Alma Muerta

Almas muertas

18 de Mayo de 1980. Macclesfield, Inglaterra, Reino Unido.

El aire helado que se integra por medio de la ventana me invita a sentir los desconocidos placeres del suicidio, lo he intentado en ocasiones, pero hasta ahora no he tenido suerte para lograrlo. Tan solo escuchar “Ian” me provoca asco, no me parece que sea mi nombre, no entiendo la palabra como si se tratara de cierta palabra extraña y desconocida, es monosilábico. Ahora me propongo ver una película, el cine y la música provocan reacciones intensas como mis ataques de epilepsia, pero últimamente nada de esto llena mi cuerpo repleto de tormentos.

En blanco y negro: ¿Citizen Kane?, no. Es popular en demasía, y aun es más perdedora, no quiero que al morir piensen que soy común. Prefiero Stroszek, ese maldito Herzog predice mi futuro cercano, parece que me describe, me siento mas como Bruno Stroszek que como Ian Curtis. La música no es lo que solía ser, se suponía que seria un refugio para olvidarse de los problemas y terminó convirtiéndose en uno más. Ese lazo comienza a coquetear conmigo.

No creo estar soñando, el televisor, la puerta, esa botella de whisky parecen reales, ese ladrido de perro es real. ¿Cuál es la realidad? Correcto, estoy acabado. Ahora nada es un pretexto para seguir viviendo, alguna vez lo fue pensar en tener una vida con Deborah, tener nuestra propia banda, la fama, mi hija, nada de eso me llena y por el contrario me esta matando.

Cada vez hace más frio y este maldito silencio que asfixia. Ni siquiera puedo verme al espejo, no quiero verme al espejo, las lágrimas empañan mi reflejo y borran cada vez el rastro de la persona feliz que habitaba en mí, ya no hay ambiciones, solo resentimientos. Cuando crees que las cosas mejoraran, estás perdido, nada mejora, no encuentro una razón para seguir con esta farsa de vida, ahora ya nada vale la pena. De nuevo el silencio.

Cuál es la mejor manera de quitarte la vida. ¿Un balazo en la sien? No, es muy rápido y muy ostentoso, sin originalidad. ¿Un cuchillo en el pecho? No, es muy doloroso y corro el peligro de volver a fallar. Estos intentos fallidos me han hecho quedar como un verdadero imbécil, ¿acaso creen que finjo? Sin duda no puedo volver a fallar. Debería planear algo de lo que se hable en el resto de los años. En apariencia es mi muerte, pero es la única forma de inmortalizarme. Aquí hay mucho tiempo y el silencio me permite planear con lujo de minuciosidad una muerte decente, lo único decente que realizare por el resto de mi vida.

Es mi pensamiento el que habla conmigo o estoy poseído. Sin duda, excepto por el silencio, me siento mas cómodo aquí con mi soledad, que en el escenario con tantas caras desconocidas, son como un monstruo, ¿Hay alguna forma de romper el silencio?, claro, la respuesta siempre es la música. Me incomoda el hecho de tener que escoger

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