Billy Elliot

Billy Elliot

La película se desarrolla entre el año de 1984 y 1985 durante la huelga minera en Gran Bretaña y en la película podemos observar el gusto de un niño llamado Billy por el ballet sin embargo podemos notar la obvia oposición del padre por este interés que le parece poco adecuado, por atentar contra la masculinidad del niño.

Antes de comenzar me gustaría hacer un pequeño recorrido sobre la historia del ballet ya que sin esta resultaría complicado entender por qué el padre de Billy cree que el baile atenta contra la masculinidad de su hijo y todo el conflicto que se desenlaza en la película sólo porque un niño no sólo quiere, sino le apasiona bailar.

Los primeros registros que se tienen sobre ésta disciplina artística es en Francia en el año de 1581 con “El ballet cómico de la reina” y la primera academia de ballet se fundó fue en Italia en 1661, desde entonces la participación de la mujer como bailarinas podemos notar que es bastante desproporcionado con respecto al número de hombres bailarines, ocupando la mujer hasta un 70% en esta disciplina desde sus inicios, otro dato que me parece interesante es que a pesar de que la participación de la mujer en esta disciplina como bailarina ocupa una proporción exagerada con respecto de los hombres, me parece importante destacar que ha predominado bastante la dirigencia masculina de las academias de baile en todo el mundo, este dato ha contribuido a lo largo de la historia a instalar el cuerpo de la mujer como una representación proponiendo estéticas, comportamientos y funciones, desde una mirada evidentemente masculina, sin embargo este hecho ha logrado distorsionar el verdadero sentido del baile , ya que el ballet impone un modelo de cuerpo dirigido a lo bello, estético, sublime, puro etc. Pero cada vez se aleja más de lo importante, y todo lo que implica para que le ballet sea una disciplina, y no porque no lo sea, sino porque se le da más fuerza a las características del ballet que se cree que van relacionadas con las características atribuidas por naturaleza a la mujer.

Justamente ha sido este el prejuicio en el que se ha sustentado el “discurso” del ballet como una disciplina meramente femenina y que ha imposibilitado al hombre de disfrutar y gozar de esta hermosa y dura disciplina. Los prejuicios en la sociedad con respecto de los roles que “debe” seguir cada sexo están muy arraigados es por esto que es muy difícil lograr saltar esa línea imposibilitadora de sueños, y quien lo logra se convierten en personas tan destacadas como en el caso de Billy.

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