La tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Esta bacteria afecta principalmente a los pulmones, pero también puede dañar otros órganos del cuerpo. La tuberculosis se transmite por el aire cuando una persona enferma tose, estornuda o habla. Las personas que tienen contacto cercano con alguien que tiene tuberculosis pueden infectarse si respiran las gotas que contienen la bacteria.

Los síntomas de la tuberculosis pueden incluir tos persistente, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, fatiga y dificultad para respirar. Sin embargo, algunas personas pueden estar infectadas con la bacteria y no presentar síntomas. Esto se llama tuberculosis latente y significa que la bacteria está dormida en el cuerpo y no causa daño. La tuberculosis latente puede convertirse en tuberculosis activa si el sistema inmunológico se debilita por alguna razón, como el VIH, la diabetes o el uso de ciertos medicamentos.

El diagnóstico de la tuberculosis se realiza mediante una prueba cutánea o una prueba de sangre que detecta la presencia de la bacteria en el organismo. También se puede hacer una radiografía de tórax o una muestra de esputo para ver si hay signos de daño pulmonar. El tratamiento de la tuberculosis consiste en tomar varios antibióticos durante al menos seis meses para eliminar la bacteria del cuerpo. Es muy importante seguir el tratamiento correctamente y no interrumpirlo sin el consejo médico, ya que esto puede provocar que la bacteria se vuelva resistente a los medicamentos y sea más difícil de curar. La prevención de la tuberculosis se basa en evitar el contagio y fortalecer el sistema inmunológico. Para evitar el contagio, se recomienda cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia, ventilar los espacios cerrados y usar mascarilla si se está en contacto con personas enfermas. Para fortalecer el sistema inmunológico, se aconseja llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, dormir bien y evitar el consumo de alcohol y tabaco. También existe una vacuna contra la tuberculosis llamada BCG que se administra a los niños en algunos países donde la enfermedad es muy frecuente.

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