. Subimos al segundo piso y le di una corbata de color verde obscuro como regalo, se la puse, le encantó, le dije donde la compré y charlamos sobre eso unos minutos, él bromeó sobre estar listo para un coche y yo le respondí que cuando cumpliera 21. En el piso de abajo Jordan había puesto música, primeramente había una sensación de silencio, llegaron más invitados, subieron más la música y la celebración comenzó.
Recuerdo que esa noche le estaba consiguiendo novia a Al, pero ninguna era adecuada, cuando comenzó una canción que ni siquiera recordamos que estuviera en el play list, irrumpiste en la casa y en mi vida, te veías fuerte, tus hombros, tu mandíbula, tus brazos, tu cuello, ahora se que te gusta recibir besos, fuerte y bañado, seguro de ti mismo, amable, inmenso como un grito, en buena forma física, como dije, guapísimo! Lancé un grito ahogado como cuando le di la corbata a Al. Recorriste la habitación saludando a la gente, varios te odiaban, pero, varios chicos chocaron los 5 contigo, Trevor y Cristian eran como tus guardaespaldas aunque estaban borrachos, no se porque Ed, no es que no te hubiera visto antes, todos te conocían, eras como un actor al que todo el mundo ve crecer, todos te hablaban y nadie te olvidaba cuando te veía.
Me asomé al comedor, todas las habitaciones estaban con demasiado calor, ruido excesivo, así que corrí escaleras arriba, fui al cuarto de Al para ver si no había nadie en su cama, tomé mi suéter y salí al jardín, tu me esperabas allí con una sonrisa irónica y dos cervezas, no había razón alguna para que hubiera salido al jardín, eras Ed Slaterton, por díos, me dije a mi misma, que me pasaba, que estaba haciendo, sin darme cuenta ya estaba hablando contigo, reímos, me diste una botella de cerveza, normalmente no bebo cerveza, pero tomé la botella, me miraste, agarraste la botella, la abriste y me la entregaste junto con dos corcho latas, hablamos sobre el partido que habías perdido. Joan me contó que cuando los deportistas pierden, terminan en fiestas ajenas, también me dijo lo difícil que es salir con su hermano, “la estrella del básquet bol”, mientras subía el volumen de la música, pensé que había sido una estúpida y luego me preguntaste mi nombre, te dije que Mine, diminutivo de Minerva, diosa romana de la sabiduría ya que cuando nací mi padre estaba estudiando el doctorado. Mi abuela me llamaba Minnie, tu dijiste que te llamabas Ed (como si no lo supiera).
Te pregunté cómo habían perdido y me lo contaste. A pesar de que era el cumpleaños de mi mejor amigo, él nunca me reprochó el haberme quedado afuera con un chico, del cual no tenía opinión, me contaste un relato de todas tus jugadas cuando tenías brazos delgados, después me preguntaste si podías llamarme y pensé que me estabas pidiendo permiso de llamarme Minnie, ya que mi abuela era la única que tenía derecho de llamarme así, pero a ti, te habría dejado, pero en vez de eso, dije que si podías llamarme para ver una película el próximo fin de semana, el problema contigo es que no sabes lo que tienes, hasta que lo tienes en frente. Yo nunca te busqué y ahora eres lo que mi corazón deseaba.
Lauren me preguntó si estaba hablando con Ed Slaterton y que si me había invitado a salir, se emocionó y comenzó a gritarlo a todo el mundo, Jordan miró alrededor del jardín buscando a Ed y me preguntó si era cierto, le dije que solo me había pedido mi número, yo no quise hacerme ilusiones contigo, así que lo negaba todo y decía que eras solo un chico, lo cual todos me lo negaban. Al terminar la fiesta, en la que Ed Slaterton estuvo, terminamos limpiando Al y yo, le conté a Al lo que había pasado con Ed.
La primera película que vimos fue Greta en tierras salvajes el 5 de octubre, recuerdo que ese día estaba nerviosa, compré dos boletos y esperé a fuera en el frío, pensé que no aparecerías y apareciste de nuevo en mi vida, dándome unos golpecitos en el hombro, sonriendo talvez sin aliento como yo, dijiste que te habías confundido con la dirección, pero después recordaste que tu padre los había traído a ti y a Joan, a ver una película en blanco y negro en este lugar, hablamos sobre la película y dijiste que comprarías los boleto, pero yo ya los tenía, así que compraste palomitas, entramos, vimos la película, en la parte trasera estaba una anciana con un sombrero grande, en ese momento me abrazaste provocándome un escalofrío.
La película seguía rodando mientras tomabas mis manos dejando las palomitas, la película seguía y de pronto me estabas besando… fue nuestro primer beso, suave e impactante, después te lo devolví. Al y yo ya habíamos visto esta película en la secundaria, con pizza y café helado, mientras tu mano descansaba sobre mi cuello sin que supera que la deslizarías para tocarme sobre mi segunda camiseta, después metiste tu mano debajo de mi camisa, debería impedírtelo?, pero eras Ed Slaterton, permanecimos sentados y quietos durante el resto de la película, apenas agarrados de las manos. Cuando terminó la película, te pregunté qué te había parecido, hiciste un gesto de más o menos, en ese momento desee que tu mano permaneciera en el lugar que estaba antes. Te comenté que me había gustado y comenzamos a hablar más, sobre la película, el basquetbol, te pregunté que si tenías hambre, hiciste un gesto afirmando, no quería que fuera una tarde común, tomando una merienda, quería que fuera algo mágico, te ofrecí una aventura, pero fuiste incapaz de verla y por eso, rompimos.
Me parte el corazón devolverte el cartel de Lottie Carson, recuerdo que conversábamos dudando de la presencia de la actriz en la sala del cine, fue entonces cuando para confirmarme que efectivamente se encontraba allí, arrancaste el cartel de la película y me lo trajiste. Me di cuenta lo corto de la película y que teníamos mucho tiempo libre, decidimos seguir a la persona que suponíamos era la actriz, la seguimos dos cuadras, ella entró en Mallakobsky´s dream, un restaurante lujoso al que entramos pero era demasiado elegante y tuvimos que salir, la esperamos a fuera y decidimos esperarla, me contaste que eras bueno en matemáticas, que habías ganado un premio el año pasado, te molestaba tanto que te hicieran burla con eso de las matemáticas, porque tus amigos decían que eso era cosa de maricas, te prohibí que dijeras la palabra “marica” si no te referías a un chico homosexual.
Entonces, entramos al restaurante, pero era demasiado elegante y nuestra ropa no era apropiada, así que nos salimos, tomaste una caja de cerillos y la apretaste contra mi mano, fue otro regalo, otro secreto tuyo, lo que ocasionó que me inclinara a besarte, esa caja de cerillos solo duró tres noches, la primera fue el día que me la diste, después de contarle todo a Al, estaba tan emocionada que no podía dormir, así que prendí unos cuantos jugando el juego de me quiere – no me quiere. La segunda fue la noche después de perder mi virginidad, después que me dejaste en mi casa y la tercera la noche fue cuando cortamos. Esa noche, necesitaba un millón de cerillos para poder conciliar el sueño, Ed, quiero conseguir lo imposible y por eso rompimos.
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