Carlos Saura Cine de autor

Universidad Central de Venezuela

Facultad de humanidades y Educación

Escuela de Artes

Cátedra: Cinematografía II

Alumno: José L. Travieso M.

Trabajo final.

André Bazin, en uno de sus artículos para Cahiers Du Cinéma, dice que:

 “La política de los autores consiste, en resumidas cuentas, en elegir dentro de la creación artística el factor personal como criterio de referencia, para después postular su permanencia e incluso su progreso de una obra a la siguiente”. Esta declaración la da en el marco de la polémica que había suscitado la política del autor, articulo donde también la crítica en algunos puntos, pero rescata lo que le daría forma a, las más adelante teoría del autor”^[1].

La teoría del autor define el aspecto artístico del director en la realización cinematográfica, donde el autor-director le confiere aspectos de su personalidad, a la obra fílmica, tal como lo haría un escritor o un músico. Jacques Aumont definiría esta figura como cineasta:

“siendo este “aquel que exprese un punto de vista acerca del mundo y acerca del cine, y que, en el propio acto de hacer una película, cumpla esa doble operación consistente en alimentar una percepción particular de una realidad y, al mismo tiempo expresarla a partir de una concepción general de la elaboración de una película”^[2].

Si bien estamos ante una teoría que puede resultar un tanto polémica, ya que podría abarcar a realizadores promedio, solo por tener una serie de características comunes en sus obras, se debe añadir que, el autor debe tener a la par un conocimiento y capacidad técnica que le permita realizar un film de calidad. Estamos ante la figura entonces de una persona, con talento, conocimiento, experiencia, y con una personalidad lo suficientemente fuerte, para que se transmita al material fílmico, adicional a un personal técnico, reparto, etc., que se apeguen a la visión del autor-director.

Carlos Saura nacido en Huesca-España, es un director, además de fotógrafo y escritor (novelista y guionista). Nació en 1932 y es egresado del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid. Hijo de madre pianista y padre abogado, su hermano Antonio Saura fue pintor de carácter expresionista. Carlos Saura fue discípulo de Luis Buñuel y activista contra la Censura del régimen de Francisco Franco. Aspectos de su vida que, de alguna forma, se manifiestan en su obra, la pasión por la música, la convivencia con  una familia creativa, un régimen dictatorial, y un maestro en el exilio que le enseña a combatir el totalitarismo a través del cine y logrando burlar la censura. En referencia a la influencia de Luis Buñuel sobre sus obras, Saura declara para una entrevista con El Cultural:

“P -¿Cuánto hay de Luis Buñuel en el Goya de Carlos Saura?

R -Hay mucho de Luis Buñuel, frases enteras suyas, y de Baltasar Gracián, que siempre le influyó mucho. Y la idea suya que tomó de Gracián de que cada hombre puede ser lo que su imaginación e ideas le permitan. Buñuel me solía decir algo tan bonito y surrealista como “la imaginación es inocente”. Aunque añadía que, por su peligro, la religión católica la castiga. Decía que llamaron “malos pensamientos” a la “imaginación” y te hacían confesarte por ellos, y que la Iglesia sabía tanto de los peligros de la imaginación que la convirtió en pecado.”^[3]

Esta fue una entrevista correspondiente a la presentación en Prensa de Goya en Burdeos de 1999, donde retrata su visión de la última etapa de francisco Goya, en el exilio después de que, tropas francesas tomaran Madrid para la restituir el reinado de Fernando VII. En este exilio lo acompaña María del Rosario Weiss Zorrilla, su ahijada y también discípula, y Leocadia Zorrilla quien fuera su compañera sentimental hasta su muerte.

Como se dijo arriba, Goya en Burdeos es una película que retrata la visión de Carlos Saura, sobre lo que serian los últimos días de Francisco de Goya. Es una película de corte histórico/biográfico, donde se pueden observar aspectos muy teatrales en su producción, recordando al expresionismo alemán, en el uso de los escenarios, ya que fue filmada en su totalidad en estudio,  las sombras con el uso de las velas, también considerando que Goya era un pintor que jugaba con las luces y sombras en sus cuadros, El uso de escenarios pintados, como en el segundo encuentro con La Duquesa del Alba, frente de un fondo de la Pradera de San Isidro, cuadro de Goya.

La narrativa de la película no es lineal, los recuerdos coexisten con el tiempo del relato, así como también lo hacen la fantasía y las pesadillas, producto de la enfermedad que le adolece. El uso de la luz para fundir recuerdos y realidad a través de un tejido, que cuando se ilumina es traslucido, dejando ver las reflexiones de un Goya donde se habitan su yo presente y su yo joven en el mismo espacio del tiempo fílmico.

El uso del tiempo no lineal en la narración es algo muy característico de Carlos Saura en sus películas, esto da un peso reflexivo a la situación. En Cría Cuervos, se pueden observar recuerdos dentro de recuerdos, de forma continua. En Elisa Vida Mía (1977), las escenas se alternan entre recuerdos y fantasías de Elisa.

Otro de los aspectos resaltantes de Goya en Burdeos es la relación, que existe entre Rosarito y Francisco Goya, una relación paternal, muy personal, como el fragmento del dialogo  “secreto, secreto”, donde se ve el amor y la confianza, de él a Rosarito, y el respeto, y aun así el dominio, y cariño de ella hacia Goya. Nuevamente esta relación es recurrente como se puede observar, en la relación padre e hija de Elisa con Luis, en Elisa, vida mía (1977), y la relación de Ana con su madre, María, en Cría Cuervos (1974).

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