Actividades Lectura: El entorno externo

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Lectura: El entorno externo

Esta actividad consiste en que leas con atención el apartado titulado «El entorno externo» que encontrarás en el manual de la asignatura.

Tras la lectura de este documento, debes describir las características de una cultura organizacional adecuada al entorno.

El documento se encuentra en las páginas 44-50 del manual de la asignatura:
Robbins, S. P., y Coulter, M. (2014). Administración (12ª ed.). México: Pearson.

Extensión máxima: 500 palabras

Ante el entorno dinámico y cambiante que nos rodea (cambios económicos, sociales, demográficos…), las organizaciones deben saber adaptar su cultura empresarial a los cambios que se puedan presentar.

Es vital que dicha organización sea flexible ante la cambiante coyuntura del entorno en el cual realiza sus actividades.

También cobra relevancia el enseñar a nuestros empleados como afrontar esos cambios, instándoles a una cultura que evite el miedo a arriesgarse y a saber reponerse si se fracasa. Para impulsar esto, la motivación y la estimulación deben ser constantes para mejorar en todas las áreas que maneje la organización, intentando así una mejora de la misma.

La cultura organizacional tiene una importancia indiscutible en la definición de la estrategia de la empresa.

También debería estimularse a los empleados con alguna retribución en base a su eficacia y, sobre todo, para aquellos que tuvieron mayor capacidad de generar ideas para mejorar la empresa respecto a nuestro entorno.

En un entorno externo tan dinámico, la organización tendrá que hacer frente a la competencia. Los esfuerzos coordinados serán fundamentales para destacar, ya que cuando la cultura encaja con las estrategias definidas, la organización actuará mejor y estará mejor posicionada frente al resto.

Para tener un futuro más seguro a medio/largo plazo, es fundamental que lo justamente citado anteriormente se realice correctamente.

La cultura en un entorno cambiante debería identificarse con los sistemas dinámicos de la organización, ya que los valores pueden modificarse como resultado del continuo aprendizaje del personal. Incido nuevamente en la importancia de la cultura empresarial ya que esta transmite un sentido de identidad a los miembros, creando compromisos más allá de la individualidad de cada uno y esto mejora la estabilidad de la organización.

En cuanto a la gestión de los gerentes y directivos, estos deben apoyar la flexibilidad del rumbo de la empresa, siendo ellos los guías del proceso de cambio y adaptación al nuevo escenario que pueda surgir.

Además de flexible, la empresa debe ser ágil y dinámica ante los cambios.

Una gestión participativa en la que prime el trabajo en equipo es fundamental para conseguir un consenso en la toma de decisiones y obtener con ello un compromiso en la consecución de objetivos.

Para promover la competitividad es indispensable el uso de las nuevas tecnologías.

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