El Laberinto De Kubrick

Se puede afirmar, que la obra de Stanley Kubrick, es un gran aporte cultural dentro del ámbito cinematográfico. Su trabajo ha trascendido los distintos géneros, abarcando desde Ciencia Ficción con 2001: Una Odisea del Espacio, hasta el Thriller de The Shinning, sin dejar de lado el cine en blanco y negro y a color. No obstante, el abanico de Kubrick, no deja espacios para errores, dejando en cada uno de estos géneros su esencia cinematográfica, y marcando precedentes que hasta el día de hoy, nadie ha podido igualar.

Al observar filmografía del director, y sus distintas composiciones, se encuentran distintos patrones que se repiten a lo largo todos sus largometrajes, dejando en evidencia los fetiches de un genio. A modo de ejemplo, existe en la obra de Kubrick un cuadro característico, que se reconoce en los distintos géneros, donde la imagen del o los protagonistas se ubica en el centro de la escena, mientras los pasillos o las paredes cierran la imagen a los costados, generando dos lados aparentemente iguales. Esto, en conjunto con la multiplicidad de detalles reconocibles en el ritmo de las escenas, la música y las escenografías, demuestran el profesionalismo del director al realizar sus películas y por sobre todo su perfeccionismo, ante la entrega de imágenes.

En base a esto Kubrick busca despertar, mediante su arte, a una sociedad, invadida de imágenes cargadas de mensajes, absorbidos sin procesos mentales. Por esta razón el director genera un cine más complejo cargado con una crítica fuertemente marcada, pero no explícita, la cual provoca ruido dentro de los espectadores ante la incongruencia de las imágenes entregadas. De esta manera Kubrick genera laberintos cinematográficos, que al ser captados con atención, permiten el despertar o el resplandor del público, bajo una mirada más atenta capaz de digerir el bombardeo de mensajes críticos.

Un claro ejemplo de esto se encuentra en la película thriller de Kubrick. The Shinning es una película que demuestra que para elaborar un largometraje de terror, no es necesaria la oscuridad, ni hacer gritar o llorar al público desde sus butacas. Su propuesta diferente, logra conectar al espectador con los sentimientos de los personajes, estableciendo un vínculo de tensión e intriga constante, ante el personaje de Jack Nicholson, el cual se transforma en la gran intriga del film. Esta película deja en evidencia la crítica a las imagenes propuesta por Kubrick, la cual a pesar de ubicarse en el argumento de la obra, a través de un constante juego entre la realidad de lo observado y la realidad existente, también se encuentra presente de manera potente en el trasfondo de la película, sumergiendo al espectador “resplandecido”, en un profundo laberinto, lleno de códigos por conectar y descifrar.

Dentro del “modo revelado” de la película, se observa un sin fin de mensajes incongruentes, ya sea mensajes

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