La (re)evolución social a través del cine

Luna Genoveva García Marín.

Coloquio - La (re)evolución social a través del cine.

11 de abril de 2019

Integración del villano

Cómo se ha reflejado en mi vida.

Buenas tardes.

Ha sido muy difícil para mi conseguir escribir y hablar explícitamente sobre este libro, ya que mi vida es básicamente un reflejo de todo él. No sabía qué elegir para destacar. Para mi no es un libro, es una impronta, una forma de ver el mundo. Mi madre me ha transmitido esto a través de todos sus años de estudio en la materia, transmitiéndome a su vez un enorme amor por el cine, el cual considero parte intrínseca de mi vida y mi personalidad. El aprendizaje a través de lo que tanto amo y buscar las briznas de significado en los detalles y los no tan detalles es, a fin de cuentas, mi educación y forma de ser. Después de meditarlo mucho y tener muchas dudas y pequeñas crisis, vi que lo más verdadero y también lo más “traumático” sería un buen punto de partida.

Por mucho que me guste todo el libro y lo mucho que se refleje en mi, mi parte favorita y más importante es LA INTEGRACIÓN DEL VILLANO Y LOS LÍMITES. Es el resumen más certero de mi vida, de lo que la condiciona y la limita. Está cargado de significado para mi. Este estudio sobre el villano; lo que lo conforma, lo que lo hace más complejo, lo que le motiva, que el villano no es solo “el malo de la peli”, que participa del héroe y que a veces lo es y la posibilidad de redimirse y cómo lo hace; me ha hecho madurar hasta un punto que yo no me creía capaz de llegar y me ha ayudado enormemente cuando he tenido que crecer mientras aprendía y asumía, a marchas forzadas y de manera muy abrupta para mi, algunas partes de la realidad de lo que es ser adulta.

Saber que no hay una línea fronteriza entre héroes y villanos, que la mentira, la intolerancia al error y el miedo a la vulnerabilidad, conforman de manera inequívoca a los villanos más grandes de todos los tiempos pero también a los “villanos” más humanos, nos permite vernos reflejados y hacernos conscientes de que todos llevamos villanos y héroes dentro. Que esta dualidad se produce de manera natural y que lo antinatural es que se fuera una sola cosa estanca. Que hemos sido villanos y héroes a lo largo de nuestra vida muchísimas veces y que lo que nos da la herramienta de la redención y lo que nos convierte en nuestro propio héroe es integrar y aceptar nuestra propia villanía, nuestros errores, que serán nuestras virtudes, y mostrarnos verdaderos, vulnerables y valientes ante el conflicto. Nos corrompemos (nos hacemos villanos) cuando negamos una parte de nosotros, cuando nos anulamos y nos aislamos. Si hay una parte de nosotros que es villana y nosotros queremos ser héroes, creemos que negándola y enterrándola lo conseguiremos, pero no obtendremos más que lo diametralmente opuesto: ponernos en contradicción con ella dándole poder para inundarnos y definirnos como esa sola parte de nuestro ser, en lugar de aceptarla como una parte más de nuestro todo, reconociendo su valía y significado, dándole el poder que tiene, ni más, ni menos.

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