El movimiento Cine Novo como el pionero en la evolución del cine brasileño

El movimiento Cine Novo como el pionero en la evolución del cine brasileño

El cine Novo fue una corriente que surgió a finales de 1950 y principios de los 60’s, en Brasil, y que se vio fuertemente influenciado por el neorrealismo italiano y por la nueva ola francesa, además de querer vender la idea de que los problemas sociales que se veían no eran solo una denuncia social como se idealizaba en esa época, sino que era un ambiente más amplio que abarcaba la política; mediante esta corriente se buscaba plasmar la realidad y generar una crítica a los aspectos socio-políticos como ya se había nombrado anteriormente, además se buscaba siempre la verdad y demostrar al país, que lo que se estaba viendo en el cine no era más que una ficción, unos aspectos irrealistas que querían camuflar el contexto social brasileño.

De la misma manera tenían como ideología presentarlo al pueblo y no buscar como ya se venía haciendo, la popularización de sus filmes en el extranjero, sino que se evidenciara la cultura popular del pueblo y para el mismo; lugares como las favelas y el nordeste eran los sectores marginado en Brasil con los cuales los cineastas querían trabajar y poder evidenciar en pequeñas partes el gran impacto de las decisiones y corrupciones políticas.

Uno de los temas principales que tocaba el cine Novo era el hambre, de allí a que en esta misma corriente se hablase de la estética del hambre, escrita por Glauber Rocha, quien mostraba que no solo Brasil era uno de los países que sufría esta miseria, sino los países latinoamericanos en general que se dejan explotar y permiten que esta miseria siga presente sin reflexionar y hacer pausa a esta violación.

A lo largo de la obra de la Estética del hambre, “se expresa un modo especial de cumplir este imperativo de inserción en la Historia, que generó nítidas transformaciones en sus películas y textos, siempre marcados por la interrogación –incisiva, ambiciosa– dirigida a nuestro tiempo a partir de la óptica del Tercer Mundo (una expresión emblemática en el período en que realizó su obra). Cada nueva película reitera su foco en las cuestiones colectivas, siempre pensadas en gran escala, a través de un teatro en el que los personajes se situaban como condensaciones de la experiencia de grupos, clases, naciones. La vida social se concibe como enfrentamiento de crisis, rupturas, ascensos y caídas, actos de dominación y resistencia, guerras de liberación, jornadas del oprimido en busca de justicia”. (Xavier 2011).

La corriente manejaba movimientos de cámara que se presenciaban en exteriores, cámara en mano que venia del neorrealismo italiano, y la cámara subjetiva que estaba en la mayoría de las escenas de las películas para presenciar mejor la realidad de los personajes y así poder presenciar mejor la miseria que se vivía, el hambre, la sed, y de una u otra manera trabajar también novedades al manejo de los planos cinematográficos, y para esta época encontraba referentes como Glauber Rocha, Nelson Pereira Dos Santos, Rui Guerra, Carlos Diegues, Joaquín Pedro de Andrade, Leon Hirszman, Gustavo Dahl, Paulo Cesar Saraceni y Walter Lima Júnior.

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