Análisis de la película: “SIETE ALMAS”

DIPLOMADO EN TANATOLOGÍA

5to. Módulo

Análisis de la película:

“SIETE ALMAS”,

[pic 1]

Por: Psic. Carlos Efrén Huitz Uc

San Francisco de Campeche, Camp; enero 17 de 2015

Análisis de la película

“SIETE ALMAS”

Siete almas no es una película más. Es un trama que nos termina por recordar por qué vale la pena vivir y que, aún cuando hemos tropezado o realizado mal algo, podemos enmendar los caminos mediante actos de compasión y solidaridad para con el otro. Si bien, el mensaje original puede llegar a parecerle crudo a algunos, lo cierto es que nos remite a una de las misiones elementales del ser humano en esta tierra: ponerse al servicio del otro.

¿Es un suicidio el que realiza Will Smith? Me parece que, lejos de analizar la psicopatología del protagonista, el motor de los actos del personaje principal es la culpa, una culpa que lo atormenta, acompaña y que, en algún momento de la historia se canaliza en forma de actos humanos de entrega y sacrificio. En este sentido, un suicidio como tal no es, es más bien la materialización del último acto a través de la puesta en servicio del cuerpo mismo, del alma misma y de la vida en sí, para salvar a siete personas. Y es que, volviendo a la culpa, es una especie de fenómeno que sólo los humanos podemos sentir y es tan poderosa que es capaz de generar a su vez un sinfín de emociones que parte de un acto agresivo, es decir, la culpa como generadora de emociones o acciones violentas y trasgresoras; claro que hay quienes la culpa la reprimen y, simplemente, no hay culpa, cero remordimiento, aunque para ello quizás nos meteríamos a hablar de una estructura clínica que en la película no tiene cabida (digo yo), como es la psicosis.

Después de todo, el protagonista vive por sí mismo las reacciones de un duelo que no se le permite vivir. O más bien que él mismo no se permite realizar. No es para menos que, tras un descuido mortal, les ocasiones daño a siete personas, incluyendo a uno de los seres que más amas, al grado de quitarles la vida. Eso a cualquiera lo desajusta, y seguramente en análisis, ésta persona movilizaría su discurso a través de la culpa que le deja. Por tal motivo, creo que Will rompe los esquemas de cómo vivir un duelo, y lo hace a su manera. Lo que logra es hacer siete grandes actos de amor y de entrega hacia los demás, de esos que no tienen precio.

Comentando con algunos compañeros que pudieron compartir la película conmigo, se discutía acerca del posible mensaje que se deja también a las generaciones de jóvenes actuales que tienen en mente acabar con su vida (ya como una decisión permanente) y de que quizás la opción más recomendable en estos casos es hacer consciente que aún cuando, por la razón que fuere, ya no se quiera continuar con la vida, siempre habrá al menos una persona que se encuentre, en ese mismo momento, aferrado a la vida y con deseos de encontrar la forma o el milagro esperado… La verdad es que tal argumento me dejó pensando, ya que, después de todo, tiene lógica.

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