Capitulo 2 La Cadencia de los Tiempos Pasados.

Antonio Vázquez

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Los Puertorriqueños: Mentalidad y Actitudes (Siglo XVIII)

Reseña: Capitulo 2 La Cadencia de los Tiempos Pasados

        En el segundo capítulo de Los Puertorriqueños: Mentalidad y Actitudes el autor nos deja claro como los habitantes de la isla de Puerto Rico percibían y registraban el tiempo. Ángel López Cantos en su obra nos explica que los peninsulares, refiriéndose a los españoles, previo a llegar al Nuevo Mundo no eran adeptos en cuanto a grabar el tiempo. Esto nos ayuda a explicar la falta de precisión existente al momento de tomar y apuntar el tiempo en Puerto Rico. El autor nos deja claro que los relojes eran bien pocos y se limitaban a la clase alta, que muchas veces tampoco poseían un reloj. No existían relojes públicos y examinando documentos laborales de la época no se encontró registrado ningún oficio como el del relojero.

        Entonces la siguiente pregunta surge: ¿Cómo entonces los habitantes de Puerto Rico percibían el tiempo si no habían relojes? La respuesta puede ser reducida a una simple, la Iglesia Católica. Las campanas mañaneras notificaban que eran “más o menos” las 6 de la mañana que era cuando se daba la misa del alba. A las 8 la iglesia hacia el rezo del Ángelus y por ahí sigue la corriente. Y no solo los días eran influenciados por los ritos católicos. El año y los meses, que en Europa eran relativamente fáciles de medir por las estaciones del año, en Puerto Rico eran aún más difíciles de medir y por ende los habitantes se dejaban llevar por el calendario católico para dividir el año. La Cuaresma, Navidad, Pascua y otras épocas designadas por la Iglesia Católica le notificaban al público el pasar del tiempo. Aunque es bien obvio cabe señalar que esto no era un método necesariamente preciso. Cuando se preguntaba la edad de un habitante le decían un estimado y cuando le preguntaban el día le respondía con alguna celebración religiosa o el día de algún Santo. Las pocas veces que se anotaba el tiempo con exactitud era cuando llegaba algún oficial de España. La Cadencia de los Tiempos pasados nos explica con evidencia histórica lo impreciso y el más o menos temporal de una época y como la Iglesia sostuvo esa responsabilidad, voluntaria o involuntariamente.                                                                                                                                                          

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