La eutanasia
Ariana ZavallaEnsayo13 de Mayo de 2023
955 Palabras (4 Páginas)174 Visitas
[pic 1]
LA EUTANASIA
- PARRAFO DE INTRODUCCION
Actualmente, son alrededor de 9 países a nivel mundial que han legalizado la eutanasia, por el sector de Latinoamérica serían los países de Colombia y Argentina; sin embargo, la aplicación de la eutanasia en el Perú es considerada un homicidio culposo, penado hasta tres años de cárcel para quien pone fin a la vida de un paciente. En los últimos años el término "eutanasia" en nuestro país ha sido un tema muy tocado, esta intervención voluntaria consta en provocar la muerte de manera consciente en pacientes con enfermedades crónicas, terminales o degenerativas, con el fin de brindarles una muerte digna indolora y sin sufrimiento.
- POSICIÓN
La eutanasia es un tema controvertido que ha estado en debate por muchos años. Muchas personas tienen opiniones firmes y diferentes sobre el asunto, lo cual hace que sea difícil llegar a un acuerdo general. Sin embargo, creo firmemente que la eutanasia debe ser legalizada para aquellos pacientes con condiciones incurables o terminales. Esto se debe principalmente al hecho de que los pacientes deben poder decidir qué tipo de vida desean llevar y cuándo desean finalizarla si su situación no tiene remedio.
En primer lugar, la legalización permitiría a los pacientes elegir entre dos opciones: morir con dignidad o prolongar su agonía sin ninguna posibilidad realista para mejorar sus circunstancias médicas actuales y futuras. La mayoría preferirán optar por salidas menores comunes tales como enfermarse en casa bajo el cuidado familiar, pero cuando las cosas son tan graves que ya no hay alternativa viable, la elección del paciente debería ser respetada. Algunos pacientes pueden sufrir por meses incluso años en condiciones crónicas y debilitantes como un tumor terminal; legalizar la eutanasia permitirá a las personas seleccionar el momento y el modo de morir en total libertad y sin ninguna interferencia de otra parte.
Por último, es importante considerar el hecho de que, aunque la prohibición de eutanasia establece un nivel de ética ajustado para algunas personas también puede causar dolor indebido a otras personas cuyos condicionales médicos tiene ninguna cura y cuya agonía prolongada solo agrava su situación más allá del control humano razonable.
ARGUMENTOS
Tiene un procedimiento exigente para certificar la libre voluntad y la condición médica de los pacientes que pidan la terminación de su vida en situaciones extremas de enfermedades
terminales o lesiones irreversibles. Ningún médico ni clínica puede ser obligado a practicar la eutanasia. Nadie puede forzar a un paciente o a su familia a acelerar la muerte.
De modo que le permite a cada uno vivir (y morir) según sus convicciones. Los pacientes y los médicos que entiendan que la muerte digna es la que llega después de hacer hasta el
último esfuerzo para alargar la vida, pueden optar por hacerlo. Pero quienes prefieran evitar semanas o meses de sufrimiento extremo por considerar que la muerte en esas circunstancias es más digna que la agonía, podrían acortar la dolorosa espera.
No es cierto que, como dicen los primeros, la ley vaya a obligar a los médicos a convertirse en “verdugos”. Al contrario, les permite seguir los dictados de su conciencia, que es justamente lo que las jerarquías católicas y cristianas piden en el caso del aborto.
Además, no hay ninguna disputa sobre la existencia de otro ser que estaría en peligro: la única vida que está en juego es la de un paciente adulto que expresa libremente su voluntad.
La ley sobre eutanasia activa tendría efectos indirectos sobre el derecho que hoy tienen los pacientes a pedir que no se les alargue la vida artificialmente con tratamientos invasivos y costosos, que a lo sumo logran unas semanas o meses más de vida: las diálisis renales, las dosis de insulina, los tratamientos agresivos para mantener el corazón latiendo, aunque se sepa que todo es en vano y el paciente sólo no los quiera. Esta forma pasiva de eutanasia, a pesar de ser perfectamente legal, se encuentra en la práctica con el poderoso obstáculo del temor de los médicos y las clínicas (que con frecuencia comparten la opinión del paciente) a meterse en líos jurídicos con cualquier tipo de eutanasia, si no intentan todos los tratamientos posibles a pesar del querer de quien agoniza.
...