Caso de analisis UBER
Jessica181285Apuntes26 de Noviembre de 2020
11.372 Palabras (46 Páginas)258 Visitas
UBER Y SUS EMPRESARIOS: Manejando nuevas formas de traslado
Para el año 2015, las innovaciones tecnológicas- el smartphone (teléfono inteligente) y la conectividad avanzada de datos que lo habilitó- creó nuevas oportunidades para que las personas puedan desplazarse por las ciudades rápida y convenientemente sin la necesidad de adquirir un auto, mediante servicios para compartir autos como Zip-car o servicios nuevos de traslados compartidos. Uber, una empresa puesta en marcha de cinco años, permitió a sus usuarios solicitar traslados privados mediante una aplicación para smartphone (teléfono inteligente). A mediados del 2015 la compañía había logrado una valoración en el mercado previa de IPO (Initial Public Offering) (Oferta Pública Inicial) por $50 billones, con operaciones en 311 ciudades en 58 países. A pesar de su gran escala y éxito, Uber se encontró en un embrollo de controversias. Hubo resistencia de un amplio rango de empresarios disgustados, reguladores, competencia, choferes y hasta clientes y socios en todo Estados Unidos y el mundo. ¿Podría Uber continuar en esta ruta?
La Industria de Traslado Privado en los Estados Unidos
En Estados Unidos los servicios de alquiler de traslado tradicionalmente consistían en servicios de limusinas y taxis. Cada uno con sus propias regulaciones, pero surgía una tercera categoría: Compañías de transporte en red las cuales compartían atributos de ambas categorías, pero aún no sujetas a reglamentos claros.
La industria de traslado privado creció aproximadamente 2.7% por año del 2010 al 1015, con un estimado de ingresos de 12 billones en el 2014. Existían grandes operadores, pero la competencia se fragmentó, incluyendo a muchos auto-empleados y propietarios. Se estimaba un exceso de más de 200,000 espacios en este negocio. Las regulaciones variaban de acuerdo a las áreas, pero las limusinas, taxis y sus choferes generalmente estaban sujetos a normas estrictas de seguridad y requerimientos de seguros. En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, choferes profesionales eran obligados a tomar cursos de capacitación para conducción defensiva cada tres años. Tenían que aprobar una verificación de antecedentes criminales y exámenes anuales de antidrogas, realizarse estudios médicos y someterse a un entrenamiento de concientización sobre tráfico sexual. Nueva York también requería para vehículos de alquiler, aprobar inspecciones anuales y ofrecer un seguro de cobertura mínima de $100,000 por pasajero y $300,000 por incidente. Una vez aprobado esto, se le otorgaba al auto, placas especiales para conducir y ser identificados como vehículos de alquiler.
Servicios de Limusinas
Los servicios de limusinas, también llamados “Limo” o “Carro negro”, luego de que el ubicuo Lincoln Town Car favorecido por muchas empresas, ofrecía un servicio premium específico con choferes profesionales, citas preestablecidas para puntos de partida y de llegada, autos confortables y de lujo o camionetas SUV, y tarifas preestablecidas que incluían propina. Los viajes podrían incluir botana o agua gratis, mesas de trabajo o sistemas de entretenimiento en asientos traseros. Los precios base para autos Town Cars eran aproximadamente por $55 por hora en Boston, con precios más altos para autos Cadillac o Mercedes, camionetas SUV y limusinas estrechas. En Las Vegas donde el reglamento obligaba una hora mínimo, los precios promediaban en $46 por hora. Viajeros corporativos cubrían el 65% de la demanda del servicio para autos negros; Era común que los servicios en auto tuvieran contratos extensos con negocios o empresas, como lo preferían los vendedores, contaban con cobranza previamente establecida y procesos de facturación. Aunque en la industria el paso de la innovación tecnológica avanzaba relativamente lento, los operadores respondían bien a la revolución del internet con portales para reservaciones en línea, incluyendo al sitio Limos.com quienes canalizaban a los clientes con los operadores en su red. Observadores estimaban que las ganancias de la industria de limusinas en el año 2014 sumaban un total aproximado de $5.9 billones, aunque el censo de los Estados Unidos calculaba algo más cercano a los $4.2 billones.
En los Estados Unidos habían surgido algunos líderes en la industria del transporte por alquiler, aunque la industria entera continuaba relativamente fragmentada. La más grande era Carey International, fundada en 1921 en Washington, D.C. Su participación en el mercado tenía un valor estimado del 3.5%, con ganancias aproximadas a los $340 millones en el año 2014, con operaciones globales - 550 ciudades en 60 países alrededor del mundo- y más de 1,200 empleados. Se estimaba que el imperio de limusinas en Nueva York tenía una participación en el mercado del 1.4% con ganancias de $132 millones en el año 2014. Esta y otras compañías participantes como Air Brook Limousine en Nueva York (ganancias estimadas en $67 millones), Boston Coach ($60 millones) y Commonwealth Limousine ($32 million) también tenían operaciones limitadas en otras ciudades y en el extranjero. Grandes servicios dominaban la mayoría del mercado metropolitano, representando casi la mitad de los ingresos de la industria y sólo aproximadamente el 4% de las compañías de limusinas; alrededor del 90% de las compañías pertenecían a operadores independientes. (auto-empleados)
Las barreras para ingresar eran pocas, con escasos requerimientos para un vehículo apropiado y una licencia para alquiler de traslado. Las agencias estatales normalmente regulaba los servicios de autos negros y obligaba un seguro de auto y requerimientos de operaciones y licencias. Aunque reglamentos específicos variaban dependiendo de la ubicación, estos servicios requerían agendarse con anticipación, así como establecer los precios antes de la salida y llevar una bitácora de pasajero. En Nueva York las compañías de limusinas debían hacer el 90% de sus transacciones mediante contrato previo y con aval, lo cual generaba dificultad para el pago de viajes cortos y/o espontáneos con tarjeta de crédito o en efectivo.
Taxicabs
La industria de taxis en los estados unidos había estimado ganancias de aproximadamente $6.5 billones en el 2014. Los servicios de taxi tenían un costo menor que el servicio de autos negros (black car); en Boston, la tarifa mínima era de $2.60 x 1/7 milla y $0.40 adicionales por cada 1/7 milla posterior y $28 por hora mientras el taxi se encuentra en espera. Algunas ciudades también incluían tarifas fijas por destinos específicos, así como una tarifa regulada de $52 entre el Aeropuerto JFK de Nueva York y Manhattan. En ciudades más grandes había mayor apoyo económico por el uso de taxis, ya que en comparativa había menor cantidad de propietarios de autos, una población más densa y visitas frecuentes de turistas.
Los pasajeros podían detener taxis en la calle o llamar solicitando traslado inmediato. (La noción del despacho de taxis era muy arraigada: en Chicago y en otras ciudades, se les requería a los taxis mantener comunicación por radio a las estaciones de despacho.) Para facilitar la seguridad al solicitar un taxi, éstos usualmente requerían estar claramente marcados, lo que estableció el icónico taxi amarillo de Nueva York. Los taxis también contaban con taxímetros calibrados y sellados, los cuales determinaban precios estandarizados basados en tiempo y distancia, con propinas de acuerdo al criterio del pasajero.
En algunas áreas, los choferes de taxis tenían que someterse a capacitación especial para operar legalmente. Por ejemplo en Londres quienes aspiraban a ser choferes de auto negro (black car) debían capacitarse y aprobar el examen considerado por algunos, el más difícil del mundo: “Conocimiento de Londres”. El examen requería en promedio 4 años de estudios intensivos y fue descrito como comparable en tiempo y esfuerzo a obtener una licenciatura en medicina. Requería memorizar todo Londres, sus 25,000 calles en laberinto y cualquier terreno existente y planear una ruta eficiente a cualquier lugar que se demande. Hay quienes cuestionan la necesidad de este examen de conocimiento de Londres en una era de GPS y Google, pero se realizaron concursos en donde choferes de taxi certificados habían superado a choferes usando GPS, comentando “Estamos tratando de ser los mejores del mundo”. Otros defendían el Conocimiento como un fin de búsqueda de sabiduría.
Ciudades que usualmente regulaban sus industrias locales de taxis, frecuentemente vendían medallones lo que les otorgaba el derecho de operar un taxi, también regulaban el territorio donde podrían pasar por pasajeros, incluyendo el centro de las ciudades y los aeropuertos. Los medallones eran difíciles de obtener debido a su escasez y alto costo. En Nueva York, dos medallones fueron subastados a finales del 2013 por $1.3 millones cada una. Una ganancia muy significativa para la ciudad y una inversión enorme que recuperar para un propietario. El costo prohibitivo de los medallones significaba que la propiedad se concentraba en compañías de taxis, las cuales a su vez rentaban el acceso a sus conductores. Algunos reportes sugerían que esta dinámica se prestaba para abusos: En Boston, reporteros de investigación revelaron que los conductores fueron obligados a sobornar a los despachadores para obtener turnos laborales durante horas pico, cobraban para llenar los tanques de gasolina siendo que ya estaban llenos y otras formas de explotación para generar ganancias ilícitas a los propietarios. Los choferes debían pagar una renta al propietario, generalmente de $100 al inicio de cada turno. Un estudio de UCLA (universidad) descubrió que los choferes de taxi trabajaban en promedio 72 horas a la semana, por aproximadamente $8.39 por hora y como los consideraban contratistas independientes, ninguno recibía prestaciones de salud.
...