La mezcla de dos estructuras de géneros del cine clásico para crear un subgénero en The Apartment

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Artes

Cinematografía II. Sección B

Sergio Becerra. C.I.: V-26.454.498

“La mezcla de dos estructuras de géneros del cine clásico para crear un subgénero en The Apartment”

        A medida que el arte cinematográfico fue adoptando complejidad, los estudiosos empezaron a segmentar las producciones fílmicas en géneros, calificándolas en distintas divisiones que ya venían preestablecidas de los géneros literarios y que de alguna u otra forma fueron mutando hacia los géneros que se pueden apreciar en el cine, aunque siempre teniendo presente que es precisamente eso: “una prolongación del estudio de los géneros literarios” tal como dice Altman en su libro Los géneros cinematográficos (1999).

        Se puede tomar el género del romance, que viene fuertemente basado en la novela rosa, la cual se fundamenta en elementos claros y fácilmente reconocibles como una pareja enamorada, con escenarios, personajes y situaciones bastante convencionales y que a pesar de las distintas adversidades que puedan surgir durante la novela, el amor entre ellos logra prevalecer. Por su parte, al empezar a introducirse narrativas en el lenguaje cinematográfico, se introdujeron paulatinamente y con una muy buena recepción las historias de dos personajes que “luchaban” por su amor, por lo que rápidamente se convirtió en un género muy rentable, sin tomar en cuenta que las producciones de películas románticas suelen ser bastante sencillas, sobre todo en la actualidad.

        Otro de los géneros más rentables (incluso antes de que llegara el sonido al cine) es la comedia. La comedia fue uno de los “géneros fundadores” una vez se comenzó a popularizar el uso del cine como medio de comunicación, y con intérpretes tan célebres como Charlie Chaplin o Buster Keaton logró mantenerse en la cúspide y evolucionar poco a poco sin nunca bajar del escalafón de los géneros cinematográficos más prolíficos. El uso de este género que lo que busca es causar la risa del espectador a través del humor es tan básico en el cine que no se puede hablar propiamente de un origen en la literatura, sobre todo si se toma en cuenta que en las primeras comedias se intentaba producir gracia mediante imágenes visuales muy claras como golpes, caídas, sorpresas… Que pueden llegar a tener más impacto si se ve en una pantalla que leyéndolas en un texto.

        Ahora bien, al pasar de los años y al ser el cine un medio que evoluciona constantemente a un nivel muy rápido se fue buscando que los géneros cinematográficos se mantuvieran vigentes y evitaran desgastarse rápido, por lo que empezaron a producirse filmes que mezclaran elementos básicos de distintos géneros. Esto se puede ver a muchos más grandes rasgos en la actualidad, donde en películas se pueden ver mezclados hasta más de dos o tres géneros, pero una de las que mejor lo hace y termina, no dando paso a su creación, pero si a una perfecta realización del subgénero de la comedia romántica es la película de Billy Wilder The Apartment (1960).

        La sinopsis de la película es bastante sencilla: un hombre llamado Baxter intenta ascender de puesto en su oficina ganándose a sus superiores dejando que ellos utilicen su apartamento para tener relaciones con mujeres, y todo se complica cuando el protagonista se enamora de una empleada de ascensor del edificio. Dejando de lado lo obvio para que se dé un romance, que vendría siendo la historia centrada en un problema amoroso entre una pareja o entre una persona que gusta de otra, que se da con C.C. Baxter y Miss Kubelik, la historia también sigue elementos que se tienen que dar para que la película encaje en el género. Por ejemplo, tiene que existir un conflicto, una serie de trabas, que van a impedir que el romance se pueda dar, por lo menos hasta el clímax de la película (aunque hay películas en las que en el final la pareja no termina junta, como es el caso de La La Land (2016)). En The Apartment hay un problema muy claro que al principio el protagonista desconoce, que es que su interés amoroso está sentimentalmente involucrada con el jefe que lo va a ascender y que además le pedirá las llaves de su apartamento para poder llevar a la joven. En este caso se cumple la opción de un ente externo que va a suponer un obstáculo para que el amor se pueda consumar, aunque en un inicio Miss Kubelik no parece interesada en Baxter, o al menos no de la misma manera. Sin embargo, como en todo buen romance clásico y luego de pasar por situaciones en las que parece que todo se trata de un amor imposible y que uno de los personajes se da por vencido (una de las constantes en este tipo de historias es que independientemente de la “química” entre los personajes, eventualmente se van a separar para finalmente reencontrarse y declararse su amor, como pasa en Enchanted (2007) o Crazy, Stupid Love (2011)) al final terminan reuniéndose, con una escena que cierra la película que hace alusión a que van a quedarse juntos.

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