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Laberinto De La Soledad


Enviado por   •  16 de Mayo de 2013  •  1.830 Palabras (8 Páginas)  •  250 Visitas

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INTRODUCCION

El que alguien utilice el lenguaje escrito para describir a una cultura y aun país de una manera tan atinada, no puede hacerlo si no es parte de ella. Y sin duda alguna, Octavio Paz describe a México con una perspectiva…no como mexicano que es… sino como crítico analítico de una sociedad mundial, que ve al mexicano como alguien que puede pero no quiere ser. Y lo hace a través de la obra titulada “El laberinto de la soledad”.

Su obra contiene ocho capítulos en los cuales recorre la historia de México, sus momentos simbólicos y dramáticos.

EL LABERINTO DE LA SOLEDAD

En el primer capítulo, el autor describe a un mexicano en la búsqueda de una identidad que no está bien definida, por un lado, el temor de mostrar sus raíces mexicanas y por otro, el temor de adquirir costumbres y tradiciones diferentes a la suya, las cuales lo han orillado a adquirir una limitante, a no ser ni de aquí, ni de allá, sino un “pachuco” quién se siente libre de romper las reglas, de conocer lo prohibido, en pocas palabras, de desafiar al sistema, de ser diferente a una sociedad ya establecida.

El temor a lo desconocido hace estar a la defensiva y no mostrarse tal cual es, esto le pasa frecuentemente al mexicano. Es por ello que utilice máscaras, entendidas como las mentiras, sus carencias, lo que fuimos y queremos ser. Por consiguiente, utiliza máscaras para proteger su intimidad, no le interesa la ajena y por lo tanto, el círculo de la soledad se vuelve a cerrar.

En su intento constante de ser lo que no puede ser, el mexicano no solo reprime placeres (la mujer es sólo un reflejo de la voluntad y querer masculinos, su sexo debe ser oculto, pasivo, secreto), sentimientos (el hombre es fortaleza, protección y no le es permitido mostrar lo contrario), también utiliza el silencio, además de la palabra, como un instrumento de defensa.

Conceptos como “rajarse”, revelan el grado de machismo que todos llevamos dentro. ¡Puto el que se raje! Otro ejemplo, que sólo en México existe, es el albur. Lenguaje secreto, ingenioso, de fuertes connotaciones sexuales que agrede, reta, y finalmente, termina por demostrar nuestro carácter cerrado frente al mundo.

Por consiguiente, el mexicano se muestra al mundo con diferentes máscaras, por un lado como alguien con carácter y muy machista (verdadero charro) por otro lado, como un fracasado y flojo (un indito aguachado, con su gabán en un hombro, tapado con su sombrero simulando estar durmiendo junto a un nopal) El mexicano no muestra como es en realidad por temor a no ser reconocido.

Las tradiciones en una cultura son la representación de cada pueblo, y las festividades en México (fiestas populares) no son la acepción. Los mexicanos festejan todo; el pasado se hace presente en cada fiesta popular, no importa si son hechos históricos o religiosos la causa principal, incluso, no importa si hay un costo adicional que afecte o limite aun más su economía, las fiestas populares ameritan todo, inclusive suspensión de labores.

El mexicano derrocha esperando que el derroche mismo atraiga a la abundancia y si no la atrae, por lo menos se aparenta. Además de que es un pretexto para poder burlarse del gobierno, su economía, incluso, de la misma muerte (muestran respeto, pero no temor de ella).

Y es la muerte misma un pretexto para hacer una gran festividad, pues uno de los festejos que más llama la atención es el día de muertos. Ya desde antes de la llegada de los españoles, los indígenas creían que la vida se continuaba con la muerte, y de hecho, la vida misma se alimentaba de la muerte. Nada más privilegiado en vida, que ser sacrificado para los Dioses. Mientras que para los cristianos la muerte es la antesala a otra vida, para los aztecas, la manera de participar fundirse con las fuerzas creadoras. Para los aztecas, ni la vida ni la muerte les pertenecía, todo era un capricho de los dioses. La religión y el destino, trazaban la vida de sus hijos. “La conquista de México, sería inexplicable sin la traición de los dioses, que reniegan de su pueblo”.

Es muy común escuchar en el léxico del mexicano “hijos de la chingada” como una forma de agresión y/o orgullo, en situaciones que le provocan alegría o coraje. Dicha expresión denota que la Chingada, es la mujer abierta, violada, es el resultado del conquistador, penetrando por la fuerza a la mujer indígena. Por lo tanto, los hijos de la Chingada son, los no mexicanos (o los que se supone son inferior a…) los hijos de la chingada no son más que “hijos de la malinche”, conocidos como malinchistas.

La Malinche, como lo describe el autor, es la indígena que tuvo colaboración con el invasor, traicionando a los suyos por un supuesto amor segado a un hombre (Cortés) que reprimía al indígena, y de quien tuvo un hijo ilegitimo (representa el hijo del conquistador y la indígena; deshonra para los españoles y para los indígenas)

No obstante; la virgen de Guadalupe también representa una conquista mas del invasor hacia el indígena; sustituye a la virgen india Tonantzin, como madre suprema de todos los mexicanos.

Y Así, la Chingada y la Virgen de Guadalupe, ambas figuras pasivas, representan el amor -odio del mexicano hacía sí mismo.

Al llegar los españoles al nuevo continente, encontraron una civilización perfectamente estructurada: Mesoamérica. La próxima Nueva España comprendía el centro y sur del actual México y parte de centroamérica, además, se encontraba poblada con distintas culturas

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