Cultura Tributaria
dbzluisa24 de Abril de 2015
3.817 Palabras (16 Páginas)293 Visitas
Historia
El Programa Permanente de Cultura Tributaria fue creado por la Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala (SAT) el 1 de febrero de 2005.
Su estrategia y áreas de acción fueron propuestas por el equipo de profesionales que dio inicio al Programa, y las mismas fueron validadas en talleres de trabajo en los que participaron diversos actores sociales de los 22 departamentos de la República.
En 2007, el Programa Permanente de Cultura Tributaria fue incorporado formalmente a la estructura organizativa de la SAT y fue confirmado como dependencia directa del despacho superior de la institución.
Desde su inicio, el Programa formula y ejecuta sus planes y presupuestos anuales conforme a tres áreas sustantivas de trabajo (Educación, Divulgación y Promoción) y un área de apoyo en materia de Administración y Finanzas.
Este trabajo tiene como propósito contribuir al mayor y mejor conocimiento de la historia de la tributación en Guatemala. El contenido abarca cronológicamente desde la civilización Maya hasta la actualidad y se ha dividido en cuatro capítulos: I) La sociedad Maya, 1000 a.C.–1524, II) El régimen colonial, 1524–1821, III) La época independiente, 1821–1944, y IV) El período contemporáneo, 1944–2006.
La investigación, estuvo guiada por tres ejes analíticos, matizados por el período histórico que se trate: a) principales características políticas y económicas de la sociedad y su influencia en el ámbito fiscal; b) legislación tributaria vigente y sus implicaciones económicas ex ante, y c) respuesta social a las políticas impositivas, identificando a los actores relevantes y sus reacciones de apoyo o rechazo a tales políticas. El trabajo hace énfasis en el período 1944-2006, es decir, en el período contemporáneo. En los capítulos anteriores, identifica y discute los hitos que contribuyen a definir la historia de la tributación en cada período.
El estudio se basa en fuentes primarias y secundarias. Particularmente importante fue la recopilación de legislación y estadísticas tributarias a partir de las cuales se prepararon materiales de apoyo que probaron su valía en las secciones relacionadas con el efecto de las políticas tributarias en el siglo pasado, aporte fundamental del estudio.
La investigación, patrocinada por la Superintendencia de Administración Tributaria a través de su Programa de Cultura Tributaria, estuvo a cargo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) fue dirigida por Leticia González, con el apoyo de Marcelo Coj. Revisaron el texto Mayor Cabrera y Juan Alberto Fuentes, quien supervisó el trabajo en su conjunto. El resultado final, como se verá, permite entender la evolución a lo largo de la historia de una de las principales formas de relación entre ciudadanía y Estado y su materialización en términos de ingresos fiscales. Así, se espera haber contribuido a la construcción de la historia nacional desde la perspectiva de uno de sus aspectos menos conocidos, la tributación.
LA CULTURA TRIBUTARIA
Es una conducta manifestada en El cumplimiento permanente de los deberes tributarios con base en la razón, la confianza y la afirmación de los valores de ética personal, respeto a la ley, responsabilidad ciudadana y solidaridad social de los contribuyentes.
La cultura tributaria es el comportamiento que adoptan los contribuyentes, la manifestación frente a la administración tributaria, la forma como enfrentan los contribuyentes sus deberes y derechos frente a la administración tributaria. Es la forma de ser de los contribuyentes frente al sistema tributario. La cultura tributaria es un proceso. Es el epílogo de un proceso. Dicho proceso se inicia con la educación tributaria, continua con la generación de conciencia tributaria y termina en la cultura tributaria, es decir con la manifestación de una forma de vida frente al sistema tributario del país. No es fácil tener cultura tributaria, es más algunos países no logran tenerlo. La cultura tributaria es más manifiesta en el primer mundo. En nuestro medio la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria tiene un plan para la generación de cultura tributaria. Gran parte del plan ya se ha ejecutado, con no tan buenos resultados en la manifestación de los contribuyentes frente a los tributos. La SUNAT, tiene programas de educación tributaria con los alumnos de primaria y secundaria; también con docentes y grupos organizados de la sociedad. Pese a este esfuerzo no hay el efecto multiplicador en la población. Los contribuyentes siguen eludiendo y también evadiendo.
La generación de cultura tributaria tiene una contrapartida, se ha determinado que los contribuyentes dejarían de eludir y evadir, si el Estado utilizara correctamente sus tributos. Frente a un Estado con visos de corrupción, la generación de cultura no avanza, se encuentra estancada. La cultura tributaria es el corolario del desarrollo de conciencia ciudadana y tributaria en la población para el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias. Es sensibilizar a la población para que rechace la evasión y el contrabando. Es contribuir a la formación en valores ciudadanos. La cultura tributaria, debe hacerse efectiva mediante la educación formal, con convenios con Ministerio de Educación para la inclusión de contenidos en los planes curriculares de los estudiantes de primaria, secundaria e incluso universitaria, cursos para docentes. Réplicas en los alumnos de inicial primaria y secundaria. También la cultura tributaria se fomenta mediante acciones directas como encuentros universitarios; Página web educativa, Actividades extracurriculares, Red de colegios, Videos tributarios, Materiales Didácticos y el fomento de Educadores Fiscales.
Para que el Estado pueda cumplir con su obligación constitucional de velar por el bien común y proporcionar a la población los servicios básicos que ésta requiere, necesita de recursos que provienen principalmente de los tributos pagados por los contribuyentes.
El pago de los impuestos puede llevarse a cabo utilizando la coerción o apelando a la razón. La fuerza se manifiesta en las leyes y en su cumplimiento obligatorio, mientras que la razón sólo puede estar dada por una Cultura Tributaria con bases sólidas.
No puede obviarse que un estímulo (o desestimulo) importante para la tributación lo constituye el manejo y destino de los fondos públicos, aparte de que, para muchos ciudadanos, tributar es un acto discrecional, relacionado con su percepción positiva o negativa sobre el uso de los fondos.
Uno de los objetivos de la educación fiscal debe ser, precisamente, romper ese círculo vicioso y hacer conciencia de que la tributación no sólo es una obligación legal, sino un deber de cada persona ante la sociedad. Además, se le debe convencer de que cumplir con tal responsabilidad le confiere la autoridad moral necesaria para exigir al Estado que haga un uso correcto y transparente de los recursos públicos.
A efecto de fortalecer la Cultura Tributaria (entendida ésta como el conjunto de valores, creencias y actitudes compartido por una sociedad respecto a la tributación y las leyes que la rigen, lo que conduce al cumplimiento permanente de los deberes fiscales), se requiere que la población obtenga conocimientos sobre el tema y comprenda la importancia de sus responsabilidades tributarias.
Esta comprensión se alimenta de información oportuna y de formación adecuada, las cuales deben conducir hacia la aceptación, derivada de la concienciación.
De acuerdo al artículo 3 de su Ley Orgánica, es objeto de la SAT, ejercer con exclusividad las funciones de Administración Tributaria contenidas en la legislación de la materia y ejercer las funciones específicas siguientes:
Ejercer la administración del régimen tributario, aplicar la legislación tributaria, la recaudación, control y fiscalización de todos los tributos internos y todos los tributos que gravan el comercio exterior, que debe percibir el Estado, con excepción de los que por ley administran y recaudan las Municipalidades;
Administrar el sistema aduanero de la República de conformidad con la ley, los convenios y tratados internacionales ratificados por Guatemala, y ejercer las funciones de control de naturaleza para tributaria o no arancelaria, vinculadas con el régimen aduanero;
Establecer mecanismos de verificación de precios, origen de mercancías y denominación arancelaria, a efecto de evitar la sobrefacturación o la subfacturación y lograr la correcta y oportuna tributación. Tales mecanismos podrán incluir, pero no limitarse, a la contratación de empresas internacionales de verificación y supervisión, contratación de servicios internacionales de información de precios y otros servicios afines o complementarios;
Organizar y administrar el sistema de recaudación, cobro, fiscalización y control de los tributos a su cargo;
Mantener y controlar los registros, promover y ejecutar las acciones administrativas y promover las acciones judiciales, que sean necesarias para cobrar a los contribuyentes y responsables los tributos que adeuden, sus intereses y, si corresponde, sus recargos y multas;
Sancionar a los sujetos pasivos tributarios de conformidad con lo establecido en el Código Tributario y en las demás leyes tributarias y aduaneras;
Objetivos
• en la sociedad guatemalteca una cultura tributaria sólida y sostenible, por medio de actividades de información, educación y concienciación sobre la tributación y su importancia para el desarrollo económico y el progreso social del país.
•Contribuir a la formación ciudadana de los guatemaltecos por medio del fomento de valores y actitudes
...