Kinesiologia
loreto.diiEnsayo8 de Junio de 2023
915 Palabras (4 Páginas)206 Visitas
¿Qué debo tener para ser un buen profesional?
Alguna vez te has preguntado ¿Qué es lo que hace especial a un kinesiólogo? O independientemente a algún funcionario de la salud, aparte de su conocimiento y profesionalismo, porque claro, como bien sabemos, la gran parte de funcionarios tienen el mismo conocimiento, pero en sí ¿qué elemento es el que los diferencia del resto? Muchas veces salimos del consultorio alegres y con ánimo, pero no nos damos cuenta de que fue lo que provoco eso. Pues ahora me pongo a pensar y claro, cuando salgo feliz y motivado de alguna sesión es gracias al buen trato por parte del funcionario, ya que este me atendió de buena forma, y fue atento conmigo, por lo cual se puede decir que la sesión fue reconfortante y satisfactoria. Por lo tanto, ¿será importante la relación entre un kinesiólogo y su paciente?
Como bien se comentó anteriormente, varias veces una buena relación o ambiente hace que la persona cambie su estado de ánimo, se sienta mejor y más motivado, especialmente si el profesional es empático, en ese punto es donde quiero profundizar “la empatía” debido a que a mi parecer es un importante atributo que deberían tener todos los profesionales de la salud, ya que están en contacto la mayor parte del día con personas, por lo tanto, se debe llevar a cabo esta cualidad para así generar una buena relación y ambiente. Esta relación es esencial para el éxito del tratamiento y la recuperación del paciente, puesto que de algún modo este suceso le permitirá al profesional diseñar un tratamiento personalizado y eficaz. Asimismo, “un kinesiólogo que desarrolla una relación significativa con su paciente es capaz de inspirar confianza y esperanza, lo que ayuda al paciente a sobrellevar cualquier dolor o inseguridad” (1). Pero además de la empatía, varias otras cualidades se deben ir implementando o formando durante la trayectoria para así generar esta hermosa relación entre paciente y kinesiólogo.
Poniéndonos en la situación en donde un paciente no se encuentra bien anímicamente, está triste o no logra realizar los ejercicios de buena forma, como buen profesional me debo dar el tiempo de ver lo que está pasando, acercarme al paciente, preguntarle que le sucede, en que lo puedo ayudar o simplemente escucharlo, prestarle la atención y el apoyo necesario, ya que muchas veces nos encontraremos con esta situaciones o incluso nosotros mismos como profesional podemos experimentar esta situación ya que al fin y al cabo somos personas, y aquí es donde nos tenemos que dar un pause y hablar las cosas. Por lo tanto, si soy responsable, atento y cordial, puedo trasmitirle esa confianza a mi paciente o quizás algún sentimiento de afecto y cariño, especialmente los kinesiólogos, ya que tendrán que acompañar a su paciente en todo su proceso de recuperación, en donde claramente con el tiempo se podrá dar la oportunidad de formar estos lazos entre paciente y funcionario. Esta unión será la que provoque un buen ambiente y una sesión de confianza.
Por lo tanto, es esencia implementar estas cualidades, llevarlas a cabo y con el tiempo ir forjando otras nuevas, ya que como bien dijo la kinesióloga Soledad González “hay atributos con los cuales uno nace o que son obtenidos directamente desde casa, pero si bien hay otros que se van formando con el tiempo, o que por obligación se deben de implementar como lo es el caso de la paciencia, puesto que muchas veces por el camino nos tendremos que enfrentar con pacientes que no quieren trabajar o realizan los ejercicios de mal genio, por lo tanto, señalaba que con gran paciencia y contando hasta diez se debía seguir trabajo y especialmente hacerlo de la mejor manera posible”.
Observando desde el punto de vista, kinesiólogo y paciente, me doy cuenta de que es una situación de corresponsabilidad, por ende, si como profesional atiendo a la persona de una forma grotesca, el paciente no se va a sentir cómodo, por lo tanto, aquella situación impedirá que la sesión o los ejercicios se lleven a cabo, o viceversa si el paciente llega con mala disposición, el kinesiólogo haga lo que haga no logrará generar aquel ambiente agradable. En este contexto, y como bien dijo Alberto Sanhueza “es lindo llegar a un lugar, y que te reciban con una sonrisa en el rostro, además de sentirse en confianza, ya que es muy importante poder estar en un lugar en el cual te sientes escuchado”.
...