Fiestas Del Norte De Chile
dsadsa19 de Junio de 2013
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Indice
Introducción. 2
Fiesta de la Tirana 3 - 4 - 5
Nuestra Señora de la Candelaria Copiapó 6 -7
Nuestra Señora del Rosario Andacollo 8
Fiesta de San Pedro 9 - 10
Conclusión 11
Introducción
En el siguiente informe se presentaran diferentes tipos de temas relacionados con el folklore Chileno entre ellos se encuentran: La fiesta de la Tirana, Fiesta de San Pedro, Nuestra Señora de Andacollo, Nuestra Señora de la Candelaria. En ellos se destacaran su historia, origen, donde y cuando se celebran.
Fiesta de la Tirana
La tradición de esta fiesta se origina en una leyenda que data de 1535, cuando Diego de Almagro salió del Cusco a conquistar Chile.
Cuentan que en la comitiva iba Huillac Huma, último sacerdote del extinguido culto del sol, a quien acompañaba su hija, Ñusta Huillac que componían la expedición en calidad de prisioneros y rehenes para conservar la sumisión de los miles de yanaconas que lo acompañaban.
Cuando el ejército avanzaba cerca de Pica, huyó la joven seguida por su padre y otros servidores, al bosque de Tamarugos, hoy llamado Pampa del Tamarugal.
Durante cuatro años trataron de defender la causa de su Nación. Ñusta fue temida por sus enemigos y conocida con el nombre de la bella "Tirana del Tamarugal" Un día llegó prisionero ante la joven un extranjero que dijo llamarse Vasco de Almeyda.
El destino quiso que ambos se enamoraran y el español la convenció para que se bautizara. Ella accedió y en los momentos en que Almeyda bautizaba a la joven, sus seguidores se sintieron traicionados y dispararon sus flechas sobre ellos. Años más tarde el evangelizador de Tarapacá encontró en el claro del bosque del Tamarugal una cruz cristiana, y en el mismo sitio levantó una iglesia que se ha conservado hasta nuestros días con el nombre de "Nuestra Señora del Carmen de la Tirana de Tarapacá".
La fiesta
Los peregrinos vienen de Tacna, de Oruro, de Iquique, de Tucumán, de Santiago, de Ovalle, de La Serena, de Arica y algunos viajan desde Europa y los Estados Unidos. El pueblo de La Tirana, a unos 20 kilómetros de Pica en medio de la Pampa del Tamarugal, se transforma entre el 12 y el 17 de julio en un hormiguero de gente. Los "bailes chinos" llegan en camiones, buses, camionetas, autos y a algunos a pie, porque quieren pagar mandas. Otros se arrastran arrodillados desde la entrada del pueblo, con las rodillas sangrantes y ayudados por parientes o voluntarios de la Defensa Civil y la Cruz Roja chilena.
Un sinnúmero de tiendas, negocios y locales improvisados para pasar la noche llena las calles del pueblo. La plaza frente a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, y la imagen venerada de la madre de Jesús, han sido debidamente adornadas para las festividades. El Obispo de Iquique viaja cada año a rezar una misa solemne en el lugar.
El baile de La Tirana
Los grupos de baile de La Tirana ensayan todo el año sus coreografías, elaboran con cariño y dedicación sus trajes y sus máscaras, las que evidentemente son interpretaciones de máscaras del carnaval chino. Como se sabe, numerosos chinos fueron traídos por las empresas salitreras inglesas para trabajar en la pampa y ellos trajeron su carnaval consigo. Los "bailes" se llaman "bailes chinos" en la lengua popular del norte.
Cada baile consta de un número no superior a 20 personas, dirigidas por un líder que lleva la máscara que identifica al grupo. Sea esta un lobo, un diablo o una máscara de fantasía. Los trajes están completamente bordados con figuras como pájaros y cada dibujo o bordado tiene una carácter simbólico. Estos bailes danzan en la gran explanada frente a la iglesia de La Tirana, que fuera construída, según la leyenda, en la tumba de los amantes que fueron asaeteados en ese lugar. Los bailes son acompañados por tambores y trompetas, lo que transforma a la plaza en un multicolor y atronador espectáculo que es observado por miles de curiosos y turistas que llegan cada año especialmente a presenciar los homenajes a la Virgen.
La vigilia
En la noche del 15 al 16 de julio, los bailes se reúnen en la plaza para hacer la "espera del alba" que es una vigilia en vísperas del día de la Virgen del Carmen. En la plaza se encienden fogatas mientras los bailarines danzan en torno a los fuegos y algunos lanzan fuegos artificiales que brillan en la claridad del cielo de la Pampa.
En la mañana del día 16 los bailes se retiran a sus alojamientos para cambiarse de trajes que son más vistosos que los que traían al ingresar. Una vez vestidos, van al templo a cantar los "buenos días".
Poco antes de las diez de la mañana una imagen de la virgen, adornada con flores y un poco más pequeña que la que está en el altar mayor de la Iglesia es bajada con rodanas a una tarima y sacada a la plaza.
Las bandas tocan el Himno Nacional, se iza la bandera chilena y se toca la Canción de Yungay, ya que la Virgen del Carmen es la patrona del Ejército de Chile. Luego enmudecen las matracas, las trompetas y los bombos y la virgen es saludada con pañuelos.
Luego es oficiada una misa por el Obispo de Iquique, la que es seguida en completo silencio por los asistentes que llenan la explanada. Después de la misa los bailes se retiran a almorzar y a preparase para la procesión de la tarde.
Los peregrinos
Los suplicantes llegan por miles a besar, tocar y santiguarse frente a la "Virgen de Piedra" que es la imagen grande de la Virgen del Carmen que está en la Iglesia. Allí le elevan niñitos y bebés para que los toque la Virgen y le prenden billetes de banco al manto, de tal manera que en pocas horas la Virgen está cubierta de billetes.
Si los peregrinos no han cumplido una promesa le piden perdón de rodillas y llorando. A la Virgen se le pide que ayude en enfermedades, en situaciones económicas, en el resultado de negocios.
Durante la procesión se sueltan palomas desde los arcos de flores colocados en las calles; se lanza chaya (papel picado en quechua); se canta y se baila.
La despedida
El día 17 concluye la fiesta con los bailes de despedida los que están marcados por la profunda tristeza que les produce a los romeros el tener que abandonar a la Virgen.
Nuestra señora de la candelaria, Copiapó
Historia:
La historia de este santuario comienza en 1780, cuando Mariano Caro Inca, vecino del pueblo de San Fernando regresaba de la cordillera cuando una tormenta lo obligó a refugiarse en unos peñascales. Estaba a la orilla del salar de Maricunga y allí encontró una piedra de unos 14 centímetros de alto con la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos grabada. Caro Inca, lleno de respetuoso fervor, tomó la imagen en sus manos, llamó a sus compañeros para participarles del hallazgo y luego de colocarla cuidadosamente en la alforja de su mulo, siguieron el camino.
El 02 de febrero de 1780, día consagrado a la fiesta de la presentación del Niño Dios al Templo y de la Purificación de la Virgen, día en que la Iglesia bendice las candelas en honor de Cristo, Luz del Mundo, llegó Caro a la hijuela que tenía en San Fernando. Mientras él arreglaba el altar para venerar la imagen con el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria, los arrieros divulgaron la noticia del encuentro.
Todos los años al acercarse esta fecha, las familias vecinas del pueblo se reunían para rezar la novena a la Virgen. A la muerte de Mariano Caro, su esposa Josefa Guzmán continuó aquella tradición y levantó un pequeño oratorio en cumplimiento del testamento de su marido.
En el año 1800, veinte años después del hallazgo de la imagen, el cura de la villa de Copiapó, padre Domingo Carmona, hizo levantar una capilla a la Virgen cerca del primitivo oratorio, estos terrenos los había dejado doña Josefa, quien había fallecido.
En el año 1910 se dio comienzo a la construcción de un nuevo edificio
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