Reseña de Blues

Vidas de blues: Contextos y trayectorias de apropiación en Austin y Madrid

Autores: Sara Sofía Aristizabal Minotta y Gabriela Murillo Giraldo

El artículo se titula “Vidas de blues: Contextos y trayectorias de apropiación en Austin y Madrid”. Donde inicialmente, Pedro (2015) explora en el artículo la historia de las escenas del blues de Austin y Madrid hablando respectivamente sobre; Wesley Curley Clark que nació en Austin en 1939 y Antonio de la Peña conocido “Tonky”, que nació en Madrid en 1957 (Pedro, 2015). Ambas escenas se ven diferenciadas con respecto a las situaciones socioculturales y geográficas de los artistas; el objetivo del artículo es comprender las diversas apropiaciones del género y las implicaciones de su relación desigual con la tradición original, donde se proponen los conceptos de “contexto de apropiación” y “trayectoria de apropiación”.  De acuerdo a lo anterior, existen diversos contextos donde puede surgir un género y conocer sus raíces no está demás, no para Pedro (2018), según él, “El blues resulta especialmente interesante para investigar la experiencia de la interacción y la comunicación intramusical debido a su lugar fundacional en el desarrollo de la música popular, así como a la importancia de la espontaneidad en su interpretación” donde resulta evidente su interés por investigar el género. Josep Pedro, el autor del artículo, es licenciado en Comunicación Audiovisual (Universidad de Valencia), máster en Análisis Sociocultural del Conocimiento y la Comunicación (Universidad Complutense de Madrid) e investigador predoctoral (FPU) en el departamento de Periodismo III (UCM) (Pedro, Vidas de blues: Contextos y trayectorias de apropiación en Austin y Madrid, 2015); Josep relata el artículo de manera clara lo cual concierne que es un artículo para cualquier lector.  

Pedro (2015) relata que Wesley Curley Clark nació en Austin, es representativo de la apropiación del blues en un contexto naturalizado. Es reconocido por ser un artista afroamericano tras haber avanzado a un repertorio de forma ecléctica basado en el Soul y el blues. Sus inicios fueron marcados por su identificación popular en su entorno familiar por el blues y el gospel. Para Clark el blues se encuentra en la entrega de reafirmación a través de la música y el sentimiento individual, debido a su dilatada experiencia y capacidad discursiva, W. Clark es capaz de dar una definición metafórica, sintética y no musical sobre el sentido del soul y del blues.

 Según el artículo, Pedro (2015) dice qué, Antonio de la Peña conocido como "Tonky" nació en Madrid en 1957, el cual conoció y aprendió el blues formando una apropiación aun estando lejos de las tradiciones y culturas del género como por su puesto su etnia. Tonky realiza una distinción entre aquellos músicos que dedican parte de su carrera artística a tocar blues y aquellos que se dedican por completo al género.

Por tanto, ante la necesidad de distinguir analíticamente entre dos grandes posiciones, visiones y relatos del blues y de su historia, Pedro (2015) señala “la dicotomía entre blues como raíz o recurso y blues como género autónomo para examinar las luchas simbólicas en torno a la definición y reproducción del género”. En donde W.C Clark y Tonky, son considerados figuras fundacionales, por su posición similar en años de experiencia en las escenas del blues. Por lo que el análisis comparativo de los procesos de formación de los «padrinos del blues» en Austin y Madrid, ayudan a comprender algunas de las diferencias fundamentales entre estas escenas del blues, qué desde su identificación genérica, cultural y generacional, revelan la importancia de la infancia-adolescencia y la familia en la formación musical. Estas dos escenas determinan rasgos colectivos comunes sobre la apropiación musical, la especialización, el purismo y la hibridación. En este sentido, sus apropiaciones del blues confirman el proceso de comunicación intramusical e intercultural establecido entre actores, géneros y estilos, culturas y tradiciones durante los procesos de formación musical, según Pedro (2015), “es posible asumir que la música es un lenguaje utilizado para expresar sentimientos, emociones e ideas; para comunicarse, situarse en el mundo y transformarlo”.

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