Calidad.

Calidad tiene varios significados, por lo que es concepto polisémico, relativo, depende del punto de referencia que se tome -puede variar si se aplica a educación o si se aplica a economía-. Surge primeramente entre el periodo de 500 y 1500 d.C (Edad Media) en Europa directamente de lo artesanal en donde lo importante era “el bien hacer”. Posteriormente en el siglo XVIII, en la heráldica con la necesidad de supervisar el control de calidad, que propiamente era producir piezas de mosquetes.

Hacia el 1900, Frederick W. Taylor, surgió la calidad como filosofía, separo la función de planeación y la división de ejecución. En donde los administradores y los ingenieros quedaron a cargo de la planeación, los supervisores y trabajadores de la tarea de ejecución.

Desde Henry Ford, hasta las actuales empresas como Coca-Cola Company o Procter & Gamble, se habla de calidad, definida por el diccionario Larousse como superioridad o excelencia, o como las condiciones que contribuyen a hacer agradable y valiosa la vida, para satisfacer necesidades implícitas o explícitas.

Por tal, la calidad es un proceso, que inicia con la necesidad de incrementar la productividad y la eficacia.

Entonces calidad es una filosofía directamente administrativa y economicista, es dinámica ya que nunca se alcanza la calidad absoluta, siempre es posible proponer metas más elevadas y cuando se alcanza una hay razón para querer ir adelante que implica alcanzar los objetivos propuestos.

Este proceso produce la satisfacción del que ofrece el servicio y del consumidor que lo recibe, reduce el margen de errores en el producto final, al término de este proceso, debido a que estos se erradicaron desde el principio.

¿La educación puede observarse desde esta óptica empresarial? En este acelerado y cambiante siglo XXI, de exigencias y demandas de la actual sociedad; donde la importancia en el desarrollo económico de cada nación depende de la formación del capital humano. Una fuerza laboral con conocimientos y destrezas de gran calidad.

El término “Calidad” se introduce en la educación en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari, en el Acuerdo Nacional para la Modernización Básica, ANMEB, (1992). “Obedeciendo a la necesidad de superar los rezagos y disparidades acumuladas, satisfacer la creciente demanda de servicios educativos y elevar cualitativamente la calidad de la educación”. (SEP, 1992).

Posteriormente, Calidad, aparece obligatoriamente en el discurso político educativo como la prioridad capaz de transformar y poner al día al Sistema Educativo Mexicano: Programa Escuelas de Calidad PEC 2001, Programa Sectorial de Educación 2007-2012, en el 2008 el entonces presidente Felipe Calderón presentó junto con la líder del SNTE; Elba Esther Gordillo, formulan la Alianza por la Calidad de la Educación ACE, que proponía impulsar la transformación por la calidad educativa, su propuesta en modernización de los centros escolares, profesionalización de los maestros y autoridades, bienestar y desarrollo integral de los alumnos, culminando con evaluar para mejorar y actualmente, la Reforma Integral de la Educación Básica RIEB, 2009.

La RIEB articula los tres niveles de la Educación Básica, Preescolar, Primaria y Secundaria, organizando un mapa curricular para estos niveles, definiendo un perfil de egreso.

Entonces, hablar de calidad en el centro educativo nos remitiría primeramente al trabajo colaborativo en el que todos los actores, directivo, docentes, padres de familia y administrativos, se involucran responsablemente en el trayecto formativo del alumno. Estableciendo propósitos que se deberán alcanzar y superar, en el entendido que la calidad es un proceso dinámico.

Para ello, la importancia de la participación social responsable, se logra cuando los padres de familia entran a la institución y

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