El "yo" del cine

Monografía

En este trabajo monográfico me planteo pensar la relación de los cuerpos que soportan un “yo” y se construyen a partir de experiencias individuales constituidas por el entorno social. Me interesa analizar sobre cómo el entorno afecta al “yo” y como tal afección entra en relación directa con la misma reflexión del “yo”. Con esto me refiero a que la toma de decisiones y acciones son la cara visible de una reflexión primera sobre la situación que se presenta, siendo que esta cara visible se  posiciona, y siempre hay una posición, luego de haber reflexionado, y la acción tomada por un “yo” es solo un resultado. Entonces, mi tema a trabajar es; Si toda acción es resultado de una reflexión, el “yo” es un constante autoreflexivo/autorretrato en presente que se articula no por datos espacio-temporales, si no por información asimilada y procesada.

Ahora bien, en el desarrollo de texto, voy a tomar a la instalación, precisamente la video instalación, para analizar cómo se da este flujo reflexivo frente a una obra, siendo que mi interés no está en pensar al “yo” en un contexto sociológico, sino, más bien artístico. Queda expresado entonces de donde parto idealmente, en cuanto a, de donde abarco el “yo” para poder analizar su relación con la obra de arte instalativa.

 Mi premisa será:

-La interpretación o reflexión sobre un cuerpo que puede pensar a su cuerpo.-

Sin embargo, el primer problema que me surge es que no todas las instalaciones son pensadas como un autorretrato del artista, de hecho, entiendo que es una ramificación de los variados métodos y estilos de trabajar a partir de una instalación. Pero con esta monografía intentare comprender las instalaciones no desde el lugar del autor, sino, más bien del observador. Badiou en “El cine como experimentación filosófica” plantea la diferencia entre el espectador y el observador, entendiendo que espectador es aquel que se mantiene inmóvil frente a la obra, que realiza un acto de contemplación recibiendo sin dar en un espacio-tiempo datificado. En cambio, observador es aquel que se involucra con la obra, que participa y la afecta directa o indirectamente, pero que al fin de cuentas, es quien la completa, la constituye en un complejo. Entonces, yo voy a tomar la figura del observador para  hablar de las instalaciones  pensando que es justamente la instalación el acto artístico más fuerte que dio esa vuelta de tuerca al “yo” que se enfrenta ante una obra. En el cine y en la pintura fundamentalmente, el “yo” no se enfrenta a una obra, si no que la aprecia, la recibe y luego concluye una idea, en cambio, en las instalaciones, el “yo” choca con lo que va a ver, y debe actuar para poder descubrirla dejando la apreciación de lado para comprender en presente lo que está percibiendo y como lo está percibiendo, entonces éste, no concluye con una idea ,sino, que realiza un acto reflexivo durante su recorrido por la obra, piensa mientras transita.

Ahora bien, partiré de algunos textos teóricos vistos en la cursada como;                     - “Espacios Electrónicos Interactivos”  I. Hernández García

- “Instalaciones, El espacio resemenatizado” A.C. García.

Y otros textos nombro como fuentes de pensamiento, pero no los citare ni trabajare sobre los mismo. “Cuerpos imaginados” Pérez Ornia.

“Si –yo- me fuera contando” A. Bergala.

En cuanto a las instalaciones, tomare como fuente de análisis a;

- Alejandro Restrepo “Religión Catódica”

- Dan Graham “Present Continous Past”

- Bruce Neuman “Live-Taped Video Corridor”

- Jeffrey Shaw “Place-a user’s manual”

Entonces la intención es tomar a estos autores y artistas como apoyo para pensar la posibilidad del trabajo autorretrativo desde una instalación y pensar las complicaciones y ventajas que da la presencia espacial tridimensional que de alguna manera excede a la reflexión bidimensional del video autorretrativo. Será a partir de la consideración anterior que pensaré la puesta en escena de ese “yo”, de ese cuerpo que se expone y trasladarlo al vivo y directo instalativo con sus posibilidades de fragmentación.

A.C. García define en “Instalaciones, El espacio resemenatizado”;

 “Si tuviera que caracterizar la instalación solo en unas cuantas palabras diría que el concepto de instalación no puede pensarse sino en términos de espacio, o lo que es lo mismo, pensar la instalación requiere pensar(la) en el espacio. Por otra parte, pero en sentido complementario, el concepto de espacio en la instalación refiere a un lugar y ese lugar designa o define un espacio simbolizado.”

Mi hipótesis propone que un trabajo autoretrativo puede ser planteado en tiempo directo mediante una instalación. Considero que es justamente esa inclusión del sujeto que mira, que transita la instalación es (la inclusión) la que completa la obra, entonces, me planteo que el hecho de que el sujeto que transita es quien completa la obra, también es quien define la obra, de tal manera le sucede un trabajo reflexivo sobre él mismo y lo que recorre siendo la obra la producción de esa experiencia y no la producción artística en sí. Es lo que le sucede a unx cuando se enfrenta a tal recorrido y no lo que esta dispuesto en el espacio solamente. Entonces, esta relación de obra🡪espacio+sujeto🡪transitor=OBRA, considero posibilita encontrar un trabajo autorretrativo en toda inslatación aun que no se proponga el trabajo sobre el autorretrato, asumiendo que existen cantidad de variantes instalativas, pero esta monografía aventura a proponer que en todos los casos podemos pensar un trabajo reflexivo producido por una instalación. Cambiara en cada propuesta individual su intensidad de trabajo para con la  autoreflexion, pero su germen habita en todas sus variantes. Es decir, pienso que la instalación como expresión artística compone en su germen un acto reflexivo del “yo”. Así, concluyo que con ésta propiedad de las instalaciónes se origina en el acto de todo aquel que la transita y la completa. Y es dicha propiedad de la instalación la que me interesa como estudiante de cine, ya que como cineasta me veo limitado a proponer una idea audiovisual solamente, como antes dije, y no poseo las herramientas para generar pensamiento y reflexión en presente sobre el espectador, entonces me pregunto, como puedo aplicar mis conocimientos cinematográficos al acto reflexivo  y doy cuenta que puedo hacerlo a través del audiovisual, pero trabajado no ya para una sala de cine, si no para un espacio tridimensional donde percibir significa transitar, recorrer, hurgar donde sea posible hurgar. Y así comprendo que Técnicas II es una materia pertinente para analizar estos traspasos, estas hibridaciones que inquietan a un estudiante de cine que se interese no solo por entretener al espectador, sino, por conflictuarlo y moverlo afectándolo en el tiempo presente y espontáneamente.

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