COLOMBIA: UN PARAISO QUE PIERDE SU COLOR Y BELLEZA ECONÓMICA

COLOMBIA: UN PARAISO QUE PIERDE SU COLOR Y BELLEZA ECONÓMICA

¿Cuantos problemas podríamos solucionar en este hermoso País de precarias situaciones y tristes realidades con todo el dinero que se esfuma en las manos de quienes gracias a nosotros han obtenido el absoluto y absurdo poder de manejarlo?

No serían suficientes  ni uno ni diez libros de muchas páginas para exponer, analizar y criticar la situación de mal manejo, desviación o corrupción en Colombia. Poco a poco aparecen “Carruseles” o “Carteles” nombre otorgado a la mafia organizada cuyos integrantes son personajes de familias adineradas y reconocidas y que ocupan un cargo público en nuestro País,  a la par de enfermedades incurables, y es así como parece estar la historia al revés pues en este punto de la historia, deberíamos tener cura a todo mal y control a cualquier ente o individuo; pero así no es.

Retomando como un ejemplo lo sucedido con el  escándalo del  Carrusel de la contratación, corrupción  político-económica  que durante la administración del ex alcalde Samuel Moreno Rojas en el 2010 en la Capital de Colombia, estalló como una bomba de tiempo aquel  25 de junio de ese año, una verdad que muchos conocían muy seguramente, pero en la que pocos resultaron involucrados y es que de manera acelerada comenzaban a salir a los ojos públicos las  pruebas que demostraban que la autoridad principal de Bogotá desgarraba su patrimonio a grandes trozos para hacerlo como propio con personajes hoy reconocidos por todos como lo son los hermanos y primos Nule, el singular Emilio Tapia y hasta el contralor de la ciudad Miguel Ángel Moralesrussi, entre muchos otros, siendo ellos  quienes montaron la logística necesaria para realizar mega obras inconclusas que lo mejor que dejaron fueron las distintas comisiones económicas, algunas de ellas que pararon en las manos o garras de  Germán Olano, ex congresista de la República; ellos y muchos más poco a poco fueron cayendo y uno a otro se inculpaban hasta llegar a la captura del Alcalde mencionado, sin reembolsar a los citadinos su dinero  y sus derechos y solamente quedo por ver un Transmilenio mal hecho que se llevaba sus 2.2 billones de pesos. Así que esta frase quedaría perfecta por aquí: “Muchos piensan que al entrar a la piscina, luego de disfrutar, van a salir secos.”

De allí en adelante se ha desencadenado una serie de hechos que parecen al final no sorprender a nadie y que denotan a los Colombianos como patriotas preparados todos los días para este tipo de casos, y es que las coaliciones políticas, negocios ilícitos, estafas, malversación de dineros y delitos de todo tipo se han convertido en elementos desafortunadamente presentes en todo espacio político en muchísimas partes del país. Y gracias este preocupante hecho, han ido apareciendo como fresas en invierno carteles y mafias que tienen un cerebro político y que han causado desastres sociales, ya que se encargan de repartir de manera ilegal y vil los recursos destinados a salud, a educación, a la alimentación de los niños más desfavorecidos, a pacientes con graves enfermedades como la Hemofilia e incluso los de aquello niños y niñas que padecen trastornos mentales como síndrome de Down, quienes de lo poco que se les otorga, deben aceptar que se apropien de la mayoría de ellos.

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